Nani Roma, al Dakar tras superar un cáncer: "Lo que hacen los médicos es una p*** barbaridad"

Nani Roma vuelve al Dakar con el ambicioso proyecto de Ford para ganar la carrera, de la que es asíduo desde 1996, año de su debut. Junto con Stéphane Peterhansel y Hubert Auriol es el único piloto que ha ganado tanto en dos como en cuatro ruedas. Después de superar un duro cáncer, con 51 años afronta un nuevo proyecto con Ford acompañado por Alex Haro.

En la siguiente entrevista con El Confidencial, Roma explica cómo el cáncer ha aportado otra dimensión a su ya dilatada faceta personal y deportiva, así como la satisfacción de poder seguir en la élite, ahora de la mano de Ford. Además, analiza a cada uno de sus rivales para un próximo Dakar, que espera especialmente duro.

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PREGUNTA. A la experiencia de haber competido en África mucho tiempo y la filosofía de vida que aportaba, se han unido ahora la personal de haber superado un duro cáncer y poder seguir con un nuevo e importante proyecto con Ford. ¿Cómo es Nani Roma en esta etapa de su vida?

RESPUESTA. El espíritu y la persona no han cambiado tanto. Desde los inicios, siempre he creído en lo que hecho, en superar situaciones difíciles. Creo que hace falta un poco de este espíritu para los raids. Porque es complejo. En África, por cómo corríamos y vivíamos, era un reto muy importante. Ahora es un poco lo mismo. Ha sido un gran reto vital diferente. En el momento que alguien con bata blanca te habla de salvar tu vida y te dice las posibilidades de vivir que tienes... Siempre hay un porcentaje de que no puedas salir. Entonces, tu perspectiva de todo cambia, porque el discurso es distinto.

Dicho esto, hay una parte que me ha ayudado mucho. Al ser piloto y deportista, me lo he tomado como si estuviera preparando un objetivo. Nosotros estamos un año preparando el Dakar. Pues para enfrentar la enfermedad, igual. Es verdad que los médicos tenían esa sensación de inconsciencia por mi parte. Porque ellos me hablaban de salvar la vida y yo me lo tomaba para volver a competir y subirme a un coche. Creo que en la vida uno tiene que tener objetivos, que es lo que te mantiene a tope, como cuando tenía que volver después de romperme algo o una lesión. Esto les costó a los médicos un poco entenderlo, porque ellos pensaban que en la broma se podía morir.

P. ¿Por eso decían que eras un caso único?

R. Claro, es que yo me iba con la libreta, preguntaba, volvía a preguntar [risas]. El primer día, le digo al oncólogo: "Dele a tope [con la quimioterapia], que aquí voy a aguantar todo". Y en la última semana estaba de rodillas, pidiendo clemencia [más risas]. La primera quimio, me mandó cinco días al hospital sin plaquetas. Estaba muy mal. Era esa la semana de descanso de la quimio y, cuando salí, le dimos otra vez a la quimio. El compromiso mío era total.

Y la realidad es que me gustaría agradecer a oncólogos, médicos, a todos en la Vall d'Hebron... Pero a todo el sistema sanitario, porque es que es una p*** barbaridad lo que hacen. El sistema está en bancarrota y quien lo aguanta son los profesionales. No te imaginas la barbaridad que hacen. La amabilidad, el trato… Es lo más bestia que he visto en la vida. Los profesionales de la sanidad pública sí que son casos únicos. No entiendo cómo aguantan.

P. Volviendo a ese tema que antes citabas, el de preparar durante todo el año un gran objetivo, el Dakar: ¿cómo es la vida cotidiana de Nani Roma durante todo ese año? ¿Cómo se mantienen la motivación y la disciplina durante todo el año para mantener esa tensión competitiva?

R. Durante el año hacemos más carreras, pero estos dos últimos años estaba haciendo un coche nuevo, como en Prodrive, y los test no te permiten competir. Ahora, me ha ayudado mucho que me llame la familia Wilson para el tema de Ford, un proyecto nuevo. Ves que es importante que la gente cuente contigo a pesar de lo que ha pasado, porque en el deporte de élite solo cuentan contigo para lo que vales. Cuando tienes una situación como la que tuve [durante el cáncer] y te llaman y confían en ti, es una gran motivación.

Ahora estamos trabajando en evolucionar un coche que existía y tuvimos que hacer muchos cambios y dedicar recursos para hacer el coche nuevo. He hecho dos carreras en 2023, la Baja Aragón y Marruecos [quedó tercero]. Y, ahora, el Dakar. El año que viene, nos espera un año muy completo con el coche nuevo que nos llega en primavera. Es una ilusión enorme, estoy con muchas ganas. Y después de tantos años seguimos aquí.

P. Desde el punto de vista humano, ha debido ser muy reconfortante esa llamada para el proyecto de Ford.

R. Está claro, es un proyecto oficial, ser partícipe de ello te satisface mucho. Te dices: "Ostras, en este mundo has dejado algo, has dejado huella". He tenido la suerte de hacer el Hunter de Prodrive que gana carreras, con el que trabajé mucho con ingenieros y mecánicos. Y ahora que te llame Malcom Wilson y Marc, su hijo, para un proyecto muy bueno, imagínate la ilusión. Fue un chute muy importante.

P. Ford vuelve a la Fórmula 1 y también tiene un equivalente en el mundo de los raids con este proyecto en el que se ha embarcado.

R. Ford quiere ganar el Dakar en coches, es la realidad, y están poniendo todos los medios para ganar. Ford es una marca histórica en el mundo de la competición, pero sí es verdad que en los últimos años dejó el deporte un poco por diferentes razones, pero los nuevos dirigentes han vuelto a tope. Con el motor de Red Bull en la Formula 1, y ganar el Dakar.

Tenemos un coche que existía y Ford, y los Wilson, han decidido hacer un año para que el equipo se rodara y coja experiencia, para llegar a 2025 con un coche nuevo, pero con la experiencia de un Dakar. Es un proyecto muy importante para ganar y estamos trabajando para hacer un coche para lograrlo.

P. Centrándonos en este Dakar, parece que os esperan duras emboscadas a decir de los propios organizadores… ¿Cómo lo ves, a priori?

R. El año pasado tenía claro que la primera semana sería dura y la segunda no, como así fue, y lo dije pronto. Este año, creo que va a ser duro por una sola razón: porque David Castera [el director] se cabreó mucho cuando la gente empezó a decir que no era duro. Este año creo que nos vamos a pasar por el otro lado [risas].

A ver, a mí me gusta que sea duro si todo va bien, porque a veces cuando estás allí perdido con un problema, te dices: "Oye, podía haber sido menos duro, ¿sabes?". Como en la quimio con el doctor [risas].

Pero sí que tengo la sensación de que será así, porque empezamos con días de más de 400 kilómetros, con etapas largas, una de 48 horas... El Empty Quarter lo ha recorrido solo con un buggie, con lo cual no sé si ha equilibrado bien la dureza, porque un buggie sube por todas partes… A ver si en la etapa de las 48 horas nos quedamos todos tirados por ahí en medio [risas]. Creo que será un Dakar, lo veréis, en el que algún día se anulará alguna etapa.

P. Tus rivales, defínelos como quieras, ¿cómo les analizas? Empezamos con Carlos Sainz…

R. Carlos es un espécimen único. Un piloto con 61 años, pero las ganas que tiene de competir, cómo lucha.... No se deja nunca nada. A veces, se baja del coche y está fundido, pero cuando entra en el coche se transforma. Yo creo que en su cuerpo tiene algún conector y ahora con el coche eléctrico se debe enchufar en algún sitio [risas].

Es una pasada, es supercompetitivo. El año pasado, salta una duna detrás de Peterhansel, se dan la leche del siglo y al día siguiente sale a tope otra vez. Cuando veo a gente que le critica, me digo: "Pero ¿estáis enfermos? ¿Cómo podéis criticar a un tío así?". No tiene que demostrar nada más en la vida, la tiene resuelta y le tienes en medio del desierto a tope. Es una pasada cómo compite. Es un competidor muy bestia, es como Fernando [Alonso] con la Fórmula 1, que les da a los chavales de veinte años y dicen que a los cuarenta ya están acabado. Sí, unos c*** [risas].

P. Otro espécimen: Nasser Al Attiyah (ganador en cinco ocasiones).

R. Nasser es un tío con talento y su gran suerte es que puede competir mucho. Aprovecha muy bien la suerte que tiene de ser de un país que le da fondos y le permite competir todo el año. Con su copiloto, están siempre juntos y le sale todo muy natural. Ahora, solo habrá que ver cómo van los dos [Sebastian Loeb, con quien este año va a compartir equipo en Dacia]. Al final, al primero a quien quieres ganar es a tu compañero de equipo, el que te saca los colores con el mismo coche. Ninguno de los dos va a aflojar y esto les puede pasar factura.

P. Sebastian Loeb, un fuera de serie en los rallies, pero que aún no ha logrado ganar el Dakar después de tantos intentos ya…

R. Bueno, así la gente entiende la complejidad de un Dakar. Un tío que tiene nueve Mundiales de rallies, un talento enorme, super rápido y le cuesta mucho. Porque siempre hay un día que falla. Pero Loeb va a estar cada día delante, aunque es alguien que arriesga.

P. Peterhansel...

R. Nunca hace ruido el c*** [risas], pero siempre está allí. Te dices: "Oye, ¿dónde está Peterhansel? Ahí va, si está primero" [risas]. Le conozco muy bien, he competido con él en coche y motos, entiende tan bien la carrera que un día pum, a todos les pasa algo y él marca las diferencias y se pone primero. Sabe hacerlo, entiende mucho, mucho, esta carrera. Parece que no está corriendo y se ha puesto primero.

P. El último de la serie. ¿Quién le gusta más, el piloto que veíamos en la moto perder un Dakar en 2002 en aquel desfiladero entre Tichit y Kiffa, angustiado por encontrar el rumbo cuando tenía el Dakar ganado, o el Nani Roma que vuelve al Dakar con 51 años y todo el bagaje acumulado en la vida y en las carreras?

R. Lo veo con la misma emoción de siempre, las mismas ganas y pasión por mi trabajo, porque me gusta mucho lo que hago. Seguramente más calmado, porque he aprendido muchas cosas. Y sobre todo, con ganas de seguir aprendiendo. La vida en general siempre me sorprende y el Dakar también, y se aprenden cosas nuevas. He intentado aprender de todos los errores, de las derrotas más que de las victorias. Sigo teniendo las mismas ganas y la pasión, y con proyectos para ganar otra vez el Dakar.

La cuestión es que me gusta mucho competir, disfruto mucho, aunque se sufre mucho. Los deportistas no siempre lo pasamos bien cuando competimos, pero luego la recompensa es tan alta… Y no es la victoria la que te hace disfrutar, sino el haber hecho el máximo sin reproches. Lo bueno es luchar, lo importante es prepararte y hacerlo lo mejor posible y no tener ningún reproche cuando vuelvo a casa. En esto estamos, este es el Nani Roma de ahora.