Es noticia
En Wall Street, los abogados ya ganan más que los banqueros
  1. Jurídico
Las retribuciones se disparan

En Wall Street, los abogados ya ganan más que los banqueros

Las estrellas de la abogacía norteamericana pueden llegar a cobrar más de 15 millones de dólares al año, mientras que el sueldo de los banqueros apenas ha variado en los últimos ejercicios

Foto: Exteriores de la Bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Platt)
Exteriores de la Bolsa de Nueva York. (Getty/Spencer Platt)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

En los últimos años, cuando Lisa Lippman, agente inmobiliaria de Manhattan, llevaba a sus acaudalados clientes por apartamentos de más de siete millones de dólares con vistas a Central Park y servicios como pistas de squash y piscinas, notó un cambio: ya no eran los banqueros los que hacían muchas ofertas. Eran abogados.

"Antes se decía que alguien era banquero de inversiones, y eso era importante. Ahora es como meh", cuenta Lippman, que antes trabajaba como abogada. "Si tuviera que elegir a mis compradores favoritos, serían los grandes abogados".

Los banqueros solían embolsarse varias veces el sueldo de un abogado, pero estos han ido ganando terreno, gracias al estancamiento de los sueldos de los banqueros, salvo los de mayor rendimiento, y a la dinámica cambiante de los bufetes de abogados. La tendencia se afianzó mucho antes de que la reciente ralentización de los acuerdos hiciera mella en los salarios de los banqueros. The Wall Street Journal habló con más de 30 expertos en retribución, banqueros y abogados, y revisó los datos salariales de más de 15 años.

Foto: Foto: Getty/Spencer Platt.
TE PUEDE INTERESAR
Problemas en el paraíso: guerra civil en el seno de un 'hedge fund' de la élite de Wall Street
The Wall Street Journal. Juliet Chung y Gregory Zuckerman

Los directores ejecutivos que no ocupan puestos de liderazgo en los bancos ganan una media de entre uno y dos millones de dólares la mayoría de los años, incluidas bonificaciones pagadas a menudo en su mayor parte en acciones, más o menos igual que hace dos décadas.

Por su parte, los socios de los principales bufetes de abogados pueden ganar unos tres millones de dólares o más al año, más del triple que hace dos décadas. Un grupo de élite de socios que atraen cantidades excepcionales de negocio ganan más de 15 millones de dólares en un puñado de bufetes como Wachtell, Lipton, Rosen & Katz; Kirkland & Ellis; y Paul, Weiss, Rifkind, Wharton & Garrison. "Las cosas han cambiado", afirma Mark Rosen, un veterano reclutador de abogados. "La remuneración de los abogados ha crecido increíblemente".

En 2000, cuando Rob Kindler, un consolidado abogado de negocios, dejó el bufete de abogados Cravath, Swaine & Moore para dedicarse a la banca, un artículo del Journal decía que podría ganar unas cinco veces más dinero en un banco de inversión.

Foto: Ana Botín, presidenta de Banco Santander, con la vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño. (EFE/Mariscal)

A principios de este mes, Kindler, de 69 años, abandonó Morgan Stanley para incorporarse al bufete de abogados Paul Weiss. Allí ganará unos 10 millones de dólares al año, dependiendo de su rendimiento, probablemente más de lo que ganaba en Morgan Stanley.

Abogados y banqueros son los pilares de Wall Street y trabajan en tándem para facilitar todo tipo de maniobras a las mayores empresas del mundo. Los especialistas de ambas profesiones ayudan a los clientes a recaudar dinero, hacer tratos y ahuyentar a pretendientes o inversores no deseados.

Las razones de esta evolución son variadas. En la actualidad, los abogados de empresa ya no se limitan a firmar contratos, sino que son cuasi banqueros que sirven de caja de resonancia a los ejecutivos de las empresas cuando entran en conflicto con las autoridades reguladoras o se enfrentan a cuestiones espinosas como la planificación de la sucesión. También han recibido una enorme cantidad de trabajo por el auge del capital riesgo, una base de clientes que no era tan activa hace 20 años.

Al mismo tiempo, la estructura retributiva de los bufetes se ha visto alterada, ya que todos los grandes despachos, salvo unos pocos, han abandonado la estructura salarial denominada lockstep, en la que las retribuciones de los socios se basan exclusivamente en la antigüedad y no en la productividad. Esto ha creado una nueva era de guerras de ofertas por el talento, similar a la de los equipos deportivos que apuran sus carteras para fichar a jugadores estrella.

Foto: (iStock)

Kirkland, en particular, ha puesto la competencia al rojo vivo en los últimos 15 años, en los que ha robado socios a otros bufetes para impulsar su negocio. Kirkland ha ofrecido a sus potenciales reclutas contratos que podrían valer 20 millones de dólares o más al año durante los primeros años, bastante más de lo que la mayoría podría ganar en otro lugar.

La mayoría de los grandes bufetes suben sus precios en torno a un 4% cada año, normalmente más que la inflación, según Owen Burman, consultor sénior de Wells Fargo, que hace un seguimiento del sector. Los honorarios de los banqueros, aunque elevados, son relativamente estáticos. Los mejores abogados cobran actualmente más de 2.000 dólares la hora por su tiempo.

Algunos de los que más trabajan en los mejores bufetes ganan más de 15 millones de dólares, y una élite reducida supera con creces los 20 millones. Scott Barshay, de Paul Weiss, y James Sprayregen, de Kirkland, suelen figurar entre los abogados mejor pagados de Wall Street. (En comparación, el consejero delegado de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, ganó 34,5 millones de dólares el año pasado, la mayor parte en acciones de la empresa).

Foto: JPMorgan en Nueva York. (Reuters/Mike Sega)

Mientras que los socios más destacados de un bufete de abogados pueden llegar a ganar unos 20 millones de dólares al año, las estrellas de la abogacía pueden llegar a generar 100 millones o más, según Rosen, el reclutador jurídico.

La riqueza puede tener un precio. Asesorar a las empresas en sus momentos más críticos significa trabajar 24 horas al día, 7 días a la semana. Rosen explicó que no es raro que sus clientes trabajen 18 horas al día, los fines de semana. Un abogado recordó que atendió una llamada de un cliente mientras posaba para las fotos familiares en el bar mitzvah de su hijo. El trabajo de los banqueros puede ser igualmente incesante, pero la remuneración de la mayoría no ha seguido la trayectoria que tenía antes de la crisis financiera de 2008, según los datos de una encuesta de la empresa de contratación Bay Street Advisors.

El análisis de Bay Street muestra que el director general medio de un banco de inversión de los 20 principales que no dirige un grupo ganó 1,9 millones de dólares al año en los últimos tres años (que incluyeron un destacado 2021), frente a los 1,9 millones de 2007. Y eso sin tener en cuenta la inflación. Los banqueros de menor nivel ganan incluso menos de media que antes de la crisis.

Foto: Foto: Reuters/Leah Millis.
TE PUEDE INTERESAR
Los bancos centrales no pueden con la inflación... y seguirán sin poder
The Wall Street Journal. Tom Fairless y Paul Hannon

La presión de los reguladores, el aumento de los gastos y la tendencia a vender las marcas de los grandes bancos en lugar de a particulares han afectado a los salarios. Mientras que antes de la crisis financiera era habitual que bancos como Goldman Sachs Group y Morgan Stanley gastaran más del 40% de sus ingresos en salarios, ahora esa cifra es mucho menor.

"Cada vez que los bancos se animan, nos encontramos con un contratiempo y volvemos a retroceder unos años", afirma Kevin Mahoney, socio de Bay Street que dirige el departamento de banca de inversión. Antes era habitual que los banqueros se jubilaran a los 50 años, tras haber amasado fortunas considerables. Ahora es menos frecuente.

Pero no empiece a llorar por ellos. Su salario sigue siendo muy superior a los ingresos medios de los hogares estadounidenses, que rondan los 70.000 dólares anuales. Y los banqueros estrella —especialmente en firmas asesoras independientes como Centerview Partners— todavía pueden obtener un buen sueldo de ocho cifras o más en un buen año.

-Con la contribución de Dana Cimilluca y Alexander Saeedy.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal.

En los últimos años, cuando Lisa Lippman, agente inmobiliaria de Manhattan, llevaba a sus acaudalados clientes por apartamentos de más de siete millones de dólares con vistas a Central Park y servicios como pistas de squash y piscinas, notó un cambio: ya no eran los banqueros los que hacían muchas ofertas. Eran abogados.

Wall Street Despachos Abogados
El redactor recomienda