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"Los hombres están explotados": la historia tras la Biblia antifeminista escrita por una mujer
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ESTHER VILAR, 50 AÑOS DESPUÉS

"Los hombres están explotados": la historia tras la Biblia antifeminista escrita por una mujer

Cincuenta años después de su primera edición, y tras mucho tiempo sin estar disponible, Deusto reedita 'El varón domado', un libro que reventó la España del tardofranquismo

Foto: Ilustración: Sofía Sisqués
Ilustración: Sofía Sisqués
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"Las mujeres dejan que los hombres trabajen para ellas, piensen por ellas, asuman todas sus responsabilidades. Las mujeres explotan a los hombres. Y, sin embargo, los hombres son fuertes, inteligentes e imaginativos; las mujeres, en cambio, débiles, tontas y carentes de imaginación. Entonces, ¿cómo es posible que sean las mujeres las que se aprovechan de los hombres y no al revés?".

"Como a las mujeres lo único que les interesa de los hombres es su dinero, y a los hombres de las mujeres su aspecto físico, en su entorno son siempre los hombres con mayores ingresos los que se llevan a las mujeres más deseadas".

"El hombre siempre está buscando a alguien o algo que le esclavice, pues solo como esclavo se siente a salvo. Y casi siempre escoge a una mujer".

"La conciencia del ser humano le permite elegir entre una existencia inferior, más propia de los animales, y una existencia espiritual. Sin vacilar, la mujer elige la primera. Concentra sus prioridades en el bienestar físico y en disponer de un nido en el que poder seguir sin trabas sus propias pautas reproductivas".

"A los doce años, las mujeres han decidido su futuro: convertirse en prostituta"

Cincuenta años después de su publicación, del #MeToo y de la cuarta ola del feminismo, El varón domado, el libro que dio a conocer a Esther Vilar, escritora, socióloga y médica germano-argentina, suena a auténtica salvajada. Sus escuetas doscientas páginas, divididas en capítulos tan llamativos como "El universo es masculino", "Su estupidez hace divina a la mujer", "El sexo como recompensa" o "Los hijos como rehenes" son un catálogo de eslóganes que van tan a la contra del discurso feminista moderno que cuesta creer que algún día se publicase algo así.

No solo se llegó a imprimir, sino que se convirtió en todo un fenómeno editorial en países como España, donde ahora vuelve a las estanterías con nueva traducción de Silvia Yusta gracias a Deusto, la misma editorial que ha publicado libros como Hombres de Richard Reeves o Nadie nace en un cuerpo equivocado, de José Errasti. Como explica Roger Domingo, editor del Grupo Planeta que ha decidido apostar por el libro, no se había vuelto a reeditar desde los años setenta, cuando salió al mercado de la mano de Grijalbo. Durante décadas, solo se ha podido encontrar en librerías de segunda mano o en archivos Word que circulaban de bandeja en bandeja de e-mail.

La tesis de Vilar es que la mujer ha conseguido que el hombre, mucho más capacitado, ingenioso y bello, trabaje para ellas, facilite su vida a través de la invención de toda una serie de electrodomésticos, a cambio de un poco de sexo de vez en cuando (una tesis que recuperaría años después Camille Paglia en Sexual Personae) y, además, acepta de buen grado las acusaciones de explotador. Vilar es abiertamente provocadora. En uno de los primeros capítulos, escribe que "a los doce años a más tardar, la mayoría de las mujeres ya ha decidido su futuro, convertirse en prostituta. En otras palabras, dejar que un hombre trabaje para ella a cambio de poner a su disposición su vagina cada cierto tiempo".

Ella misma admitía en un nuevo capítulo escrito durante los ochenta que se trataba de "un panfleto escrito en pocas semanas en pleno ataque de rabia contra el monopolio de la opinión pública por parte del movimiento feminista de entonces". Una capacidad de provocación que ha llevado a Deusto a comprar los derechos a la agencia alemana AVA International a través de su subagente española, Alicia González Sterling, de Bookbank. "El libro te permite ver qué se piensa entonces y qué se piensa ahora, cuáles han sido los cambios sociológicos", explica Domingo. "Escandalizó hace cincuenta años y puede volver a escandalizar ahora, así que quizá eso muestra que seguimos dando vueltas a las mismas cosas".

Cómo el enigma Vilar llegó a España

Pero ¿quién es Esther Vilar, la autora acusada de quintacolumnista por las feministas de segunda ola? En realidad, un misterio. Hija de judíos alemanes, nació en Buenos Aires en 1935, estudió medicina en la capital bonaerense, viajó por Latinoamérica y África y llegó a la República Federal Alemana para concluir sus estudios. Se casó con el escritor Klaus Wagn en 1961, tuvieron un hijo en 1963 y en 1975 se divorciaron. Aunque su libro se centra en la vida conyugal, siempre huía de las explicaciones personales. En un debate de 1975 con el icono feminista Alice Schwarzer, esquiva el tema cuando le pregunta por sus complejos y recuerda que son sus ideas lo que hay que juzgar, no a ella.

El varón domado no recorrió un camino sencillo. Vilar había escrito una obra de teatro, El verano que siguió a la muerte de Picasso, una novela gráfica, Hombre y muñeca, y un ensayo, Sobre la fuerza de la estupidez. Vilar redactó su libro en español sin demasiada ambición y lo presentó a dos editoriales, que lo rechazaron. Entonces, lo tradujo al alemán y lo presentó a un editor vienés: Der dressierte Mann fue editado en Alemania por Bertelsmann Leserign. Entró en el mercado de lengua castellana en 1973 gracias a la editorial española Grijalbo, que por entonces se centraba en el mercado estadounidense, pero hizo una excepción. Plaza & Janés publicaría en 1975 su continuación, El varón polígamo.

"Yo soy una feminista feminista, porque veo lo que hace la mujer con el hombre"

Durante más de un año, pasó desapercibido. Entonces, llegó el 20 de abril de 1975, el día en que Vilar apareció cara a cara con José María Íñigo en Directísimo. En unos meses se convertiría en el tercer libro más vendido en el último año del franquismo. La primera pregunta del popular presentador apuntaba a su honestidad, ante la acusación de que sus provocaciones eran una estrategia de marketing para convertirse en un best seller prefabricado: "Señora Vilar, ¿cree usted de verdad en todas las tesis que usted ha escrito en sus dos libros El varón domado y El varón polígamo?".

La respuesta volvía a incidir en la tesis principal de la autora. "Absolutamente", respondía. "Yo creo que las mujeres no ven en los hombres unos seres humanos, sino una especie de máquinas, unos electrodomésticos, unos robots que hacen todo lo que ellas quieren". La situación solo ha ido a peor a lo largo de los años, añadía. En otro momento de la entrevista, Vilar explicaba que era feminista, pero "de otro tipo de feminismo". "Yo soy una feminista feminista, es decir, veo a la mujer desde el punto de vista femenino y veo lo que hace la mujer con el hombre", añadía.

La controversia fue tal que Íñigo publicó un libro en la misma editorial que la autora, La "bomba" Vilar, en el que recogía algunos de los cientos de cartas que había recibido tras la aparición de la escritora en la televisión española. En él, describía así a la misteriosa escritora: "Es una mujer menuda, delgada, de pelo rubio y sonrisa constante. Segura de sí misma, cordial, amable, espléndidamente vestida generalmente con ropas 'progres', tiene eso que las mujeres llaman 'personalidad'", escribe. "Acepta las preguntas más indiscretas y las críticas más acerbas".

Un día después de su aparición en el único canal de televisión, la autora se presenta en el Ateneo de Madrid, donde apenas puede llevar a cabo su presentación junto al profesor Víctor Alba, antiguo militante del POUM, y la periodista Josefina da Silva. Las protestas no entendían de género. Una crónica del acto firmada en Informaciones por María Luisa de Armiñán relataba que "unas veces eran mujeres las que protestaban, otras, hombres airados". La autora comparaba el acto con la Toma de la Bastilla. Como recordaba Íñigo, Vilar no acude a firmas de libros y apenas concede entrevistas. "Ha sido objeto de violencias en todas partes”.

placeholder Esther Vilar, a principios de los años ochenta. (Getty Images)
Esther Vilar, a principios de los años ochenta. (Getty Images)

Para julio de ese mismo año, el periodista José Antonio Valverde ya tenía en la calle El varón domado, réplica (Sedmay Ediciones) contra "sus extrañas, revolucionarias y estúpidas teorías". Un libro redactado de manera frenética en seis días, tras la noche en la que Vilar "se metió en mi casa (en la casa de todos) y la emprendió contra todo ser viviente, destruyéndolo todo, por aquí y por allá, negando la mínima cualidad al ser humano, hombre o mujer". El tono del periodista era dramático: "Yo, según Esther Vilar, soy un varón domado. Yo, según Esther Vilar, soy un imbécil. Soy, además, un bufón. Soy un tonto sin remisión. Soy un fatuo, un animal y un esclavo. Yo, según Esther Vilar, soy un simple y mísero pene, sometido y domado. Soy un pene".

Lo llamativo de la aparición de Vilar en España es que puso de acuerdo a mujeres conservadoras y progresistas, cada una por distintas razones. A Pilar Franco, hermana del dictador, le parecía que Vilar iba demasiado lejos: "No, no, la mujer trabaja y las hay que trabajan como leonas". Franco matizaba las palabras de la alemano-argentina: "La mujer siempre domina al hombre un poco. Un poco. Pero una cosa es dominar al hombre y otras cosa hacerlo esclavo".

Una que estaba a medias de acuerdo con Vilar era Lola Flores. La Faraona respondía: "Me parece una mujer antifeminista, porque ataca demasiado fuerte a la mujer, aunque reconozco que tiene razón en algunas cosas. Estoy de acuerdo con que el hombre es más noble y mejor persona que la mujer, y que algunas mujeres viven a costa de los hombres, pero es que la mujer cuando se enamora se esclaviza porque le gusta mimarle y cuidarle, y se dedica solo a él".

Durante mucho tiempo, El varón domado se convirtió en uno de esos libros tabú que cayeron en el olvido cultural, como ejemplo anacrónico de una época marcada por determinadas discusiones que se creían superadas, hasta que de repente, algún sorprendido varón confesaba que había caído en sus manos el libro de una médica argentina que contaba con todo lujo de detalles cómo las mujeres explotan a los hombres. Durante años, el libro ha circulado en una copia en formato Word que alguien se molestó en teclear, a veces reproducido en foros de internet.

Hoy vive en Londres, tiene 88 años y no concede apenas entrevistas

El libro ha llegado durante los últimos años a los subforos incel de páginas como Reddit, donde ha sido descrito como "la Biblia de los redpillers", en referencia a esa subcomunidad masculina que afirma haber descubierto la dolorosa verdad del mundo, que es que las mujeres son las que oprimen a los hombres, y no al revés. "Ella le dio la pastilla roja al mundo hispanohablante incluso antes de que existiese esa palabra", escribía un usuario de Reddit.

Hoy, Vilar tiene 88 años y vive en Londres, aunque a veces se desplaza a Alemania. No concede entrevistas, salvo casos contados y por escrito, como ocurrió con Arcadi Espada, que ha escrito la introducción de la nueva edición, para El Mundo. En su charla volvía a recordar que no era un libro antifeminista, simplemente pretendía que las mujeres cambiasen de actitud y dejasen de pensarse como víctimas. El Confidencial ha solicitado entrevista con Vilar, pero tampoco ha recibido respuesta.

¿Hemos sido engañados?

Cabe otra posibilidad: que todo, desde el personaje de Vilar hasta sus teorías, pasando por todas sus defensas del libro a lo largo de las décadas, sean parte de una compleja sátira llevada hasta sus últimas consecuencias, y que El varón domado sea una parodia de los discursos antifeministas utilizados por los hombres, disfrazada de bomba de relojería cultural. Así, el libro sería en realidad una herramienta para movilizar al feminismo: es la teoría que Schwarzer sugiere al inicio de su entrevista con Vilar en la televisión alemana y que es compartida por muchas de sus amigas.

Domingo no está de acuerdo: "Utiliza la sátira para escandalizar, pero como herramienta para que se le haga caso, para llamar la atención, pero lo que dice, lo dice muy seriamente", valora. "En la entrevista de Arcadi, ella se reafirma en todo, lo pensaba en ese momento y lo sigue pensando". A lo largo de los años, la autora no ha hecho más que reafirmarse en sus ideas. Otra cosa es que no se detecte la ironía que hay en muchas de sus aseveraciones. Espada lo describe como "un veraz, agudo, irreverente y divertido ensayo".

De lo que no cabe duda es de que el libro está escrito en un contexto cultural y socioeconómico que hoy se ha perdido: como bien señala Espada en la introducción, se trata de una ácida crítica de "la mujer pequeñoburguesa en Occidente", que cristaliza en esa imagen del ama de casa del american way of life, que vive en una amplia casa en los suburbios, que cuida durante todo el día, esperando a que su marido vuelva a casa. Así visto, El varón domado podría ser el reverso ensayístico de The Stepford Wives de Ira Levin, aquella novela satírica de terror en la que las mujeres de una ciudad residencial descubrían que eran robots inventados por sus maridos para satisfacer sus necesidades.

El objeto de sus ataques, de hecho, no suele ser el activismo feminista, sino el ama de casa acomodada. Por eso puede leerse también como un ensayo anticapitalista, en el que las facilidades que ofrece la sociedad de consumo ha convertido a los hombres en esclavos y a las mujeres en dóciles sirvientas. Vilar ataca abiertamente la sociedad americana del éxito: "En ningún lugar es más evidente que en Estados Unidos la diferencia entre un triunfador y un perdedor", escribe. "Salta a la vista que en ningún otro país del mundo las madres adiestran de forma tan despiadada a su prole masculina para que rinda como en EEUU".

En La "bomba" Vilar, Íñigo tampoco dudaba de la honestidad de sus ideas. "Todo demuestra que Esther Vilar está convencida de lo que dice, que nada contra corriente conociendo los sinsabores que ello implica", escribe. El problema es que para que una sátira sea perfecta y funcione tal y como su creador la ha concebido, debe llevarse hasta las últimas consecuencias, hayan pasado tres o cincuenta años, o de lo contrario su poder se desvanecería. Vilar se llevará a la tumba la verdadera intención de El varón domado.

"Las mujeres dejan que los hombres trabajen para ellas, piensen por ellas, asuman todas sus responsabilidades. Las mujeres explotan a los hombres. Y, sin embargo, los hombres son fuertes, inteligentes e imaginativos; las mujeres, en cambio, débiles, tontas y carentes de imaginación. Entonces, ¿cómo es posible que sean las mujeres las que se aprovechan de los hombres y no al revés?".

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