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Bienvenido Mr. Cook: este pequeño pueblo segoviano esconde la última inversión de Apple
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"Para los agricultores es una encrucijada"

Bienvenido Mr. Cook: este pequeño pueblo segoviano esconde la última inversión de Apple

En Martín Miguel apenas viven 200 vecinos, pero desde hace una semana comparten terreno con la compañía tecnológica más grande del planeta. La planta solar que se construye en su campo es su última gran apuesta

Foto: Imagen de Martín Miguel. (Guillermo Cid)
Imagen de Martín Miguel. (Guillermo Cid)
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En la mañana de este último miércoles de abril, Carmen y María se preparan tranquilamente para irse a andar. Son más de 11 en Martín Miguel (Segovia), pero a su alrededor el silencio es sepulcral. "Es un lugar tranquilo, no te lo niego, es de lo mejor que tenemos", comenta una de ellas. Si uno repasa a estas horas las calles del pueblo, podría pensar que ellas son las únicas habitantes del lugar, pero lo cierto es que este pequeño enclave incluso acaba de ganar un nuevo vecino ilustre. Ahora, estas dos mujeres y los otros 200 habitantes censados aquí compartirán impuestos municipales con la mayor tecnológica del mundo.

En este término municipal (y en los que le rodean, Abades y Valverde del Majano), a pocos minutos en coche del centro del pueblo, están construyendo la planta fotovoltaica que se convertirá en la primera inversión de este tipo que Apple realizará en España. Con su inversión, la empresa de la manzana mordida añadirá la energía que ofrezcan las placas segovianas a su objetivo de convertirse en una empresa neutra en carbono en 2030. A cambio, el municipio y los vecinos con las tierras ocupadas por las placas recibirán un dinero difícil de igualar por otras vías. Según las cuentas del Ayuntamiento, el consistorio doblará el presupuesto solo con los impuestos que pagará la explotación y el alquiler de los terrenos será de unos 25 años y a unos 1.000 euros anuales por hectárea.

"Si se ve con perspectiva es una oportunidad para el municipio, es probable que incluso con esto el consistorio ya no necesite más inversores para nada en décadas", comenta César Palomo, alcalde de Martín Miguel. Su opinión es que era una oportunidad que muy difícil de dejar escapar, pero no niega que haya debate e incluso desazón. "A ver, yo mismo soy agricultor y tengo mis dudas internas sobre esto. Al final estamos quitando tierras de cultivo, que es de lo que vivimos la mayoría aquí, para esta explotación. Soy sincero, en el pueblo hay división, pero es difícil enfrentarse a algo así y decir que no, el campo está sufriendo mucho", detalla.

La llegada de Apple a la comarca de la campiña segoviana vuelve a poner de manifiesto uno de los grandes debates de la España rural. Proyectos como este, liderado por la multinacional alemana IB Vogt, aparecen como un salvavidas para zonas cada vez más olvidadas, pero a la vez sus pobladores no terminan de fiarse. Su sensación es de estar aceptando un caramelo envenenado que paga bien, pero con unos costes que no se ven a simple vista. Acaban modificando su modo de vida, su paisaje y su entorno. Cientos de hectáreas de cultivo entregadas a la generación de energía para, en este caso, limpiar la imagen de gigantes globales.

En el caso de Martín Miguel y sus vecinos (a 20 km de Segovia capital), el proyecto de IB Vogt cuenta con una inversión de unos 350 millones de euros financiados, en gran parte, por bancos como Norddeutsche Landesbank, Santander y BBVA. Lleva cinco años de largo camino. En 2022 se aprobó en el BOE la declaración de impacto ambiental de todo el plan, que incluye los parques fotovoltaicos Castaño (el invertido por Apple), Baobab, Serbal y Pato, y en 2023 esos mismos parques recibieron el visto bueno para empezar las obras por parte de la Dirección General de Política Energética y de Minas, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

El plan, que ocupa unas 700 hectáreas, incluye 677.000 placas solares dedicadas a contrato PPA (pago por producción a precio) y una potencia instalada total de más de 400 megavatios. Aunque no hay nada cerrado, todo apunta a que todos los parques estarán en marcha en 2025. Desde El Confidencial nos hemos puesto en contacto con IB Vogt para conocer más detalles sobre la situación de sus parques solares, pero no hemos recibido respuesta al cierre de este artículo.

De todos modos no se ve como algo descabellado al moverse por la zona. En el triángulo casi perfecto que forman en el mapa los pueblos de Abades, Valverde del Majano y Martín Miguel, los campos de cultivo eternos y las carreteras sin una sola curva conviven ahora ya con grandes hileras de placas. Los caminos se han adecuado para el paso de los camiones y se ve más maquinaria que tractores o granjas en el horizonte.

placeholder Así se construye la granja solar invertida por Apple. Foto: G. C.
Así se construye la granja solar invertida por Apple. Foto: G. C.

"El impacto sobre el paisaje lo tienes ahí mismo, solo hace falta que salgas a la carretera para verlo. Tienen a decenas de obreros ahí trabajando y van a destajo", comenta Antonio, otro de los pocos vecinos que se ven por Martín Miguel. Él, uno de los veteranos del lugar, ve también con dudas esta apuesta, pero la aprueba al ver cómo ha envejecido su municipio. "Antes teníamos de todo, llegamos a tener hasta tres carnicerías. Ahora ni un cajero, ni una tienda... Habrá que ver qué pasa con el dinero que deje esto, porque la verdad que es un tema delicado, pero si se invierte bien puede servir para recuperarnos un poco", añade.

En una suerte de 'Bienvenido Mr. Cook', el alcalde de Martín Miguel calcula que el pueblo recibirá un millón de euros por las licencias de obra y 200.000 euros al año por impuestos. "Al final es un cambio de los terrenos, pasan de rústicos a industriales, y eso también impacta en lo que se paga por ellos", detalla. El Ayuntamiento tiene a día de hoy un presupuesto anual de apenas 220.000 euros. "Hemos arreglado el frontón hace poco y queremos mejorar muchas cosas, claro que todo con mucha cabeza y siendo conscientes de lo que tenemos. Somos un pueblo pequeño que ha ido perdiendo servicios y demás con los años, quizá esto nos sirva para cambiar la situación".

La comarca que muestra el futuro del campo

La encrucijada en la que viven ahora Martín Miguel es un ejemplo de la situación que viven en los últimos años muchos pueblos del interior de España. Olvidados para la mayoría, su territorio cada vez está más cotizado entre fondos y grandes inversores. Son espacios casi vacíos, cuentan con consistorios pequeños, necesitados de recursos económicos, y dan acceso a un terreno barato, grande y con potencial. El problema para los vecinos que conviven con estos proyectos es si esto ayudará a su futuro o acabará por hundirlos.

Sin ir más lejos, la campiña segoviana ya ha tenido que lidiar antes con macroproyectos. Las granjas intensivas de cerdos se han convertido en un problema para la tierra del cochinillo. En la provincia de Segovia hay más de 8 cerdos por habitante y la industria cárnica pelea por llenar aún más la comarca donde se concentran estas granjas. Una zona que hasta ahora se caracteriza por vivir de campos gigantes de trigo ahora se ha vuelto muy jugosa para otros negocios más rentables.

placeholder Plaza de Martín Miguel. Foto: G. C.
Plaza de Martín Miguel. Foto: G. C.

Desde el Ayuntamiento de Martín Miguel recalcan que en este caso la relación con IB Vogt no ha podido ser mejor hasta ahora, han puesto todo tipo de facilidades y han contado con ellos para todo, pero es algo que no encontraron con la primera empresa encargada del proyecto. "Nos pedían beneficios especiales por traer las obras, tuvimos reuniones muy tensas, pero con este tipo de inversores tienes que ser tajante. Ya de por sí estos pueblos tenemos poca fuerza, si no te plantas te acabas plegando a ellos", comenta.

La empresa asegura que a Apple le han atraído los compromisos ambientales de las plantas segovianas. El proyecto incluye una serie de esfuerzos como la reforestación del perímetro de la planta, la instalación de cajas nido para aves autóctonas y la creación de un hábitat protegido de 10 hectáreas. IB Vogt también se comprometió a parar las obras durante la época de cría para que no afectaran a los animales. Eso sí, aunque muchos de estos compromisos los han hecho suyos, lo cierto es que forman parte de las exigencias de las autoridades españolas para aprobar las instalaciones y que se pueden consultar en la evaluación ambiental.

"Todavía queda mucho por hacer antes de que este tema esté finiquitado, pero que haya entrado Apple obviamente es un punto. A ver si ahora se animan a abrir una tienda en la zona o nos dejan unos iPhone", bromea Palomo. "Pero lo que hemos intentado desde el primer momento es mantener los pies en el suelo. Muchos creerán que algo así es un golpe de suerte para el ayuntamiento, pero en realidad es una responsabilidad gigante", termina.

En la mañana de este último miércoles de abril, Carmen y María se preparan tranquilamente para irse a andar. Son más de 11 en Martín Miguel (Segovia), pero a su alrededor el silencio es sepulcral. "Es un lugar tranquilo, no te lo niego, es de lo mejor que tenemos", comenta una de ellas. Si uno repasa a estas horas las calles del pueblo, podría pensar que ellas son las únicas habitantes del lugar, pero lo cierto es que este pequeño enclave incluso acaba de ganar un nuevo vecino ilustre. Ahora, estas dos mujeres y los otros 200 habitantes censados aquí compartirán impuestos municipales con la mayor tecnológica del mundo.

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