Problemas en el paraíso: guerra civil en el seno de un 'hedge fund' de la élite de Wall Street

Una gran disputa en la cúpula de uno de los mayores fondos de cobertura (hedge fund) del mundo ha salido a la luz, planteando interrogantes sobre el futuro de la empresa.

A lo largo de los últimos 22 años, John Overdeck y David Siegel han convertido Two Sigma Investments en un gigante de 60.000 millones de dólares. Pero entre bastidores, los multimillonarios cofundadores han discutido sobre la dirección de la empresa, la planificación de la sucesión y más, según personas familiarizadas con el asunto.

La relación se ha deteriorado hasta el punto de que Two Sigma sintió la necesidad de revelar la fricción en una presentación de valores el 31 de marzo. En una sección poco notada sobre "riesgos materiales" relacionados con sus estrategias de inversión, la empresa advirtió que el comité de gestión de Two Sigma —que incluye solo Overdeck y Siegel— está teniendo dificultades para tomar decisiones clave, una revelación que abogados, inversores y otros dicen que es prácticamente sin precedentes en el mundo de la inversión.

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Two Sigma, según la presentación, está experimentando "una variedad de desafíos de gestión y gobierno", y el comité de gestión "ha sido incapaz de llegar a un acuerdo sobre una serie de temas". Estos incluyen "la definición de funciones, autoridades y responsabilidades para una serie de funcionarios de nivel C, incluyendo para las diversas funciones de los miembros del comité de gestión", así como "el diseño organizativo y la estructura de gestión de varios equipos" y "planes de sucesión", entre otros desacuerdos.

"Nunca había visto algo así", afirma Jamie Nash, socio del bufete de abogados Kleinberg Kaplan que asesora a fondos de alto riesgo. "Los desacuerdos entre fundadores no son infrecuentes, pero nunca he oído hablar de una revelación como esta".

El acuerdo operativo que los dos hombres redactaron hace décadas especifica que deben estar de acuerdo en la mayoría de las decisiones, según personas familiarizadas con Two Sigma. Así que cuando no están de acuerdo, las cosas se paralizan.

La gente que trabaja para los dos hombres están atrapados en medio. A principios de 2022, un grupo de modeladores senior que dependen de Overdeck amenazaron con dimitir si Siegel no daba un paso atrás en la empresa, según personas familiarizadas con el asunto. Siegel pilló el farol. El grupo, que incluía a los jefes de inversión Alex Ginsburg y Geoffrey Duncombe, acabó quedándose.

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Overdeck es matemático, y trabajó para Jeff Bezos en los inicios de Amazon.com. Él y Siegel, un informático educado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts que también trabajó en Tudor Investments, se conocieron mientras trabajaban en la firma quant DE Shaw Group en la década de 1990 y pasaron a fundar Two Sigma en 2001. Mark Pickard, otro de los cofundadores, se jubiló en 2006.

Los ordenadores de la empresa digieren torrentes de información procedente de informes de resultados, boletines meteorológicos, etc., y sus científicos escriben algoritmos de inversión basados en patrones y señales detectados en los datos.

Two Sigma se ha descrito a sí misma ante posibles empleados como "el mejor lugar para que trabajen los frikis simpáticos"

Two Sigma se ha descrito a sí misma ante posibles empleados —a menudo doctores en matemáticas e ingeniería— como "el mejor lugar para que trabajen los frikis simpáticos", según afirman empleados actuales y antiguos, un eslogan que subraya la importancia de la pasión y el compañerismo. La empresa neoyorquina se ha expandido a los sectores de capital riesgo, capital privado, reaseguros y creación de mercados.

Al principio, Overdeck, de 53 años, y Siegel, de 61, parecían muy unidos, según quienes les conocen. Pasaban juntos las vacaciones con sus familias, y los dos fundadores almorzaban juntos a menudo en Lupe's East L.A. Kitchen, un restaurante mexicano cerca de su oficina en el barrio SoHo de Manhattan.

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Los ejecutivos, que tienen oficinas a unos 10 metros de distancia, se reparten las tareas. Overdeck ha dirigido a los investigadores de inversiones, o modeladores, favoreciendo normalmente un enfoque no intervencionista. Siegel supervisa a los ingenieros de la empresa mientras participa en conferencias del sector, a menudo para hablar sobre el futuro de la inteligencia artificial, que estudió hace décadas en el MIT. Cada ejecutivo cuenta con grupos de leales dentro de la empresa. "Son dos tribus distintas", dijo una persona cercana a la firma.

En un perfil de 2015 de Two Sigma, Forbes describió a Overdeck como el "chef maestro" de Two Sigma, y a Siegel como el gerente de la firma. Poco después, Overdeck llevó un gorro de chef a una reunión con Siegel, dijeron personas familiarizadas con la situación. Siegel pasó varios días furioso por el incidente.

Los dos hombres también han tenido desacuerdos sobre la planificación de la sucesión, según indicaron algunas de las personas. Siegel ha apoyado un plan para entregar el control a un director ejecutivo, mientras que él y Overdeck mantendrían sus funciones de presidentes. Overdeck, por su parte, ha querido mantener un papel operativo.

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C. R.

La jubilación prevista del director de operaciones, Jonathan Hitchon, que ha desempeñado un papel diplomático entre ambos en los últimos años, fue uno de los detonantes de la reciente revelación de Two Sigma, según personas familiarizadas con la empresa. Overdeck y Siegel han discrepado sobre a quién contratar como sustituto de Hitchon.

Esas discusiones han provocado conversaciones más amplias —y desacuerdos— entre ambos. Juntos controlan prácticamente todo el capital de la empresa, aunque Overdeck tiene una participación ligeramente mayor.

En los últimos años, Overdeck y Siegel rara vez han aparecido juntos en eventos de empresa. Los asistentes a las reuniones afirman que a menudo se insultan mutuamente. Las decisiones se retrasan y los proyectos se cancelan porque los empleados dan por sentado que no van a conseguir que los dos fundadores se pongan de acuerdo. Una persona familiarizada con Overdeck y Siegel describió su relación como una evolución a lo largo de los años "de la irritación a la guerra fría y a la guerra caliente".

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En la presentación de marzo, Two Sigma declaró que la discordia podría afectar a la "capacidad de la empresa para retener o atraer a los empleados (incluidos los empleados de muy alto nivel) y podría seguir afectando a la capacidad de los empleados para aplicar plenamente la investigación clave, ingeniería, o iniciativas de negocio corporativo". Las continuas disputas podrían afectar a la rentabilidad de los inversores a lo largo del tiempo, según la empresa.

Algunos altos directivos ya se han marchado a competidores como Citadel, pero los resultados de Two Sigma siguen siendo sólidos. Hay pocos indicios de que los inversores vayan a retirar sus inversiones, y la empresa sigue siendo rentable. Aun así, varios inversores afirman estar siguiendo de cerca la situación.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal.