Pensaba que las teles ya no podían cambiar. Entonces conocí y probé esta TV-maleta

Si pudieras llevarte la tele a cualquier parte, ¿qué harías con ella? Esa es la pregunta que LG, uno de los mayores fabricantes a nivel mundial, quiere que te hagas. Que respondas es una historia completamente diferente. Estamos en un momento en el que tenemos todo tipo de teles. Las hay gigantescas y finísimas. Las hay que son capaces de meter una cantidad impresionantes de altavoces en tan solo 15 milímetros.

Las hay que son capaces de convertir la pantalla en una fuente de sonido. Las hay que parecen un cuadro de un museo cuando están apagadas. Y las hay también completamente inalámbricas, que no requieren cable alguno para recibir la señal o el contenido de turno. Cuando parece que estaba todo inventado y que no había mucho más donde rebañar, va el fabricante asiático y mete una tele en una maleta. Ese es el concepto que se esconde tras LG StandByMe Go, uno de los dispositivos más singulares del año y uno de los más peculiares que han pasado por nuestras manos.

La marca asiática la acaba de lanzar en nuestro país. Hace unos meses la comercializó en Estados Unidos y, por supuesto, en Corea del Sur. La buena aceptación del invento en aquel rincón del mundo ha hecho que empiecen a distribuirla también en los mercados europeos.

¿Convencerá al español de a pie la idea? Obviamente, un producto de masas no va a ser, pero es probable que acaben en algún que otro hogar en los próximos meses. Quien dice hogar, dice una camper, caravana, camping, cabaña en la sierra o apartamento en la playa. Porque si se mete una tele en una maleta es para llevarla de un lado a otro. Comprarla para tenerla en el mismo sitio constantemente es tontería.

¿Cuántas pulgadas caben en este concepto? 27 pulgadas concretamente. La maleta se abre y la tele se puede colocar en múltiples posiciones gracias a una peana abatible. Esta suerte de brazo también permite, por ejemplo, ponerla en vertical. No hay mucho más dentro. Un hueco para el mando y para el adaptador de corriente. No hay mucho más. El exterior tampoco digamos que es un derroche de elegancia.

Se trata de un material que parece resistente, pero no es precisamente bonito. Tiene pinta de que estás llevando un futbolín desmontable o algo por el estilo. Aunque sea una maleta no es fácil de moverlo. Mi consejo es que lo hagas en coche, porque pesa 12,5 kilos. Podrías llevarlo en metro o en el autobús, sí. Pero esto es como ir al IKEA e intentar traer una estantería Malmo en transporte público hasta casa. Puedes hacerlo, pero cómodo no va a ser.

La LG StandbyMe Go es la secuela de la StandbyMe a secas. En vez de meterla en una maleta, su predecesora era una pantalla de dimensiones parecidas, pero en vez de en una maleta, estaba sobre una peana. La idea era moverla fácilmente de un lado de la casa a otro. Ahora quieren derribar los muros de lo doméstico e ir mucho más allá.

Más que ver la tele

Aunque hablemos de televisor, no lo es exactamente. No lo es porque no tienes la posibilidad de ver la TDT. Sin embargo, puedes hacer todo lo que harías con la Smart TV de tu casa y alguna cosa más. Solo necesitas conexión a internet para hacerlo. Puedes ver y usar todas las aplicaciones de streaming importantes. Netflix, HBO, Disney +, Amazon Prime, Sky ShowTime, Filmin…

Pero tiene muchas otras funciones. Puedes navegar por la web, para reproducir música mientras ves girar un disco, pero también puedes utilizarlo como mesa de juegos o como elemento decorativo, poniendo fondos animados como una chimenea o similar. Esto de sentarse delante de un fuego ficticio nunca lo he entendido mucho, pero LG no es ni la primera ni la última que ha hecho algo así. Netflix o Google TV también ofrecen funciones similares. Y supongo que lo harán porque alguien lo utiliza. Mi cabeza quiere creer que hay una persona o una pareja en algún lugar del mundo, tomándose un té o un chocolate caliente delante de un fuego virtual tratando de evadirse e imaginándose que están delante de una chimenea en un chaletazo en un lugar nevado como Andorra y no en una buhardilla o un apartamentillo de ciudad.

La pantalla no es para echar cohetes, pero tampoco es desastrosa. Es una LCD correcta cuya resolución es de 1080p. El primer impulso te empuja a pensar por qué diantres no han puesto 4K si estamos en 2023 y esos paneles cuestan cuatro duros ya. La respuesta es muy fácil: la autonomía. Esta StandbyMe GO de LG se puede utilizar enchufada a la corriente, pero también está pensada, por ejemplo, para que la puedas utilizar sin conexión eléctrica. Prometen hasta tres horas sin necesidad de recargar. Si tuviese imagen UHD el depósito se vaciaría a una velocidad tremenda.

La autonomía puede darnos, hablando en plata, para un par de capítulos de una serie cuyas entregas sean largas o una película que no sea muy extensa. Es decir, si te la juegas a ver algo así como El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo, que dura dos horas y 58 minutos, pues dependerá de la luminosidad de la pantalla o el volumen que le pongas.

Si estás pensando en usarla frecuentemente en escapadas y excursiones en una furgoneta camperizada sería necesario que te agenciases una batería al estilo EcoFlow o Anker. El panel ofrece 400 nits de brillo, lo que te puede dar para ver la imagen bien al anochecer en la terraza o en el exterior, pero obviamente es insuficiente para verlo a plena luz del día. Lo bueno es que tiene un acabado que ayuda a reducir los destellos.

Este dispositivo ofrece también 60 Hz de refresco. Una medida que es un poco corta, pero suficiente teniendo en cuenta el uso casual del que estamos hablando. Vamos, que no es una imagen bestial. Es una imagen propia de una tele secundaria. Por cierto, si estás preguntándote por las conexiones, tienes que saber que tienes un HDMI y un USB.

El sonido me ha parecido bastante interesante. Compatible con Dolby Atmos (la capacidad de ofrecer sonido realmente espacial es limitada) ofrece un sonido potable para no necesitar ningún complemento de reproducción. Siempre puedes conectar un altavoz externo con Bluetooth, pero eso sería cargar todavía con algo más. Faltan algunos matices, pero los altavoces repartidos por todo el dispositivo crean una escena sonora potente y sin distorsionar el audio a un volumen relativamente alto.

Hasta aquí la carta de presentación de este dispositivo, como decimos uno de los más peculiares. Ha sorprendido y mucho a todo el mundo que se lo he enseñado estos días, pero dudo que el efecto wow que produce se traduzca en una compra masiva. Es uno de los dispositivos más peculiares que he visto en años, pero también de los que más me he divertido probándolo. Pero al final es un producto para un usuario muy particular.

​Si estás buscando algo para llevar de aquí para allá, si te encantaría poder enchufar un proyector en la terraza en tus noches de verano, pero no tienes una pared lo suficientemente grande o algo para tener en tu segunda residencia. Eso sí, el capricho te va a salir caro. 1.300 euros. Una OLED de 48 pulgadas de las que ofrece la marca (una de las mejores del mercado en tamaño compacto) ya se puede encontrar por menos de 800 euros y es una opción magnífica para una segunda residencia o similar. La StandByMe normal, estrenada en 2022 y pensada para casa, también llega a España a 1.200 euros.

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