Los grandes fondos pasan de las elecciones: solo preocuparía un giro antieuropeo de Vox

La industria española de fondos de inversión y banca privada se juega cosas en las próximas elecciones generales, pero no porque afecte a las empresas en las que invierten, sino porque puede afectar al día a día de su propio negocio, el de gestionar patrimonios de terceros a cambio de comisiones. Y a las gestoras, instituciones y diplomacias extranjeras, lo único que les preocupa seriamente —a nivel de reducir drásticamente la exposición al país— sería un giro antisistema y antieuropeo del gobierno que salga de las urnas del 23-J.

Los gestores españoles consensúan en la XIX Encuesta de Sentimiento de Mercado de El Confidencial, correspondiente al mes de junio, que no esperan impacto significativo del proceso electoral en las carteras que gestionan.

Intuitivamente, uno podría decir que la actualidad económica debería estar marcada por la política. Una vez que los bancos centrales parecen haber llegado, o estar cerca, del techo de subida de tipos de interés y la victoria clara del PP en las municipales y autonómicas del 28-M, el debate nacional se centra en si puede haber un cambio de Gobierno, y cuáles podrían ser las medidas económicas.

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Pero aun siendo así, en privado, los gestores admiten que hay poco margen para el Ejecutivo que salga del 23-J. Las cuentas públicas son las que son. Es decir, no se espera una variación significativa en la presión fiscal, porque aunque ganara el PP con mensajes de reducciones de impuestos, los inversores institucionales creen que habrá que focalizar la política fiscal en reducir el déficit y tener una senda sostenida de disminución de la ratio de deuda sobre el PIB.

La mayoría de los gestores consultados responden que el ruido no afecta a los mercados. Un total de 16 respuestas van en esta dirección, de 30 participantes en esta pregunta del sondeo de junio, que representan al grueso de gestoras y bancas privadas, con más de 600.000 millones bajo gestión. Ante la pregunta de si afectará en algo el proceso electoral del 23-J a los mercados o a la economía, solo cuatro creen que sí puede haber impacto en la macro, mientras que otros 10 consideran que hay que estar pendiente porque hay empresas cotizadas afectadas por regulación o por fiscalidad. Un ejemplo evidente es el de las eléctricas, ante cualquier modificación de la tarifa regulada, o por el impuesto temporal, igual que los bancos.

Sin embargo, en caso de un cambio de Gobierno, habría poco tiempo y menor margen fiscal para reducir o eliminar impuestos. Lo que ha dicho hasta ahora el candidato popular, Alberto Núñez Feijoó, es que eliminará los tributos a la banca y a las energéticas si las cuentas lo permiten, así como el impuesto temporal a las grandes fortunas, por el que Hacienda ha evidenciado una chapuza jurídica que limitará la recaudación.

Sea como fuere, ni el resultado electoral de las municipales ni la convocatoria de elecciones por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han tenido impacto en los mercados. No ha sido visible. Y cuando hay reuniones con economistas o gestores de firmas de inversión, la alerta surge de que puedan formar gobiernos partidos que consideran populistas o antisistema.

Hace años daba miedo Podemos y, ahora a ello se añade Vox, por ser elementos que puedan tensionar la deuda soberana si el mercado los percibe como rompedores con el esquema político y económico actual, marcado por la pertenencia a la Unión Europea. Esta es la tesis que circula en encuentros financieros fuera de España y también en círculos diplomáticos. Recuerdan, por ejemplo, cómo se tensionó la deuda francesa cuando Le Pen pareció tener opciones. En pocas palabras, lo que realmente preocuparía a los inversores internacionales sería un viraje antieuropeísta de la política española que la hiciera coquetear con una salida del euro.

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Impacto en su negocio

Pero una cosa es que la opinión mayoritaria sea que es difícil que haya un efecto en los mercados o en la economía por el 23-J, y otra que los inversores institucionales españoles no miren con atención al periodo electoral. Las últimas decisiones del Gobierno de Sánchez no han sido demasiado positivas para su negocio, como el endurecimiento fiscal para las sicavs o la reducción en la deducción para la aportación a planes de pensiones desde 8.000 euros a 1.500 euros.

Hace 10 días, la patronal de las gestoras españolas, Inverco, celebró su asamblea anual. Había invitados de PSOE y PP. Por los socialistas estaba prevista la asistencia e intervención de Pedro Casares, secretario de política económica y era portavoz de economía en el Congreso. Por los populares iba a estar Jaime de Olano, coordinador del área económica del partido.

En una actualización de la agenda, Inverco comunicó que debido al adelanto electoral era imposible contar con Casares y De Olano, y en vez de con ellos la asociación solo contó con Elvira Rodríguez, diputada del PP, expresidenta de la CNMV y de Tragsa, y que tras toda una vida en el partido conservador, repite en las listas para el 23-J. Sin rival político, se dedicó a hacer un mitin ante responsables de negocio de las gestoras españolas.

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Rodríguez, que ha entrado en la lista de Feijoó por Madrid, en el número 20, mostró sensibilidad con las quejas por el hachazo fiscal a las sicavs que tenían mariachis —accionistas puestos por la entidad para llegar a 100 y tener consideración de institución de inversión colectiva (IIC)— o la reclamación de que los nuevos vehículos europeos de alternativos (ELTF) tributen al 1% como el resto de IIC y no al tipo general, para que se desarrollen en el mercado español.

También criticó el recorte de la deducción en planes de pensiones de 8.000 euros a 1.500 euros, y aseguró estar a favor con la reivindicación histórica de Inverco de separar principal y ganancias al rescatar los planes de pensiones para tributar solo por la rentabilidad obtenida. Aunque cuando el PP ha gobernado, este último punto no se modificó, mientras que en su día, con el PP en Moncloa, se redujo de 10.000 a 8.000 euros la deducción. Los populares también llevaron una medida contra las sicavs similar a la que ha aplicado Hacienda en el programa con el que fueron a las elecciones generales de 2016, y llegaron a plasmarlo posteriormente en un acuerdo con Ciudadanos.

Aun así, Elvira Rodríguez recibió en el cóctel posterior a su intervención buenas palabras y ánimos de gran parte de la industria de fondos. Estaban responsables de negocio y de ventas de negocio, que sí tienen esperanza de que un potencial cambio de color político en Moncloa mejore algunas medidas para ellos. Los gestores no estaban, y estos no ven impacto en la economía y, de forma mayoritaria, tampoco en los mercados.

Han participado en la encuesta, por orden alfabético: Ábaco Capital, Abante, Andbank España, Arquia Gestión, Augustus Capital, BBVA AM, BNP Paribas, Buy & Hold Capital, CA Indosuez Wealth Management España, CaixaBank AM, Caser Asesores Financieros, Creand WM, Deutsche Bank, Ibercaja Gestión, iCapital, Mapfre Gestión Patrimonial, Micappital, Miraltabank, Mutuactivos, MyInvestor, Nextep Finance, Olea Gestión de Activos SGIIC, Openbank, Santander AM, Santander Banca Privada España, Singular Bank, Tressis SV, Unigest, Urquijo Gestión Sabadell, Velar Inversiones y Welzia Management SGIIC.