Las razones por las que nunca llega la camioneta de Elon Musk: "Era un vehículo imaginario"
La Cybertruck es otra de las promesas de Tesla desde hace cuatro años. Pese a que tiene dos millones de reservas, los atrasos han sido una constante y hay quien ya pone en duda su futuro
Solo es una puerta que no encaja con el resto de la carrocería, pero sirve como metáfora para explicar la desesperación de dos millones de personas. Fueron quienes hace ya cuatro años hicieron su reserva para conseguir una Cybertruck, la camioneta eléctrica de Tesla al más puro estilo cyberpunk. Elon Musk, el fundador de la firma, prometió que saldrían de la cadena de producción a finales de 2021, algo que nunca ocurrió. De hecho, ha habido que esperar hasta ahora para ver el primer prototipo salido de fábrica, con un problema tan evidente como el mencionado. Mientras los clientes esperan, competidores como Ford y General Motors han aprovechado para ir consolidándose en este nicho.
"Es un cúmulo de circunstancias que se han interrelacionado", explica Cristian Castillo, ingeniero industrial y profesor de Logística y Producción en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). "Todo empezó con una idea disparatada que ha sido financiada por los propios clientes", recuerda. En 2019, Musk anunció a bombo y platillo el proyecto de Cybertruck. En ese momento, era poco más que un planteamiento sobre el papel, pero suficiente para que cientos de miles de personas —hay que recordar que el multimillonario tiene una importante legión de acólitos— depositaran sus reservas de 100 dólares. El precio, según dijo, sería inferior a los 40.000 dólares.
First Cybertruck built at Giga Texas! 🤠 pic.twitter.com/ODRhHVsd0t
— Tesla (@Tesla) July 15, 2023
Castillo recuerda que aquello, como casi todo lo que hace Tesla, tuvo "una estrategia de marketing muy potente". "Se empezaron a vender los coches mucho antes de que se fabricaran, así que esas reservas se usaban para financiar el proyecto. No hay mejor negocio que autofinanciarse de esa forma", incide, subrayando que en ese momento "no existía ni un prototipo, era un vehículo imaginario".
Hay quien achaca estos atrasos a la crisis de suministros de 2021, que hizo especial mella en industrias en la automoción. Es algo que la propia Tesla ha alegado para justificar sus continuos atrasos, pero lo cierto es que fue precisamente una de las empresas que mejor capeó aquel temporal, aunque tuviera algún episodio en el que entregaba coches sin determinadas piezas, como puertos USB, y sin avisar a los clientes afectados. "En su momento, hicieron un acopio de materiales que hizo que luego no tuvieran los mismos problemas que el resto", apunta este ingeniero. Entonces, ¿por qué nunca llega la camioneta del hombre más rico del mundo?
Una idea casi imposible de materializar
El pasado junio, la revista Wired tuvo acceso a un informe interno de Tesla sobre los obstáculos que estaban sufriendo en la preproducción de Cybertruck. El documento, con fecha del 25 de enero de 2022, citaba fallos básicos en su suspensión, carrocería, ruidos, manejo y frenado. Eso no quitó que, solo un día después, el propio Musk tuiteara lo siguiente: "He estado conduciendo el último prototipo de Cybertruck por [la fábrica] Giga, en Texas. ¡Es increíble!".
Been driving latest Cybertruck prototype around Giga Texas. It’s awesome!
— Elon Musk (@elonmusk) January 26, 2022
Una de las claves para entender lo sucedido está en que para su construcción se optó por una opción poco (por no decir nada) habitual en el sector: el acero inoxidable. "Es cierto que presenta ciertas ventajas, como que soporta más la corrosión... Pero si el resto de fabricantes no lo usan, es por algo. Musk se ha empeñado en que lo tenga, porque es una idea extravagante, pero por ahora es una agravante que está trayendo problemas", apunta Castillo al respecto. "Es muy pesado y poco maleable. Eso hace que tienda a recuperar su forma, porque tiene memoria, además de que dificulta mucho su soldadura y, en general, su utilización", continúa.
Esto último hace que los prototipos se topen con las normativas de seguridad del sector. "Los parachoques y la carrocería están pensados para que sean esas partes las que reciben el mayor impacto. Sin embargo, el acero inoxidable es tan rígido que no concentra el golpe, que recae con más fuerza en los pasajeros", apunta este profesor. De este modo, los ingenieros tienen que repensar cómo configuran las distintas partes de la carrocería. "Hay que adaptar todos los procesos productivos mientras se sortean dificultades que van encontrando, como problemas de volcado. Materializar todo eso es una verdadera obra de ingeniería".
El otro punto clave está en el diseño, muy distinto al resto de camionetas o SUV que fabrica la competencia. Basta con recordar que aseguraron que el chasis sería una especie de exoesqueleto revolucionario y, sin embargo, el prototipo que han acabado siguiendo es bastante convencional.
Hace unos meses, el diseñador de automóviles y crítico de diseño, Adrian Clarke, explicaba a este periódico que, ya cuando se presentó, en el sector se pensaba que "era imposible que pudieran fabricarlo", además de señalar los distintos problemas que podían plantear su diseño con paneles rectos a nivel de seguridad. También destacaba que la angulación de la carrocería iba a provocar ruidos extra en el interior del vehículo, tal y como ahora ha revelado el informe interno filtrado.
Sea como sea, no es (ni mucho menos) la primera vez que los problemas de calidad de Tesla saltan a la palestra. El propio Musk lo reconoció durante una entrevista en 2021, donde se justificó diciendo que "cuando vas más rápido, simplemente descubres estas cosas". "Si conociéramos los problemas de antemano, los arreglaríamos", dijo entonces sobre los problemas que había dado el Model 3, destacando que "es muy difícil estar en ascenso vertical y acertar en todos los detalles". Como ya contó El Confidencial, uno de los ejemplos más claro de esto está en los taxistas que apostaron por estos coches y ahora señalan problemas de autonomía, climatización o posventa.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, no es de extrañar una escena como la que se vio en la puesta de largo del primer prototipo, donde se veía que una puerta no terminaba de encajar en el resto de la carrocería. Tesla reconoció que era un fallo y que estaban en fase de mejora. Es lo mismo que sucedió en 2019, cuando presentaron el primer prototipo y el supuesto vidrio irrompible se rompió dos veces delante del público. "Hay margen de mejora", bromeó Musk.
Entre los problemas de Tesla, también hay que recordar el hundimiento de su cotización durante el año pasado, que hizo que Musk —cuya fortuna se basa, en gran parte, en esas acciones— perdiera durante meses el título de persona más rica del mundo. Es más, solo en 2022 perdió 130.000 millones de dólares, una cantidad similar al PIB de Marruecos. Más allá de la crisis de las tecnológicas, lo cierto es que fue la adquisición de Twitter —y todo el surrealismo que la acompañó— lo que tiró abajo el precio de los títulos. La razón es simple: se convirtió en la obsesión del magnate mientras los inversores veían que la automovilística quedaba en un segundo plano.
Es ahí donde se explica que optara por buscar una nueva consejera delegada, Linda Yaccarino, para ponerse al frente de la red social, al menos sobre el papel. "El resumen es que todo gira alrededor de la figura de Musk, y eso a veces trae problemas", recopila Castillo, que hace hincapié en que el hecho de que el magnate estuviera más centrado en Twitter que en los retos de fabricación "también influye en los atrasos".
Sea como lo sea, los constantes problemas hacen que no sean pocos quienes ponen en duda que este proyecto vaya a ver la luz, como el mencionado Clerk, que considera que solo unas pocas unidades saldrán de fábrica. "Soy reticente sobre este punto, porque hasta ahora vemos que, después de cuatro años, es un vehículo que ya a simple vista tiene problemas para cerrar una puerta", agrega Castillo, recordando que los competidores —donde destacan Ford y General Motors— han tenido tiempo de sobra para asentarse en el nicho de las camionetas y SUV eléctricos.
Por si fuera poco, Tesla también ha hundido su reputación de marca mientras otros fabricantes le han adelantado por la derecha. Aun así, la compañía ha asegurado que sigue con sus promesas: los primeros Cybertruck saldrán de fábrica a finales de este año.
Solo es una puerta que no encaja con el resto de la carrocería, pero sirve como metáfora para explicar la desesperación de dos millones de personas. Fueron quienes hace ya cuatro años hicieron su reserva para conseguir una Cybertruck, la camioneta eléctrica de Tesla al más puro estilo cyberpunk. Elon Musk, el fundador de la firma, prometió que saldrían de la cadena de producción a finales de 2021, algo que nunca ocurrió. De hecho, ha habido que esperar hasta ahora para ver el primer prototipo salido de fábrica, con un problema tan evidente como el mencionado. Mientras los clientes esperan, competidores como Ford y General Motors han aprovechado para ir consolidándose en este nicho.
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