Así va el nuevo Peugeot E-208: más potente y eficiente, agradable como pocos... y de Aragón

De media, la vida comercial de un vehículo dura unos siete años; y, también de media, en la mitad de esa existencia se lleva a cabo una renovación que permite al modelo en cuestión afrontar sus últimos tres años en el mercado con más argumentos frente a la competencia. Y eso es lo que acaba de protagonizar recientemente el actual Peugeot 208, nacido en 2019 y que empezó con buen pie, al ser elegido 'Car of the Year 2020' por la prensa europea especializada. Un reconocimiento al que después se sumó el del público, pues el utiltario de la marca francesa se convirtió en 2022 en el coche más vendido en nuestro continente, desbancando al mismísimo Volkswagen Golf.

Y aunque esas renovaciones suelen consistir en retoques estéticos aquí y allá, cambios en unos pocos materiales del interior y, como mucho, la adición de nuevos equipamientos o tecnologías, en el caso del Peugeot 208 su actualización ha sido mucho más profunda, y afecta prácticamente a todo. Porque se refresca la imagen externa y mejora el equipamiento y el refinamiento interior, pero también llegan novedades de calado al capítulo mecánico, como la desaparición en la gama del motor diésel o la aparición de propulsores con hibridación suave MHEV, de 100 y 136 CV, ambos con etiqueta eco de la DGT. Además, el modelo eléctrico e-208 pasa a llamarse E-208, y al conocido motor de 100 kW (136 CV) con batería de 50 kWh se suma una opción, ligada exclusivamente al acabado deportivo GT, con el nuevo motor de 115 kW (156 CV) y la moderna batería de 51 kWh (48,1 kWh útiles) que permite alargar la autonomía media homologada en ciclo WLTP a 400 kilómetros.

De hecho, la remodelación del coche coincide, incluso, con un cambio de fábrica, lo que no es muy habitual a mitad de ciclo. Todo sigue igual en el caso de los 208 con motor de combustión, que seguirán ensamblándose en la planta marroquí de Kenitra, pero si el e-208 salía de la factoría eslovaca de Trnava, este nuevo E-208 se produce en Figueruelas (Zaragoza), aunque la decisión estuvo en el aire hasta el último momento por las presiones del Gobierno francés.

Y este nuevo Peugeot E-208 aragonés es el que acabamos de probar por carreteras catalanas. Concretamente, su versión tope, con acabado GT y la nueva mecánica de 156 CV, que tiene un PVP de 40.100 euros pero ahora se anuncia en la web de la marca por 38.700 euros. A eso, lógicamente, podemos restarle hasta 7.000 euros si nos acogemos al Moves III, prorrogado hasta el 31 de julio de 2024, pero no deja de ser una cantidad importante para un eléctrico del segmento B. No obstante, siguen a la venta los E-208 con el motor de 136 CV y los acabados inferiores, de manera que la gama del 208 eléctrico arranca ahora, si atendemos a la web, en 32.500 euros. Y si realizamos el pedido antes del 31 de diciembre, nos incluirán de forma gratuita la estación de carga EasyWallbox, una promoción que Peugeot extiende a todos sus modelos 100% eléctricos.

Y como una de las grandes novedades de la actualizada gama, a la espera de ponernos al volante de los 208 con hibridación MHEV, es el E-208 con motor eléctrico de 156 CV y batería de 51 kWh, acabamos de probarlo. Unas pocas horas, y en torno a 150 kilómetros, pero suficiente para hacernos una idea muy aproximada sobre su rendimiento. Aunque, para ser sinceros, ya imaginábamos cómo podría ser el resultado de las mejoras introducidas, pues previamente ya habíamos conducido otros coches eléctricos de Stellantis con la misma plataforma CMP y con idéntica combinación mecánica, es decir, con estos mismos 156 CV y la batería de 51 kWh: Jeep Avenger E, nuevo DS 3 E-Tense, nuevo Opel Corsa Electric, nuevo Peugeot E-2008... Y en todos esos casos, nuestra calificación fue muy alta, de modo que aquí las expectativas también lo eran.

Lo que cambia en el 208

Recordemos, en primer lugar, cómo cambia estéticamente el utilitario de Peugeot. Por ejemplo, adopta la última firma lumínica del fabricante galo, vista en la renovación de los 508 y 508 SW, o en el también actualizado 2008, y basada en tres garras luminosas verticales, integrada en los insertos brillantes del paragolpes. De hecho, en el acabado GT ese efecto de triple garra de las luces diurnas se extiende a la función de iluminación de los faros Full LED, empleando tres módulos ópticos independientes. En el frontal, además, el logotipo de la marca se reubica, y la parrilla cuenta con un patrón de color que parece fundirse con el paragolpes, como formando un todo. En cuanto a la parte trasera, también aparece ahora una firma luminosa formada por tres garras rojas superpuestas, y en la versión GT, hasta las luces de marcha atrás o de intermitentes presumen de tecnología LED.

Asimismo, se une a la carta de colores el amarillo Agueda, que no tiene sobreprecio, y todos los nuevos 208 cuentan con retrovisores negros brillantes. En el caso del acabado GT, los pasos de rueda son de color negro brillante, y como opción podemos montar techo también negro. En cuanto a las llantas, todas son de nuevo diseño.

Si pasamos al interior, encontramos nuevos tejidos en los asientos, destacando la piel Alcantara negra con costuras verdes disponible en opción para el nivel GT. Y todas las versiones del 208 estrenan una pantalla central táctil de nuevo diseño y 10 pulgadas, mejorada al incluir ventanas con accesos directos. Además, es compatible con los sistemas Peugeot i-Connect y Peugeot i-Connect Advanced, que permiten conectar el móvil con Android Auto y Apple CarPlay, y es compatible con las actualizaciones remotas OTA (Over the Air). Y no acaba ahí la cosa, pues el habitáculo estrena una iluminación ambiental con ocho colores a elegir, y el cargador inalámbrico del smartphone triplica su potencia, al pasar de 5W a 15W. Por último, el capítulo de las ayudas de conducción (ADAS) también introduce mejoras, como una nueva cámara delantera de alta definición combinada con el asistente de puntos ciegos, lo que proporciona una vista perimétrica de 360 grados en torno al vehículo, muy últil al estacionar.

Conducimos el E-208 más potente

Nuestro llamativo E-208 de 156 CV con carrocería en el nuevo tono amarillo nos aguarda en el aparcamiento. Y no hace falta poner al lado del coche uno de los 208 vendidos hasta ahora para darse cuenta de que la imagen ha evolucionado bastante. Sin duda, el nuevo color contribuye a reforzar esa sensación. Pero en lo principal, no hay cambios, y nos referimos a las dimensiones, pues el utilitario de Peugeot sigue midiendo 4,06 metros de largo por 1,75 de ancho y 1,43 de alto. O sea, un utilitario del segmento B de libro. El maletero de este 208 eléctrico cubica 265 litros, un poco menos que los 309 litros de las versiones de combustión, y en las plazas posteriores sigue habiendo el mismo poco espacio que hasta ahora: si el conductor mide más de 1,75 de estatura, detrás no sobra demasiado hueco para las piernas.

En cambio, acomodarse en cualquiera de las dos plazas delanteras es tarea sencilla, y el acabado GT de nuestra unidad de pruebas ayuda mucho en ese sentido, pues los asientos son estupendos por tamaño, forma y tapizado. En cuanto al puesto de conducción i-Cockpit, aquí hay teorías para todos los gustos, pero al que esto escribe sí le convence, en este y en otros Peugeot, el resultado de combinar un volante pequeño, una instrumentación digital sobreelevada y una pantalla central grande y muy a mano; aunque eso no significa que nos guste más que el formato de otras marcas, más tradicional pero también efectivo.

Pulsamos el botón de encendido y en pocos segundos ya estamos circulando. No hay cambios en estas primeras acciones, pues el selector del cambio automático es el mismo que hasta ahora, con un modo D para circular normalmente y un programa B (Brake) que potencia un poco la retención al desacelerar, lo que viene bien descendiendo un puerto o callejeando por la ciudad. Y también se conservan los tres modos de conducción: Normal, Eco y Sport, cada uno con un valor de potencia y par diferente, de manera que, por ejemplo, los 156 CV solo están disponbiles en el tercero de los modos. Pero nadie debe pensar que en los modos Normal (es en el que arranca siempre) o Eco hay poca respuesta, porque los dos dan de sobra para moverse al ritmo del tráfico, e incluso con cierta alegría.

De hecho, salimos del hotel en el modo Eco para acometer los primeros kilómetros del test por ciudad, paseos marítimos y urbanizaciones, y el agrado es la nota preponderante. E incluso circulamos por carretera en ese programa más eficiente, sin sensación de lentitud; aunque toca afrontar los primeros adelantamientos y preferimos disfrutar de la mejor respuesta que apareja el modo intermedio. Porque ese programa Normal vale realmente para todo, e incluso para acelerar de forma contundente al salir de un semáforo o acceder a una autovía con mucho tráfico. Y aunque un 208 eléctrico con el anterior motor de 136 CV ya iba realmente bien, aquí se constata un doble progreso: en prestaciones y, sobre todo, en agrado, pues al motor de 156 CV se le nota siempre más lleno, pero también más suave. Y encima, con una eficiencia superior, pues el consumo medio homologado de este nuevo E-208 GT más potente es de 14,4 kWh/100 km, lo que lleva la autonomía media oficial a 400 kilómetros con una bateria solo algo mayor: 51 kWh.

Empezamos a adentrarnos en las montañas del interior y llega el momento de pasar al modo Sport, en el que la reacción a cada aceleración es más inmediata. Porque aquí están disponibles los 156 CV y los 260 Nm de par, encargados de impulsar un conjunto que pesa 1.530 kilos: mucho para un utilitario de poco más de cuatro metros, pero poco para un eléctrico. Y aunque 156 CV puede parecer poca energía ahora que muchos utilitarios eléctricos, incluso de pequeño tamaño, se van por encima de los 200, de los 300 y hasta de los 400 CV de potencia, insistimos en que la potencia excesiva no siempre incrementa el agrado, sino más bien lo contrario, salvo que seamos amantes de las sensaciones fuertes y busquemos precisamente esas reacciones furiosas. Y al nuevo E-208 estos 156 CV le sientan como un guante.

Y no porque ande lo suficiente, sino porque va realmente de cine. Acelera de cero a 100 km/h en 8,2 segundos, y eso ya es un buen registro; pero es que lo mejor llega cuando realizamos un adelantamiento, que en Sport solventa con brío, o cuando nos internamos en un serpenteante puerto de montaña, donde el E-208 más enérgico te hace disfrutar de lo lindo: acelera con ganas y frena con intensidad, tiene una dirección precisa y suficientemente rápida, y pasa por las curvas como por raíles, con poco balanceo y sensación de seguridad. Ya nos gustó mucho el E-2008 de 156 CV hace unos meses, cuando lo probamos por los montes malagueños, pero el E-208 es más bajo y ligero, y se convierte casi en un deportivo eléctrico, con el que podremos disfrutar mucho, y en casi completo silencio. Y, evidentemente, hay eléctricos más rápidos, pero este ya se mueve bien y, por la racionalidad de su potencia, no te pone nunca en apuros con sus prestaciones.

Además, pese a que la ruta incluía algo de autovía e hicimos la mayor parte del recorrido de montaña a ritmos por encima de lo normal, pues tocaba comprobar frenadas, balanceos, cabeceos o motricidad en curvas cerradas, el consumo medio final bajó de los 20 kWh/100 km, y es lógico pensar en valores normales mucho más próximos a los 14,4 kWh/100 km anunciados si el escenario acompaña y nuestra conducción es tranquila. Y lo mismo podemos decir de la autonomía, que en un eléctrico depende mucho de la orografía o de la temperatura exterior, pero sobre todo de nuestro estilo al volante.

En cuanto a las operaciones de recarga, en estaciones rápidas de corriente continua alcanza un máximo de 100 kW, de manera que bastarían 25 minutos para pasar del 20% al 80%, mientras que en carga doméstica, con corriente alterna, hay dos opciones: de serie admite hasta 7,4 kW, con lo que la carga se puede completar en menos de cinco horas, pero opcionalmente podemos pedir un cargador trifásico de 11 kW, que agiliza algo las cargas.