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"Ha sido una mierda": Loeb y Elena, el tormentoso divorcio del matrimonio perfecto
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EL MEJOR PALMARÉS DEL MUNDIAL DE RALLIES

"Ha sido una mierda": Loeb y Elena, el tormentoso divorcio del matrimonio perfecto

23 años juntos, el mejor palmarés de la historia de los rallies, juntos en el Dakar, pero Sebastian Loeb le ha pedido a su amigo íntimo la separación a petición del equipo Prodrive. Elena no se recató en decir lo que piensa.

Foto: Loeb y Elena lograron 119 podios juntos en el Mundial de Rallies, pero el Dakar les ha separado
Loeb y Elena lograron 119 podios juntos en el Mundial de Rallies, pero el Dakar les ha separado

Eran los Zipi y Zape de los rallies y el Dakar. Pero a la singular personalidad de ambos se unía el increíble talento de Sebastian Loeb. Con su copiloto Daniel Elena formaba la pareja más exitosa en la historia del Mundial, y quizás del deporte no individual. Nueve títulos mundiales, 79 victorias, casi el 45 por ciento de victorias en los rallies disputados... Loeb y Elena no se habían separado en 23 años, desde 2001 hasta el pasado Dakar. Un pareja eterna, tan indisoluble como el agua y la sal en el mar. Porque además eran amigos íntimos. Hasta que esta semana inesperadamente dejaron de ser compañeros a bordo para competir en el próximo Dakar.

Ambos tienen un punto iconoclasta y heretodoxo, más en el caso de Daniel Elena, contrapunto de Loeb. El copiloto monegasco es espontáneo y guasón con estilo campechano, mientras que el piloto es introvertido, tímido, y nada dado al exhibicionismo a pesar de su estatus de superestrella. Dos químicas complementarias que han funcionado como un solo elemento. Porque el factor humano alcanza tanta o mayor importancia que el técnico en una disciplina donde la convivencia directa es intensa y permanente, siempre bajo el estrés de la competición.

Fue el propio Elena quien anunciaba el divorcio en las redes sociales con un vídeo fiel a su singular personalidad, donde ‘rajó’ su frustración sin importarle el futuro de sus relaciones profesionales. Prodrive, la estructura que debutaba en el pasado Dakar con el BRX. La misma con la que Carlos Sainz compitió -con polémicas incluídas- en 1994 y 1995 en el Mundial de Rallies. No ha sido una separación cualquiera, ni tampoco tranquila y sí muy mediática. “La guerra no ha acabado. Los ingleses ganaron la Guerra de los Cien Años con Francia pero, hey, soy monegasco, así que la guerra no ha terminado” reinvindicaba en su vídeo personal en el que desataba su frustración pocas horas después de la llamada de Loeb. Sus ‘rajadas’ desde entonces no han tenido desperdicio.

"Ha sido una mierda"

Elena cogió carrerilla en el video, y tras una breve introducción de la trayectoria común, experiencia y resultados en el Dakar, se lanzó al ataque para defenderse: “Loeb/Elena, este año en el Dakar, con Prodrive…Ha sido una mierda. Hoy he recibido una llamada de Seb a las 11.45 para decirme que no íbamos juntos al Dakar, y que iría con otro, porque el equipo de Prodrive ha decidido que no tenía la suficiente experiencia, que no estaba motivado, y que había cometido suficientes errores de navegación este año”. A partir de aquí, Elena improvisó sobre la marcha su discurso, pero con las ideas bien claras.

“Pero antes de decir que Elena le ha hecho perder el tiempo a Loeb, escuchad a Elena. Habeis hecho el tonto. Vuestro coche no está hecho para ganar. Sois un equipo desestructurado. No me habéis escuchado. Hemos pasado horas hablando de lo que había que hacer para construir un coche fiable y no me habéis escuchado los consejos. Ni los míos, ni los de Nani ni los de Loeb”. Elena se despachó contra Prodrive recordando el Mundial de Rallies (“el último título lo ganasteis en 2003”) Ahora habéis hecho dudar y separarnos después de 23 años”.

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Después de los nueve títulos con Citroen en el Mundial de Rallies, Loeb y Elena contribuyeron al de Marcas para Hyundai

Los errores del último Dakar

Quien haya seguido el Dakar durante estas últimas ediciones habrá podido apreciar una cierta falta de entusiasmo de Elena, hasta en ocasiones del propio Loeb, ante la naturaleza de los raids y sus numerosos factores aleatorios que tanto influyen en el resultado final, ajenos a la preparación o nivel del equipo. En momentos determinados no han ocultado públicamente su hartazgo durante el Dakar e incluso ganas de irse a casa antes de terminar una edición, como fue el caso de Elena en 2020. En 2018, además, Elena se rompió el coxis en un accidente junto con Loeb al caer en una bañera entre dunas.

Sin embargo, la pasada edición fue particularmente complicada para los copilotos, lo que pudo pasar factura a Elena. Al margen de posibles razones internas desconocidas (como enfrentamientos personales), los argumentos de Prodrive han debido pesar para que Loeb tome una decisión de tal calibre. En el diario francés Le Equipe, ambos ofrecían sus respectivas versiones. “Me dijo que Prodrive se lo había pedido, que habían visto que no estaba motivado, y que había cometido demasiados errores durante el último Dakar. Bueno, me perdí en la primera especial porque descubrí la tableta digital nueva y cómo funcionaba, pero no creo que hiciera más errores que los demás”, reconocía el monegasco, para el cambio radical de la filosofía de navegación frente a la edición anterior y los dakares de Sudamérica.

Las razones de Loeb y Prodrive

“No ha sido algo agradable de hacer porque hemos pasado 23 años juntos y Daniel es un colega”, explicaba también Sebastian Loeb en el periódico francés. También explicaba en Instagram que "ha sido la llamada más dificil que he tenido que hacer". Pero El piloto, efectivamente, hubo de asumir el duro informe realizado por el equipo tras su debut en el Dakar. “Hemos discutido mucho con Prodrive y, después de analizar nuestro último Dakar, llegamos a la conclusión de que sería mejor intentarlo con alguien más. Tengo 47 años, y no muchos más por delante para ganar el Dakar, así que me quiero dar las mejores opciones para ello. El tiempo dirá si es la decisión adecuada. Pero eso no cambia mi relación con Daniel, con quien he compartido una cantidad de éxitos enorme”.

Tras dos días de tiroteo mediático, el responsable de una de las estructuras deportivas más potentes de Gran Bretaña, dio su versión. Según David Richards,“Sebastian Loeb ha sido consultado constantemente al respecto, porque obviamente no es una decisión que se tome a la ligera”, explicaba en el medio especializado Dirtfish.com', reconociendo el asentimiento final del piloto francés. “No podríamos haber ido tan lejos si Sebastian no aceptaba las conclusiones a las que todos hemos llegado. A veces hay que mirar las cosas objetivamente y tomar decisiones”, explicaba Richards para contestar a las acusaciones de Elena, no sin antes dejarle sus 'recados': “el Dakar ha cambiado mucho desde que llegó a Arabia Saudí, no es como en Africa y Sudamérica. Requiere mucha experiencia, mucho entrenamiento de navegación. Como rendimiento de nuestro coche, recuerdo que logramos el mejor resultado de los ‘rookies’ del Dakar, y Nani no perdió más de dos minutos treinta segundos por problemas mecánicos. Así que mejor preguntar a Nani o Sebastian antes que a Daniel”.

Amigos personales desde antes de que Loeb empezara a triunfar en los rallies, Loeb y Elena eran algo más que piloto y copiloto profesionales. Eran colegas, íntimos amigos, personalidades complementarias y muy compenetradas. Ahora solo falta conocer el futuro de esa amistad. Ellos dicen que seguirá viva. El tiempo dirá. Y si finalmente Sebastian Loeb consigue ganar el Dakar sin su fiel Daniel Elena.

Eran los Zipi y Zape de los rallies y el Dakar. Pero a la singular personalidad de ambos se unía el increíble talento de Sebastian Loeb. Con su copiloto Daniel Elena formaba la pareja más exitosa en la historia del Mundial, y quizás del deporte no individual. Nueve títulos mundiales, 79 victorias, casi el 45 por ciento de victorias en los rallies disputados... Loeb y Elena no se habían separado en 23 años, desde 2001 hasta el pasado Dakar. Un pareja eterna, tan indisoluble como el agua y la sal en el mar. Porque además eran amigos íntimos. Hasta que esta semana inesperadamente dejaron de ser compañeros a bordo para competir en el próximo Dakar.

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