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El Rimac Nevera 'vuela' en Nürburgring, y arrasa el récord de junio del Tesla Model S Plaid
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La marca croata dice que pueden bajarlo más

El Rimac Nevera 'vuela' en Nürburgring, y arrasa el récord de junio del Tesla Model S Plaid

En su día, Tesla demostró en la pista alemana de Nürburgring que su Model S Plaid era el eléctrico más rápido del mundo. Pero llegó Porsche y batió el récord, aunque Tesla lo recuperó en junio. Y ahora, por goleada, Rimac se hace con la corona

Foto: El Nevera Time Attack, durante su asalto al récord de Nürburgring. (Rimac)
El Nevera Time Attack, durante su asalto al récord de Nürburgring. (Rimac)

El trazado antiguo de Nürburgring, con sus más de 20 kilómetros de recorrido y su infinidad de curvas, rasantes, peraltes y toboganes, se ha convertido desde hace tiempo en el escenario preferido por los fabricantes de automóviles para dirimir sus pugnas en materia de prestaciones y deportividad. Porque una cosa son las carreras, reservadas a modelos de competición, y otra es el llamado Infierno Verde alemán, pista legendaria que aún hoy se emplea una vez al año para las 24 Horas de Nürburgring y donde muchas marcas cronometran los tiempos por vuelta de sus coches de calle más dinámicos para medirse a sus competidores. Una misión para la que recurren a sus pilotos de pruebas, deportistas en nómina que colaboran en el desarrollo de los automóviles y son capaces de llevar al extremo las posibilidades de esas monturas sobre el asfalto.

placeholder El primer Nevera Time Attack, entregado a un cliente californiano, se personalizó en verde.
El primer Nevera Time Attack, entregado a un cliente californiano, se personalizó en verde.

De ahí que, de vez en cuando, las marcas anuncien que han batido el récord en Nürburgring dentro de una determinada categoría de vehículos, pues eso sigue dando galones y notoriedad ante una parte importante del público objetivo, amante de los coches de alto rendimiento. Así sabemos, por ejemplo, que el coche matriculable más rápido del momento es el Mercedes-AMG One, un biplaza con soluciones de Fórmula 1, tracción a las cuatro ruedas y mecánica híbrida de gasolina con 1.063 CV de potencia que el año pasado bajó ocho segundos la marca anterior, y en manos del piloto Maro Engel dejó el registro en 6 minutos, 35 segundos y 183 milésimas.

Y más recientemente, en marzo de este año, el nuevo Honda Civic Type R, dotado de un motor 2.0 con turbo y 329 CV de potencia, recuperaba para la firma japonesa el récord en Nürburgring entre los deportivos de tracción delantera, deteniendo el reloj en un tiempo de 7 minutos, 44 segundos y 881 milésimas, con lo que arrebataba el primer puesto de la clase al Renault Mégane R.S. Trophy R.

placeholder A nivel técnico, no se anuncian diferencias entre la edición Time Attack y los otros Nevera.
A nivel técnico, no se anuncian diferencias entre la edición Time Attack y los otros Nevera.

Pero Nürburgring no es un coto reservado a los coches de gasolina, y desde hace años también los ultrapotentes vehículos eléctricos se dejan ver por la pista alemana, a la que miles de aficionados de toda Europa, e incluso del resto del planeta, acuden en peregrinación cada año para rodar en sesiones abiertas a cualquiera que pase por taquilla, y que se comprometa a pagar los daños causados en las instalaciones.

Los eléctricos más rápidos

Fue Porsche, marca habitual en el Infierno Verde, una de las primeras que acudió de forma oficial a medir el tiempo de su eléctrico más veloz, el Taycan Turbo, allá por 2019. Y completó la experiencia dejando el récord para coches eléctricos de producción en serie (matriculables) en 7 minutos y 42 segundos con esa versión de 680 CV de potencia. Pero Tesla respondió, acudiendo con su Model S Plaid de 1.020 CV y bajando el tiempo siete segundos. Ese nuevo récord de 7 minutos y 35 segundos debió pesar como una losa en la sede de Porsche, un fabricante poco acostumbrado a tirar la toalla, y enseguida prepararon el contraataque, materializado en el Taycan Turbo S, que con sus 760 CV de potencia y el piloto de desarrollo Lars Kern a los mandos consiguió recuperar el año pasado la corona en su clase, al parar el cronómetro en 7 minutos y 33 segundos.

placeholder El Nevera Time Attack usado en Nürburgring equipaba neumáticos Michelin Cup2R.
El Nevera Time Attack usado en Nürburgring equipaba neumáticos Michelin Cup2R.

Pero la palabra pique adquiere un valor especial en esta pugna, que a algunos puede parecer pueril pero que tiene su trascendencia a la hora de vender ciertos tipos de coches, entre los de Stuttgart-Zuffenhausen y los de Austin, pues la marca de Elon Musk volvía a responder, y de nuevo con su Model S Plaid. Fue el pasado mes de junio, y esta vez dotaron a su berlina eléctrica de un nuevo paquete opcional Track Pack, disponible para cualquier usuario que lo pague, cuyo elemento protagonista es el sistema de frenos cerámicos. Un punto clave en un circuito como Nürburgring. Y ese Model S Plaid Track Pack devolvía el récord a Tesla, y con bastante margen sobre el registro del Porsche Taycan Turbo S, pues el coche de Musk limó otros ocho segundos: 7 minutos, 25 segundos y 231 milésimas. ¿Imbatible?

placeholder Los Time Attack serán negros o del tono de la fibra de carbono, pero combinando con otros colores.
Los Time Attack serán negros o del tono de la fibra de carbono, pero combinando con otros colores.

Evidentemente, no era imbatible. Y, de hecho, ha durado escasamente dos meses, porque Rimac lo ha pulverizado con el Nevera, un superdeportivo eléctrico con cuatro motores y nada menos que 1.914 CV de potencia que ya se había convertido hace poco en el coche matriculable con más récords mundiales de aceleración y frenada. Incluyendo ahí, en este caso sí, a los modelos de gasolina. Porque logró 23 nuevas plusmarcas en un solo día. Y la firma croata había preparado en los últimos meses una edición especial, bautizada Nevera Time Attack y limitada a 12 unidades, que quería desvelar con ocasión de la Monterey Car Week de California, y para la que buscaba un potente reclamo propagandístico... Y batir el récord de Nürburgring para eléctricos lo era.

placeholder Para la prueba se limitó la velocidad a 350 km/h, pero el Nevera alcanza 412 km/h.
Para la prueba se limitó la velocidad a 350 km/h, pero el Nevera alcanza 412 km/h.

Dicho y hecho, Mate Rimac mandaba semanas atrás al circuito alemán una unidad del Nevera Time Attack y a uno de sus pilotos, el también croata Martin Kodric. Ausencia de lluvia, nula humedad en el asfalto... El equipo de la marca, además, programó los ensayos para la jornada en que se preveían temperaturas más altas. Condiciones óptimas que, sin duda, debieron contribuir a su récord estratosférico, pues el Nevera se convertía, de forma holgada, en el coche eléctrico de producción más rápido en Nürburgring, al cubrir los 20,8 kilómetros del trazado en 7 minutos, 5 segundos y 298 milésimas, pulverizando el anterior récord, en poder de Tesla, en casi 20 segundos. Para ser el estreno oficial de Rimac Automobili en la pista germana, una gesta soberbia. Y, según Kodric, hay margen de mejora.

No pasó de 355 km/h

El nuevo récord, verificado por los ingenieros de TÜV SÜD y registrado hasta el mínimo detalle por la telemetría del coche (una parte de ella se puede observar en el video del test), se conseguía, además, con una unidad equipada con neumáticos Michelin Cup2R, de carácter ultradeportivo pero que están homologados para velocidades de hasta 350 km/h, de manera que el Nevera Time Attack usado en Nürburgring tenía limitada su velocidad a esos 350 km/h, lejos de los 412 km/h que puede alcanzar. En el video, de hecho, se aprecia cómo en la zona más rectilínea del circuito, casi al final del trazado y que ronda los 2,8 kilómetros, el coche croata estabiliza su punta entre 350 y 355 km/h, sin poder pasar de ahí.

placeholder El habitáculo, tapizado en Alcantara negra, se personaliza con inserciones a juego con el exterior.
El habitáculo, tapizado en Alcantara negra, se personaliza con inserciones a juego con el exterior.

Así las cosas, cuando Rimac Automobili desveló en California su nuevo Nevera Time Attack ya podía presumir, oficialmente, de ser el eléctrico de calle más rápido del planeta. Tanto por los 23 récords mundiales homologados en abril como por el brillante registro de vuelta rápida en el Infierno Verde. Estreno oficial para una versión de la que solo se fabricarán en la planta de Zagreb una docena de unidades, todas ya asignadas a sus propietarios. De hecho, en la cita de Monterey se entregó el primer coche de la serie especial a un cliente californiano, Jeff Miller, quien recibió las llaves de manos del propio Mate Rimac.

placeholder Una placa en el interior de las 12 unidades recuerda que el Time Attack es una serie limitada.
Una placa en el interior de las 12 unidades recuerda que el Time Attack es una serie limitada.

En realidad, la nueva versión Time Attack no presenta cambios en la parte mecánica, protagonizada por sus 1.914 CV, y centra la personalización en el capítulo estético, donde cada comprador podrá elegir colores exteriores y materiales interiores a su gusto. En el caso de la unidad entregada en California, la carrocería combinaba la pintura negra de fondo con bandas verdes que son un homenaje al primer coche desarrollado por Rimac, que fue un BMW M3 reconvertido a eléctrico y bautizado como e-M3.

Pero los otros 11 coches, ya configurados por sus clientes, presentan otros tonos, como el azul o el rojo, aunque siempre en combinación con una base negra o de fibra de carbono a la vista. En cuanto al interior, identificado en cada caso por una placa conmemorativa 'Time Attack: 1 of 12' y por el nombre de la versión grabado en los respaldos de ambos asientos, el material predominante es la piel Alcantara negra, con inserciones a juego en el color elegido para el exterior.

El trazado antiguo de Nürburgring, con sus más de 20 kilómetros de recorrido y su infinidad de curvas, rasantes, peraltes y toboganes, se ha convertido desde hace tiempo en el escenario preferido por los fabricantes de automóviles para dirimir sus pugnas en materia de prestaciones y deportividad. Porque una cosa son las carreras, reservadas a modelos de competición, y otra es el llamado Infierno Verde alemán, pista legendaria que aún hoy se emplea una vez al año para las 24 Horas de Nürburgring y donde muchas marcas cronometran los tiempos por vuelta de sus coches de calle más dinámicos para medirse a sus competidores. Una misión para la que recurren a sus pilotos de pruebas, deportistas en nómina que colaboran en el desarrollo de los automóviles y son capaces de llevar al extremo las posibilidades de esas monturas sobre el asfalto.

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