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La traumática escisión de EY: el negocio de consultoría sufrirá para sobrevivir solo
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Podría costar cientos de millones

La traumática escisión de EY: el negocio de consultoría sufrirá para sobrevivir solo

Los dirigentes de EY aprobaron la semana pasada la separación de los negocios de consultoría y auditoría de la empresa de servicios profesionales

Foto: EY. (EC Diseño)
EY. (EC Diseño)
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La fuerte competencia y la ralentización de la economía podrían suponer un reto para Ernst & Young, que busca crear una marca de consultoría independiente como parte de la división planeada de su negocio.

Los dirigentes de EY aprobaron la semana pasada la separación de los negocios de consultoría y auditoría de la empresa de servicios profesionales. La medida supondría la separación del negocio de consultoría, que está creciendo más rápidamente y que asesora sobre cuestiones fiscales, acuerdos y estrategias corporativas. La propuesta de separación "ofrece enormes oportunidades para nuestra gente, nuestros clientes y nuestros socios", afirmó la semana pasada Carmine Di Sibio, presidente mundial de EY, a The Wall Street Journal.

PricewaterhouseCoopers, KPMG y Deloitte, las otras empresas del 'Big Four' de la contabilidad, han declarado que no tienen intención de llevar a cabo una separación similar. Deloitte es patrocinador de CFO Journal.

Foto: Nacho Rel, socio director de EY Consulting.

EY planea recaudar unos 11.000 millones de dólares a través de una oferta pública inicial de una participación del 15% en la consultora, así como unos 13.000 millones de dólares de deuda neta para financiar la transacción. El plan se enfrenta ahora a una votación con los 13.000 socios de la empresa, que se espera que comience a finales de este año y termine en enero o febrero. La empresa, que al igual que las otras 'Big Four' está estructurada como una red internacional de sociedades privadas, prepararía entonces el negocio de consultoría para una oferta pública de venta a finales del próximo año.

La separación permitiría que los consultores de EY buscasen un grupo de nuevos clientes a los que antes no podían atender debido a las normas de independencia que limitan el tipo de tareas que las empresas de contabilidad pueden realizar para los clientes de auditoría.

En virtud de la Ley Sarbanes-Oxley de 2002, las empresas de contabilidad que auditan los libros de una empresa tienen prohibido prestar determinados servicios de consultoría, como puede ser la implementación de software nuevo para un cliente. "El diseño y la implementación de sistemas es una de las oportunidades de consultoría más lucrativas", afirma Elizabeth Cowle, profesora adjunta de Contabilidad en la Universidad Estatal de Colorado.

Foto: Oficinas de EY. (Reuters/Vera)

El año pasado, el sector de la consultoría tecnológica mundial tuvo un valor de 350.000 millones de dólares, mientras que el mercado de servicios profesionales se valoró en 1,1 billones de dólares, según la empresa de asesoría Source Global Research.

Según EY, que declinó dar más detalles, el negocio de consultoría, una vez separado, seguirá invirtiendo en tecnología para ampliar su oferta a los clientes. La empresa de consultoría tiene previsto centrarse en la captación de nuevos clientes en áreas como la tecnología, los servicios financieros, el capital privado, el gobierno y las ciencias de la vida, según EY. Declaró también que alrededor del 75% de su práctica fiscal pasará a formar parte de la empresa de consultoría, mientras que el resto seguirá formando parte del negocio de auditoría, que también ofrecerá algunos servicios fiscales y de asesoramiento.

La creación de una marca de consultoría separada podría costar a EY cientos de millones de dólares, según estimaciones de investigadores que cubren el sector. Según Fiona Czerniawska, directora ejecutiva de Source Global Research, esos fondos se destinarían a 'marketing', nuevos empleados y espacio de oficina.

Foto: Pablo Dorronsoro, nuevo socio de EY Abogados.

Añade que la consultora, que aún no tiene un nombre oficial, tiene que asegurarse de que su marca no confunda a los clientes potenciales o a los existentes. "EY va a tener que crear algo que sea distintivo y diferente en un entorno que ya está muy saturado", afirma Czerniawska.

Según Steve Krouskos, socio director global de la empresa, el negocio actual de consultoría de EY es una "marca consolidada", con clientes que repiten y que representan más del 95% de su base de ingresos. "Podremos hacer las cosas de forma más cohesionada y eficiente porque operaremos bajo una estructura más global con la nueva empresa", afirma Krouskos.

Los ingresos de consultoría de EY casi se triplicaron entre 2010 y 2021, desde 5.520 millones de dólares hasta unos 15.930 millones, creciendo a un ritmo más rápido que los de las otras 'Big Four', según Monadnock Research LLC, una empresa de investigación que realiza un seguimiento del sector de la consultoría. EY quedó por detrás de Deloitte y PwC en el ejercicio 2021, tanto en sus ingresos totales, que ascendieron a 39.960 millones de dólares, como en los de consultoría. EY partía de una base de ingresos por consultoría menor que la de las otras 'Big Four'.

Foto: Ramón Palacín, socio director de EY Abogados, y Javier Fernández Samaniego, socio director de Samaniego Law. (Cedida)

La empresa independiente podría enfrentarse más directamente que antes a gigantes de la consultoría como Accenture PLC y Bain & Co. La separación prevista de EY ha suscitado comparaciones con la que se produjo cuando Andersen Consulting se separó de la desaparecida empresa de contabilidad Arthur Andersen en 2001 y posteriormente se rebautizó como Accenture. Accenture, que gastó unos 175 millones de dólares en el cambio de marca, declaró 50.500 millones de dólares de ingresos para el año que terminó en agosto de 2021, frente a los 44.300 millones del año anterior. Accenture no respondió a una solicitud de comentarios.

EY afirma que planea invertir más que Accenture en la comercialización de la marca, pero se negó a proporcionar una cifra exacta. Subraya también que el sector de la consultoría es mucho más grande ahora que a principios de los 2000, cuando varias grandes empresas de contabilidad escindieron sus ramas de consultoría.

EY y otras empresas de contabilidad volvieron a aumentar sus negocios de consultoría con el tiempo, superando colectivamente los ingresos que generaban con la auditoría. En 2000, EY vendió Ernst & Young Consulting a Capgemini SE, con sede en París, por 11.000 millones de dólares.

Foto: Pablo Sanz, nuevo socio responsable de la Zona Norte de EY.

En 2014, EY adquirió la empresa de consultoría estratégica global Parthenon Group, lo que impulsó las capacidades de consultoría estratégica de EY, según expone Mark O'Connor, director ejecutivo de Monadnock Research. Este tipo de consultoría suele consistir en asesorar a los clientes sobre cómo estructurar sus organizaciones o asignar recursos.

Según O’Connor, una de las áreas de interés de EY son las empresas en fase inicial especializadas en tecnología. Además de las empresas tecnológicas jóvenes, EY también audita a la matriz de Google, Alphabet Inc., a Amazon.com Inc., a Apple Inc., a la matriz de Facebook, Meta Platforms Inc., y a Netflix Inc., a las que no puede ofrecer ciertos servicios no relacionados con la auditoría.

EY tuvo 101 clientes de auditoría de OPI en Estados Unidos el año pasado, frente a los 59 del año anterior, según la firma de investigación Audit Analytics. Por su parte, Deloitte tuvo 76, PwC tuvo 68 y KPMG, 64. EY ha tenido más clientes de auditoría de OPI en Estados Unidos al año que las otras cuatro grandes empresas desde 2019, según indican los datos.

Foto: A la izquierda, Lourdes Centeno, en su etapa de vicepresidenta de la CNMV. A la derecha, la presidenta, Elvira Rodríguez. (EFE)

Según Gerard Tellis, profesor de Marketing de la Universidad del Sur de California, una posible recesión también podría dificultar la captación de nuevos clientes por parte de EY, ya que las empresas suelen recortar el gasto en consultores externos en periodos de menor crecimiento.

Las empresas podrían optar por seguir con su actual consultora, en lugar de probar una nueva, si no están seguras de sus perspectivas, advierte Tellis. "Si lo que tienen en mente es el crecimiento y la expansión, va a ser muy difícil en este mercado".

*Contenido con licencia de 'The Wall Street Journal'.

La fuerte competencia y la ralentización de la economía podrían suponer un reto para Ernst & Young, que busca crear una marca de consultoría independiente como parte de la división planeada de su negocio.

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