Probamos el BMW 520d: diésel y etiqueta 'eco' para resistir como versión más vendida

Una frase que define la completa oferta de motores del nuevo Serie 5 es que "ha sido ideada para que el cliente elija la mecánica que más encaje con sus necesidades", apuntan los responsables de BMW en España. Y razón no les falta, ya que la nueva generación de la berlina ofrece, por primera vez, dos opciones 100% eléctricas, que ya hemos tenido ocasión de conducir, otros dos motores de combustión, uno gasolina y otro diésel, ambos con hibridación suave, y en la primavera de 2024 se sumarán otros dos híbridos enchufables, que ya se pueden encargar. Pero, en esta ocasión hemos tenido la ocasión de ponernos a los mandos del 520d sDrive, el mencionado motor diésel, que tiene dos particularidades: supone el acceso a la gama con un precio de salida de 60.050 euros y, además, resiste como la versión más vendida del modelo en nuestro país.

Y decimos resiste porque según BMW, este liderazgo del diésel tiene los días contados en el Serie 5. En concreto, los pronósticos de la marca alemana auguran que en dos años el diésel y las versiones eléctricas se equipararán, ya sea en España o en Europa, ya que en esta ocasión, el fabricante sí prevé que vayan a la par, algo que no sucede en la carrera de la electromovilidad. Mientras, a nivel global, el escenario será diferente, con un 60% de los Serie 5 comercializados de combustión, un 30% eléctrico y el 10% restante híbridos enchufables.

Antes de centrarnos en la mecánica diésel, matizar que el nuevo Serie 5 solo está disponible con etiqueta 'cero' en las variantes eléctricas e híbridas enchufables, y 'eco' en las de combustión al tener híbridación suave gracias una tecnología de 48 voltios combinada de serie con el nuevo cambio automático Steptronic Sport de ocho relaciones. De este modo, el 520d sDrive que hemos conducido, tiene un motor de cuatro cilindros de 197 CV y 400 Nm de par, con una aceleración de cero a 100 km/h en 7,3 segundos y un consumo medio de 5,1 l/100 km. En nuestra prueba hemos comprobado como esta motorización mueve con soltura a la berlina, y sus casi 200 CV ofrecen un buen rendimiento, incluso en situaciones comprometidas, como una incorporación o una salida a una rotonda con tráfico denso.

En el apartado de consumo, en un trayecto que principalmente ha combinado autopista y carreteras secundarias, la berlina se ha movido en torno a los 6,7 litros, pero para sacar conclusiones claras necesitaríamos una prueba de mayor duración donde se mezclen diferentes entornos. Y es que dinámicamente, el Serie 5 con este motor diésel es un coche muy agradable de conducir. Es preciso, se mueve con soltura y aplomo, y también entra con decisión en las curvas, pese a sus dimensiones y a los 1.850 kilogramos de esta versión en la báscula. Además, el trabajo de la suspensión es francamente bueno, y logra elevar aún más el punto de comodidad del coche. Por encima de este 520d sDrive se sitúa la variante 520d xDrive, que tiene el mismo motor, pero equipa tracción total en vez de tracción trasera, siendo su gasto medio homologado de 5,5 l/100 km y su precio, de 62.600 euros. Además, en 2024, llegará una versión diésel más potente, ya con motor de seis cilindros.

En cuanto a sus dimensiones, el nuevo Serie 5 ha crecido en todos los sentidos respecto a su predecesor. De hecho, ahora es tan grande como el Serie 7 de batalla corta de anterior generación, prueba del salto que ha dado en sus cotas. En concreto, ha aumentado su longitud en 97 milímetros para llegar hasta los 5.060 milímetros, su anchura lo ha hecho en 32 milímetros hasta los 1.900 y su altura crece 36 milímetros hasta los 1.515. Mientras, la distancia entre ejes también se ha alargado 20 milímetros hasta llegar a los 2.995. Respecto a su maletero, BMW anuncia un volumen de 520 litros para todas las versiones del Serie 5, excepto en los eléctricos i5, que se ve reducido a 490 litros.

En su diseño hay algunos elementos a destacar. Por ejemplo, el frontal luce la clásica parrilla en forma de riñón de la marca, los faros LED están dispuestos en vertical y sirven como intermitentes y luces de conducción diurna y, la mencionada parrilla, se rodea de un amplio marco que puede iluminarse opcionalmente con el contorno BMW Iconic Glow. En el lateral destacan los tiradores de la puerta enrasados, mientras que lo más novedoso en la zaga son las luces traseras planas, divididas por una tira cromada que reconfiguran la característica forma de L.

Un interior amplio y digital

En el habitáculo, que presume de ser totalmente vegano, rápidamente se percibe la fantástica calidad de los materiales empleados, tanto de manera visual como en el tacto. Sucede lo mismo con los asientos, ya sea en las plazas delanteras o traseras, donde encontramos amplitud y confort, e incluso, el volante, con una terminación muy buena, realmente logra hacer más placentera la conducción. Sensaciones que dejan paso a la cantidad de tecnología que encontramos en el interior, y en comparación con su predecesor, reduce de forma notable el número de botones y mandos. Destaca la pantalla curva BMW Curved Display, que une la pantalla de 12,3 pulgadas para la instrumentación y otra pantalla central de control táctil de 14,9 pulgadas, que forman un todo. Ambas ofrecen una gran resolución y una fluidez excelente, pero tras nuestro contacto con el coche, te bajas con la sensación de necesitar horas y horas para ver todas las funciones y opciones que ofrece este modelo.

Además, el nuevo Serie 5 equipa el BMW Operating System 8.5, que ofrece una gama más amplia de contenidos digitales para información y entretenimiento, ciclos de actualización de funciones más rápidas, información mejorada sobre puntos de carga para vehículos eléctricos y acceso optimizado a muchos servicios en línea específicos. Y no solo eso, también es pionero en incorporar funciones como la plataforma de juegos AirConsole, que permite jugar a videojuegos desde la pantalla del salpicadero utilizando el móvil como mando, y que ya han integrado otros modelos como el Serie 7.

A esta gran dotación tecnológica interior hay que sumar un amplio repertorio de ayudas a la conducción (ADAS), ya que el Serie 5 cuenta con un amplio listado de asistentes. Algunos ejemplos son el Driving Assistant Professional opcional, que incluye asistente de dirección y de control de carril, y control de crucero con función Stop & Go; o el asistente de aparcamiento, que incorpora asistente de marcha atrás, y el asistente de aparcamiento opcional Parking Assistant Professional, que eleva a un nivel superior las posibilidades del aparcamiento automatizado, con maniobras de hasta 200 metros que pueden controlarse desde el interior del vehículo, pero también desde el exterior, empleando en este caso un teléfono móvil.

Además, este modelo tiene la particularidad de ofrecer en Estados Unidos, Canadá y Alemania, el asistente activo de cambio de carril con activación ocular, que no está disponible en España, pero que El Confidencial ya ha podido probar. Este se encarga de liberar al conductor de la conducción en vías rápidas a velocidades de hasta 130 km/h y, si el coche detecta que tenemos vía libre para cambiarnos de carril nos avisa, y con nuestra mirada, el vehículo se mueve hacia el carril indicado. El conductor únicamente tiene que accionar el intermitente. Eso sí, la persona debe estar pendiente de la carretera en todo momento. Si esto no sucede, el asistente se desactiva.