El Rimac Nevera logra un nuevo (y curioso) récord de velocidad: el más rápido... marcha atrás

Rimac, empresa fundada en 2009 por el emprendedor Mate Rimac y especializada en vehículos eléctricos de altísimas prestaciones, nos ha acostumbrado a ser noticia por ir batiendo un récord de velocidad mundial tras otro. Todo aquel que se propone. De hecho, a mediados de este mismo esta joven marca no batió uno, ni dos, ni tres récords... de una tacada pulverizo 23 registros en uno solo día, récords tanto de aceleración como de frenada, logrando incluso convertir al Nevera, el superdeportivo eléctrico del fabricante con cuatro motores y nada menos que 1.914 CV de potencia, en el coche matriculable más rápido del planeta al alcanzar una velocidad máxima de 412 km/h.

Cifras espectaculares, récords batidos... que también se han producido en escenarios muy reconocibles. Por ejemplo, en julio, en el Festival de Velocidad de Goodwood de 2023, el Nevera marcó un tiempo de 49,32 segundos durante el Supercar Shootout cronometrado, que lo convirtió en el automóvil de producción más rápido que ha asumido la famosa subida. O, sin ir más lejos, en agosto y en un escenario mítico, como el trazado antiguo de Nürburgring, el Rimac Nevera se convirtió en el coche eléctrico de producción más rápido del planeta, al cubrir los 20,8 kilómetros del trazado en 7 minutos, 5 segundos y 298 milésimas, pulverizando el anterior récord, en poder de Tesla Model S Plaid, en casi 20 segundos.

El más rápido... marcha atrás

Y, ahora, entre récord y récord, Rimac tuvo una idea que a muchos les puede resultar disparatada: “Durante el desarrollo se nos ocurrió que el Nevera probablemente sería el coche más rápido del mundo en marcha atrás, pero nos reímos un poco. Después de todo, la aerodinámica, la refrigeración y la estabilidad no habían sido diseñadas para viajar hacia atrás a gran velocidad. Pero luego empezamos a hablar de lo divertido que sería intentarlo. Nuestras simulaciones mostraron que podíamos alcanzar más de 240 km/h, pero no teníamos mucha idea de cuán estable sería: estábamos entrando en un territorio inexplorado”, afirma Matija Renic, Ingeniero Jefe del Rimac Nevera.

La marca de origen croata aclara que a diferencia de un automóvil con motor de combustión interna, o incluso de algunos eléctricos, la transmisión del Nevera no tiene marchas. Es decir, los cuatro motores individuales que incorpora van hacia adelante o hacia atrás. Esto significa que el superdeportivo, capaz de hacer hacia adelante el cero a 60 millas por hora (97 km/h) en 1,85 segundos, de cero a 100 millas por hora (161 km/h) en 4,3 segundos o de cero a 186 millas por hora (299 km/h) en solo 9,3 segundos, podría ofrecer un rendimiento similar hacia atrás. De hecho, para poner en contexto lo que significa este curioso récord, Rimac ha usado una comparativa peculiar. La marca ha utilizado uno de los 12 Nevera Time Attack que existen en el mundo, y marcha atrás alcanzó una velocidad máxima de 171,34 mph (275,74 km/h), que le permitió lograr el récord. Para poner en contexto este registro, en 1967, el Lamborghini Miura se convirtió en el automóvil de producción más rápido del mundo, con un motor V12, logrando superar la barrera de los 170 mph (273,58 km/h). Varias décadas después, el Rimac Nevera ha alcanzado esta velocidad, pero... al revés.

“Durante la carrera, definitivamente tomó algo de tiempo acostumbrarse. Estás mirando hacia atrás viendo el paisaje alejarse cada vez más rápido, sintiendo tu cuello tirado hacia adelante en casi la misma sensación que normalmente tendrías al frenar con fuerza. Mueves el volante con mucha suavidad, con cuidado de no alterar el equilibrio, observando tu rumbo y tus frenadas señalan el espejo retrovisor, sin perder de vista la velocidad. A pesar de que la forma en que se diseñó el automóvil era casi completamente antinatural, el Nevera logró otro récord”, explica Goran Drndak, controlador en la prueba que efectúo Rimac.

Para entender todavía más este superdeportivo eléctrico, el Nevera comparte plataforma y buena parte de la mecánica con el Pininifarina Battista, un cupé deportivo biplaza de dos puertas que mide 4,75 metros de largo por 1,99 de ancho y solo 1,21 de alto. Cuenta con una batería de 120 kWh de capacidad, que le permite homologar una autonomía media de 490 kilómetros. No obstante, el modelo croata no sorprende por su alcance, sino por sus prestaciones, que le permiten ser el coche más rápido del planeta en la actualidad, por delante de marcas célebres como Bugatti, Ferrari o Porsche.