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Los socios de Sánchez acogen con recelo su compromiso de no adelantar elecciones
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ANTE LA "TENTACIÓN" POR LA CRISIS EN EL PP

Los socios de Sánchez acogen con recelo su compromiso de no adelantar elecciones

Formaciones como ERC, PNV o PDeCAT no se fían del anuncio del presidente del Gobierno, garantizando que agotará la legislatura, y le advierten de que unos comicios anticipados solo beneficiarían a Vox

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Chema Moya)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Chema Moya)
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El ruido sobre un posible adelanto electoral se ha ido intensificando a medida que se profundizaba la crisis orgánica en el PP. Pedro Sánchez ha querido acallar estos rumores, sin demasiado éxito, negando dicha posibilidad en las comparecencias públicas que tuvo desde el estallido de la batalla por el control de Génova 13. Este miércoles, aprovechó su intervención en la sesión de control al Gobierno, en la que se despidió Pablo Casado, para solemnizar en el Congreso el compromiso de no convocar comicios anticipados y tratar de cerrar el debate. "Les anuncio que el Gobierno de España no va a adelantar las elecciones ni va a disolver de manera anticipada las Cortes Generales. No lo vamos a hacer", aseguró. Los socios parlamentarios del Ejecutivo, sin embargo, no acaban de fiarse.

Formaciones como ERC, PNV o PDeCAT habían pedido al presidente del Gobierno en las últimas horas que no cayese en la “tentación” de adelantar los comicios, explotando en su beneficio la crisis de liderazgo en que se encuentra el principal partido de la oposición. El líder de los nacionalistas vascos, Andoni Ortuzar, advertía casi al mismo tiempo de que esta decisión sería un "grave error" porque "el gran triunfador de ese proceso no sería Sánchez, sería Vox". Más allá de este pronóstico, el presidente del Euskadi Buro Batzar abundaba sobre la "tentación" del presidente del Ejecutivo de ir a las urnas con sus rivales a la derecha "en mitad del río cambiando de caballo" y a la izquierda con un proyecto "sin fraguar", en referencia a Yolanda Díaz.

Una lectura que comparten fuentes de ERC en el Congreso, llamando la atención sobre el hecho de que Sánchez fijase este mensaje en el que era su último cara a cara con Casado en el Congreso. Su despedida, en la que se presuponía un intercambio más centrado en lo personal que en lo estrictamente político. Al mismo tiempo, estas mismas fuentes extienden sus sospechas al enlazar el anuncio de Sánchez con otro realizado anoche por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.

En una entrevista en el Canal 24 Horas que no estaba programada en su agenda, Díaz avanzó que, tras reflexionarlo, "en primavera me lanzo a un proyecto de escucha, en el que voy a recorrer mi país de norte a sur y de este a oeste" para "tejer un proyecto de país que es diferente, moderno, democrático y feminista". Ambos anuncios, explican estas mismas fuentes republicanas, "chirrían". Fuentes de la dirección del PSOE argumentaban por su parte que Sánchez eligiese este momento para negar un posible adelanto electoral por el hecho de que "varios editoriales" en medios habían sugerido que se barajaba esta opción.

Foto: Militantes del PP se manifiestan ante la sede de Génova. (EFE/Fernando Alvarado)

El portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ya había manifestado el día antes durante una rueda de prensa que el Ejecutivo no debería hacer cálculos para sopesar un adelanto electoral. No tanto porque "la corrupción le resta cero" al PP, dijo, como por la necesidad de combatir a la ultraderecha con una agenda legislativa de avances sociales. De seguir moderándose, añadió, "la derecha nos pasará por encima, sea con Ayuso o con Feijóo". El portavoz del PNV, Aitor Esteban, hizo lo propio, al igual que el del PDeCAT, Ferran Bel.

Esteban reclamó estabilidad y mostró su confianza en que "no haya tentaciones de convocatorias electorales abruptas" debido "a la situación económica, social y política". "No creo que fuera bueno para el país ni la economía", remató. Bel, en una línea similar, censuró que se plantease un adelanto "por el estado de salud de su adversario político", al que se refirió como "un ataque al corazón sobrevenido". De ser así, pronosticó que en dicho proceso electoral habría "un grado de abstención nunca antes conocido en el Estado español".

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Miguel Calero) Opinión
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La desconfianza no ha quedado opacada con el anuncio de Sánchez. El líder de uno de los partidos que votaron a favor de su investidura manifestaba sus dudas tras escucharlo. "No creo que le vaya a dar dos años a Feijóo", reflexionaba, para añadir que a pesar del compromiso de no adelantar se podría encontrar alguna excusa para voltear la situación. Desde el bloqueo parlamentario de una de las grandes reformas pendientes a una ruptura sobrevenida en el seno de la coalición.

La apuesta en estos momentos que se traslada desde el Gobierno es la necesidad de mantener la estabilidad y estirar la legislatura para llegar a las urnas con los frutos de la recuperación económica y los fondos europeos. El propio Sánchez reiteraba esta hoja de ruta, sosteniendo que las preocupaciones del Ejecutivo se centran en superar esta emergencia sanitaria, luchar contra la desigualdad, ensanchar libertades y derechos, consolidar la recuperación económica, la creación de empleo y el despliegue de los fondos europeos. Para ello, se busca estirar la legislatura a finales de 2023, coincidiendo con la presidencia de España de la UE en el segundo semestre del próximo año.

Las elecciones, por tanto, “se convocarán cuando corresponda”. “Competiremos en base a nuestros méritos, no en base a las debilidades de los adversarios, así entendemos el patriotismo democrático”, concluía el presidente del Gobierno en su respuesta a Casado, exhibiendo “sentido de Estado” y anteponiendo “el interés general a cualquier otro tipo de interés”.

El ruido sobre un posible adelanto electoral se ha ido intensificando a medida que se profundizaba la crisis orgánica en el PP. Pedro Sánchez ha querido acallar estos rumores, sin demasiado éxito, negando dicha posibilidad en las comparecencias públicas que tuvo desde el estallido de la batalla por el control de Génova 13. Este miércoles, aprovechó su intervención en la sesión de control al Gobierno, en la que se despidió Pablo Casado, para solemnizar en el Congreso el compromiso de no convocar comicios anticipados y tratar de cerrar el debate. "Les anuncio que el Gobierno de España no va a adelantar las elecciones ni va a disolver de manera anticipada las Cortes Generales. No lo vamos a hacer", aseguró. Los socios parlamentarios del Ejecutivo, sin embargo, no acaban de fiarse.

Pedro Sánchez Partido Popular (PP)
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