Citroën desvela el nuevo C3, que debutará como eléctrico de bajo precio: 23.800 euros

El enorme hangar acristalado a las afueras de París donde Citroën ha presentado su nuevo C3, del que ya se pueden hacer reservas y que llegará a España en el segundo trimestre de 2024, nos recibía con una selección de utilitarios míticos de la firma francesa, con clásicos como el 2CV y el Ami 8, o modelos que quizás estén algo más recientes en la memoria colectiva como el Visa, el AX o el Saxo. Y, por supuesto, todas las generaciones conocidas del C3, un modelo nacido en 2002 y que ahora inicia su cuarto capítulo con un coche al que podemos considerar rompedor, pues para sustituir al actual C3, lanzado en 2016 y que es un utilitario al uso, nace un nuevo C3 que Citroën define directamente como SUV-B, segmento al que también pertenecen SEAT Arona, Volkswagen T-Cross, Jeep Avenger...

Aunque sus dimensiones son ligeramente más compactas que las de todos ellos, pues el cuarto C3 de la saga mide 4,01 metros de largo por 1,76 de ancho y 1,57 de alto. Es decir, una longitud prácticamente idéntica a la del coche al que sustituye (19 milímetros más) y una anchura solo seis milímetros mayor, pero con 10 centímetros de altura extra. Y, como tiene perfil SUV, también su distancia libre al suelo es bastante mas generosa que la del anterior C3: 163 milímetros, frente a los 135 del tercer C3. Además, la marca insiste en que el coche ocupa prácticamente el mismo espacio sobre el asfalto, pero que es bastante más amplio, y que en habitabilidad se sitúa por encima de la media en su segmento. No nos atreveríamos a decir tanto, a la espera de una medición detenida del interior, pero en París pudimos sentarnos delante y detrás, y sí se percibe sensación de espacio. Aunque mejor cuatro que cinco ocupantes, pues la plaza central posterior nos pareció incómoda.

En cuanto al maletero, con las cinco plazas en uso homologa 310 litros, un volumen solo correcto, aunque podemos ampliar esa capacidad abatiendo el respaldo trasero, que está dividido en secciones asimétricas en el acabado superior Max, y se beneficia de una generosa anchura entre los pasos de rueda posteriores: 1.015 milímetros. Pero el suelo de carga, que podemos levantar para acceder al reparador de pinchazos, es una débil alfombra plegable que transmite una impresión de bajísima calidad, por más que las unidades vistas en la capital francesa fuesen todavía prototipos de preserie. Por suerte, en el habitáculo de los pasajeros se ha cuidado más la terminación, y aunque los materiales son pobres en general, con mucho plástico duro, el aspecto global convence.

Por ejemplo, no hay una instrumentación convencional, pero la solución adoptada, que viene a ser un Head-up Display que proyecta información digital sobre una banda oscura al pie del parabrisas, nos parece acertada y suficiente para la filosofía del vehículo. Del mismo modo, las versiones superiores montan en el centro del salpicadero la pantalla de infoentretenimiento de 10,25 pulgadas, ligeramente orientada hacia el conductor, aunque esté elemento no se incluirá en el acabado básico You, que, en su lugar, incorpora el llamado My Citroën Play con Smartphone Station, una aplicación específica para que el usuario pueda acceder a la música, la radio, las llamadas y la nevegación a través de su propio dispositivo móvil.

Además, el volante se ajusta en altura y profundidad, y los asientos, que a coche parado nos parecieron cómodos, corresponden a la gama Citroën Advanced Comfort. De hecho, este C3 será el primero en equipar suspensión Citroën Advanced Comfort, con amortiguadores hidráulicos progresivos que funcionan en dos fases. Probablemente por esa combinación, en la firma del doble chevrón afirman que su nuevo C3 procurará el mejor confort de su clase; aunque a nosotros se nos ocurren algunas críticas, como que no haya salidas de aireación centrales posteriores, que las puertas laterales traseras no abran demasiado o que para meter o sacar los pies del habitáculo, cuando entramos o salimos, haya que salvar un reborde del suelo, a modo de bañera.

Primero, el eléctrico superior

A nivel mecánico, el estreno del nuevo C3, dotado de la plataforma Smart Car, se produce con su versión eléctrica ë-C3, que será la primera en llegar a las tiendas durante la próxima primavera y que, a ojos de Citroën, supone una revolución en la clase, pues se trataría del "primer coche eléctrico asequible fabricado en Europa". Concretamente en la planta eslovaca de Stellantis en Trnava, preparada para ensamblar hasta 200.000 unidades al año y que cuenta con la flexibilidad necesaria para dedicar más producción a los ë-C3 eléctricos o, más adelante, a los C3 de combustión. O de gasolina, para ser más precisos, porque este C3 será el primero sin motor diésel. Además, la marca francesa explica que la fabricación del nuevo C3 será un 25% más rápida que la del anterior en la misma cadena de montaje.

El Citroën ë-C3 con el que arranca la trayectoria del nuevo modelo combina un motor eléctrico de 83 kW (113 CV de potencia) con una batería made in China de 44 kWh brutos (42,7 kWh útiles) que apuesta por la tecnología LFP (ferrofosfato de litio), y con la que se consigue abaratar costes. En lo que se refiere a prestaciones, se anuncia una aceleración de cero a 100 km/h en 11 segundos aproximadamente y una velocidad máxima autolimitada a 135 km/h, mientras que la autonomía media WLTP es de 320 kilómetros y las recargas en corriente continua podrán realizarse a un máximo de 100 kW de potencia, de manera que podrá pasarse del 20% al 80% de carga en 26 minutos. Y en recarga doméstica, usando un poste de corriente alterna, hablamos de cuatro horas y 10 minutos con una potencia de 7 kW, o dos horas y 50 minutos si disponemos de 11 kW.

En cuanto al precio, el director mundial de Citroën, Thierry Koskas, insistió durante la presentación del nuevo modelo en París que habría una factura única para los primeros ocho mercados donde se lanzaría el coche, España incluida: 23.300 euros. Sin embargo, después sabríamos que en nuestro país el precio de partida será exactamente de 23.800 euros. Y otro tanto sucede con la futura versión ë-C3 de batería pequeña, prevista para 2025 y que homologará una autonomía en torno a 200 kilómetros, porque Koskas habló de 19.990 euros como punto de partida, pero en el mercado español costará a partir de 20.490 euros. Y aunque se sabe poco sobre esa versión eléctrica tan asequible, sí parece que mantendrá el mismo motor, de 113 CV.

Menos aún se contó sobre los C3 de gasolina, pues ni siquiera hay fecha exacta para su lanzamiento. Finales de 2024 o principios de 2025 parecen buenas pistas, pero Citroën se reserva ese dato y también cualquier información sobre el motor o motores usados; aunque parece más que probable que emplearán un tricilíndrico.

Tecnología

Los conductores del ë-C3 eléctrico que elijan la opción Connect Plus se beneficiarán de un conjunto de nuevas herramientas específicas, como la aplicación Citroën e-Routes, que permite planificar rutas más eficientes con un coche eléctrico o controlar el nivel de batería y los datos de la red de carga en tiempo real. O el servicio e-Remote, que permite a los propietarios utilizar la aplicación MyCitroën como mando a distancia para su ë-C3, con objeto de precalentar o preenfriar el coche antes de la salida, gestionar los horarios de carga, controlar el estado de carga y mostrar la ubicación del vehículo.

Y aunque el nuevo C3 es un coche de planteamiento funcional y asequible, que bordea el concepto low cost, no renuncia a sistemas de asistencia y seguridad avanzados, como el freno de seguridad activo, que es un frenado de emergencia operativo entre 5 y 135 km/h, tanto de día como de noche, capaz de evitar o reducir las lesiones de los ocupantes del vehículo, de los peatones o de los ciclistas. También ofrece aviso de cambio involuntario de carril activo, alerta de atención del conductor, reconocimiento de los límites de velocidad, freno de estacionamiento eléctrico, luces de cruce inteligentes y sensores de aparcamiento posteriores.