He probado la 'airfryer' de la que todos hablan: he tirado la vieja y ya no uso el horno

La popularidad de las airfryers o freidoras de aire es un buen reflejo de los tiempos que corren para muchos de nosotros. Pisos cada vez más pequeños, con cocinas reducidas a su mínima expresión y donde a veces no hay espacio suficiente como para un buen horno y hay que conformarse con uno de sobremesa que a veces funcionan de aquella manera. Nuestras viviendas no son lo único que se han ido achacando en los últimos años. También nuestras agendas, que cada vez disponen menos horas libres entre semana para los quehaceres diarios, por el motivo que sea.

La cuestión es que este terreno era el abono perfecto para que estos electrodomésticos se hayan convertido en un elemento imprescindible de hogares españoles y también en un regalo socorrido de cara a la Navidad. Así que si alguien de tu entorno o tú mismo tienes pensado incluirla en la carta de deseos de este año, aquí va una experiencia que te puede ayudar y mucho a que el aparato no acabe acumulando polvo o revendido por cuatro duros en Wallapop.

Mi primera freidora de aire llegó a mis manos hace dos años. Di una oportunidad al invento porque me tocó una pedrea en la Lotería de Navidad. Me decanté por un modelo barato y compacto, de Xiaomi, porque tampoco pensaba que le iba a sacar muchísimo provecho y prefería algo sencillo.

Sin embargo, la fui introduciendo poco a poco en mi rutina diaria y me sorprendió el peso que había cogido en mi cocina. El concepto freidora de aire juega en su contra, porque parece que está pensada para hacer fritura sin aceite, pero sirve para mucho más. Hace unas semanas tuve la oportunidad de meter en casa un nuevo modelo de una marca que está triunfando en tiendas online como Amazon. La empresa se llama Cosori y es de origen norteamericano.

El dispositivo que me ha estado haciendo de pinche las últimas semanas ha sido uno de sus últimos lanzamientos en España, la Turbo Blaze Chef Edition. Se trata de una freidora de aire más grande de lo que tenía hasta ahora, con más potencia y que me ha demostrado que todavía puedo hacer mucho más de lo que hacía con mi viejo modelo, que ahora ha pasado a mejor vida, igual que el minihorno con el que me apañaba para cuando necesitaba hacer alguna tarta o similar.

Este texto es una review de este modelo, pero también pretende ser una guía general de los puntos en los que es interesante fijarse cuando vayamos a comprar un dispositivo así.

Una buena forma de controlarla

Sobre el diseño exterior de esta Turbo Blaze de Cosori hay poco que decir. No porque no esté bien hecho, sino porque encajará más o menos en tu casa dependiendo de cómo la tengas decorada. En este caso, el exterior está rematado en negro y tiene unos detalles, como el mango, en dorado.

El aspecto se siente bastante premium. Lo que me ha parecido interesante es que el mango tiene un botón para desbloquear la cesta. No hay que tirar de ella a pulso, lo que hace que sea más natural y fluida extraer esta pieza. Esta marca tiene modelos que cuentan con un cristal al estilo de un horno para ver el progreso. No es el caso.

Sin embargo, lo mejor de esta Cosori es su pantalla táctil. Un panel de control situado en la zona superior que nos permite controlar los modos, el tiempo y la temperatura solo con un golpe de dedo y de manera sencilla pero sobre todo rápida. ¿Por qué es importante fijarse en esto? Porque muchas veces si quieres tener un mejor cocinado conviene cambiar algunas variables al programarlo o en algún punto del proceso.

Si tienes que andar girando y apretando una rueda o no tienes suficientes botones que te permitan accesos directos a lo que necesitas en cada momento hay muchas papeletas que acabes utilizando un modo genérico y el resultado deje bastante que desear.

Piénselo. ¿A cuántas personas han visto utilizar sin ningún tipo de criterio el microondas de la oficina porque no es intuitivo y al final acaban muchas veces secando la comida más que poniéndola al punto? Pues aquí más de lo mismo.

Más tamaño no solo significa mayores raciones

Hasta ahora tenía una freidora de aire de poco más de tres litros de capacidad. Esta es de seis. ¿Es mucho más voluminosa? Tiene un volumen mayor, por supuesto, pero a la hora de la verdad no me ha quitado mucho más sitio de lo que me quitaba el anterior modelo.

Antes de tener un modelo de mayor capacidad, yo siempre había pensado que una freidora pequeña era suficiente para una o dos personas. Pensaba que las de mayores dimensiones estaban reservadas a hogares más numerosos, por el tema de las raciones. Pero hay otras ventajas. La primera tiene que ver con la circulación del aire. Cuanto más espacio haya para que el calor se distribuya por el interior, más uniforme va a ser el cocinado y no vas a necesitar darle otra pasadita.

Es más, cuando utilizaba el modelo de 3 litros en más de una ocasión, al cocinar piezas grandes de pollo o de pescado, tenía que estirar el cocinado y poner un trozo de papel de plata para evitar que una parte se hiciese más de la cuenta. Lo bueno de tener un modelo más grande es que el aire se distribuye mejor y, por tanto, el calor impacta de manera mucho más uniforme en las piezas. Obviamente, si lo llenas hasta arriba de patatas o de lo que sea va a tener que remover cada ciertos minutos para que todas se hagan por igual.

En el caso de la Cosori incluye una bandeja inferior con topes de silicona que cumple una doble función. La primera es la de que el aire recircule e impacte en la parte inferior, y la segunda, servir para soltar el exceso de aceite o de grasa que pueda surgir durante el cocinado.

Es importante fijarse en estos detalles y que nuestra freidora de aire incluya estos accesorios. Otras marcas como Philips (ahora conocida como Versuni en el caso de sus electrodomésticos) cuentan con un diseño en forma de hélice en el inferior de la cesta con el fin de que el chorro de calor llegue a todas partes.

La otra gran ventaja de tener una freidora de mayor formato es que puedes cocinar piezas más grandes. En estas semanas he asado un solomillo de cerdo sin necesidad de trocearlo, un pollo asado e incluso he podido hornear bizcochos y tartas de queso. Eso en un modelo más pequeño hubiese sido directamente imposible. Cuando haces cosas más pequeñas, el tener una superficie más grande permite apilarlas en una sola capa, que siempre es mejor y más eficiente que apilarlas en dos capas, por mucho soporte de hierro que tengamos para separarlo.

Lo bueno de tener un modelo más grande es que el aire se distribuye mejor y el calor impacta de manera mucho más uniforme en las piezas

Si en este punto te estás preguntando qué se puede y qué no se puede cocinar en una freidora de aire, la respuesta es sencilla: nunca intentes hacer en una freidora de aire lo que no harías en un horno porque no te gusta el resultado. Si estás pensando en utilizarla como electrodoméstico para todo es importante fijarse en tres aspectos diferentes. El primero de todos es el rango de temperatura. Esta Cosori nos permite un rango de entre 30 y 230 grados de temperatura. El segundo dato importante es el temporizador: aquí tenemos la posibilidad de fijar intervalos de entre un minuto y 24 horas. Y por último, la potencia del aparato. Esto influye en el tiempo en el que se va a alcanzar la temperatura necesaria. En este caso tenemos, 1725 W de potencia.

La compañía asegura que su nuevo motor reduce un 46% los tiempos de cocinado frente a otros modelos de la compañía. Yo no he podido compararlos, pero sí que he notado que el cocinado era bastante más rápido que mi anterior modelo y otros low cost que he tenido la oportunidad de meterles mano. Respecto a mi horno también he notado ciertas mejoras. Una tarta de queso que en mi horno de sobremesa me llevaba algo más de 50 minutos, aquí estamos hablando de 35 minutos y 3 minutos de precalentamiento.

Quizás lo que más me ha gustado de este aparato de Cosori es su número de programas predeterminados. Tenemos los básicos, que son el de precalentamiento (algo que se recomienda hacer siempre) y el de freidora de aire. Pero también tenemos una serie de modos que nos ayudarán a prescindir de otros aparatos. Por ejemplo, del microondas, ya que tenemos una opción para recalentar comida que tenemos ya prepara y tenerla lista de nuevo en unos pocos minutos. Podremos descongelar fácilmente o mantener caliente algo que hemos cocinado unas horas antes de una comida o de una cena. Hay modos para gratinar u hornear. Y si somos los de que nos gusta hacer pan o yogures también hay buenas noticias: tenemos un modo para fermentar.

Es importante fijarse en esto. ¿Por qué? Hay gente que le dedica mucho tiempo a la airfryer y mejorar sus técnicas y recetas. Sin embargo, si no tenemos mucha experiencia o queremos tener las cosas bien masticadas, lo mejor es contar con una buena serie de modos predeterminados que nos ayuden a ir a tiro fijo.

¿Qué freidora de aire me compro? ¿Realmente lo necesito? Eso depende de cada cual. En mi caso, ha sido un instrumento que ha ido ganando importancia hasta convertirse en imprescindible. Me parece que si tienes una cocina pequeña, no tienes horno y quieres una alternativa fácil de limpiar, algo como este modelo puede ser la alternativa que necesitas. Otros lo seguirán viendo como un complemento. Y otros seguirán prefiriendo la forma tradicional de cocinar.

¿Cuánto dinero hay que invertir? Particularmente recomiendo huir de los modelos baratos, no solo por sus capacidades sino por la durabilidad del producto y su capacidad de envejecer. Esta Cosori llegó quizás un poco alta de precio, 180 euros, pero ahora se puede encontrar en la franja de los 140 o 150 euros, lo que la deja como una opción con una gran relación calidad precio.

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