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Marruecos aguarda el 23-J: confía en que Feijóo no rectifique, por el "bienestar" de España
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Argelia se inclina por el PP

Marruecos aguarda el 23-J: confía en que Feijóo no rectifique, por el "bienestar" de España

Nunca unas elecciones en España han suscitado tanto interés en el Magreb como las que se van a celebrar el 23 de julio

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Lavandeira jr)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Lavandeira jr)
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Nunca unas elecciones en España han suscitado tanto interés en el Magreb como las que se van a celebrar el 23 de julio. Prueba de ello son los ríos de tinta que se escriben en la prensa de los dos principales países magrebíes. Prueba de ello son, también, los vídeos que circulan por las redes sociales con todas las intervenciones del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, sobre la futura relación de España con el Magreb, subtitulados en árabe. Nunca un político español ha sido, probablemente, tan traducido al árabe.

Los diarios y comentaristas argelinos y, más aún, los marroquíes se preguntan si Núñez Feijóo, una vez instalado en la Moncloa, mantendrá o rectificará la política del presidente Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental. En una carta remitida, el 14 de marzo de 2022, a Mohamed VI de Marruecos, Sánchez brindó el respaldo de su Gobierno a la solución que propugna Marruecos —un plan de autonomía— para resolver el conflicto en esa antigua colonia española. Sus respuestas a esa pregunta son diametralmente diferentes.

"¿Podrá el eje Rabat-Madrid, pacientemente construido bajo el liderazgo del rey Mohamed VI y del presidente del Gobierno Pedro Sánchez (...), resistir las turbulencias electorales en España?", se pregunta el columnista Mustapha Tossa en Hespress, el diario con más audiencia en Marruecos. "Marruecos-España: ¿relaciones viento en popa solo hasta las próximas elecciones?", es el titular del semanario Tel Quel. "En Marruecos, esta cita electoral está siendo seguida muy de cerca", recalca el periodista Mehdi Michbal en Média 24. "La pregunta que todo el mundo se hace es qué sucederá si el Gobierno de Sánchez cae", añade.

Algunos, como Marouane Kabbaj, editorialista de Maroc-Hebdo, albergan dudas de que sea necesario contestar a esta pregunta. "En Marruecos, prevalece un sentimiento generalizado que aspira a que Pedro Sánchez vea su mandato renovado, porque desde su investidura encarna la sabiduría, el sentido común, la realpolitik de la España profunda", escribe.

Cuando ya se animan a contestar a la pregunta, casi todos coinciden en que con Núñez Feijóo en la Moncloa no cambiará nada. "Las autoridades marroquíes están convencidas de que, sean quienes sean los nuevos amos en Madrid, hay pocas posibilidades de que den marcha atrás", se contesta a sí mismo Mustapha Tossa.

Para justificar que Núñez Feijóo siga la política marcada por Sánchez, esgrimen varios argumentos. "El compromiso y la posición nítida e inequívoca de apoyo al plan de autonomía es una política de Estado y no de un partido político", sostiene Marouane Kabbaj. "Desafiar, aunque sea un ápice, esta orientación y los compromisos que conlleva comprometería durante mucho tiempo la credibilidad de España y las relaciones entre ambos países y reduciría a cero la cooperación con el Reino de Marruecos", añade Samir Belahsen en Quid.

El "bienestar" de España pasa por la lucha, en colaboración con Marruecos, "contra las organizaciones terroristas, el crimen organizado y las redes de narcotráfico", recuerda Mustapha Tossa. "Todos ellos son temas sensibles que no pueden ser rehenes de un Estado de ánimo político pasajero", advierte.

Cuando estuvieron enfadadas con España, las autoridades marroquíes no dudaron en cortar, por ejemplo, en agosto de 2014, la cooperación en materia de seguridad y también presionaron con la inmigración irregular. Prueba de ello es que, desde que se selló la reconciliación con el Gobierno español, a principios de la primavera de 2022, el número de sin papeles que han desembarcado en las costas españolas, sobre todo en las de Canarias, experimentó una fuerte caída.

De todos los periodistas que opinan sobre las consecuencias para Marruecos del 23-J, solo Anass Machloukh, del diario L’Opinion, órgano del partido nacionalista Istiqlal, parece albergar alguna duda de que se mantenga el respaldo al plan de autonomía. Eso sucedería, según él, "en el caso de que se forje una alianza del PP con Vox" y sería culpa del partido de extrema derecha, que inquieta, a las autoridades marroquíes, mucho más que los populares.

Entre los políticos marroquíes, solo Lahcen Haddad, exministro de Turismo y copresidente del comité parlamentario UE-Marruecos, se ha atrevido a opinar en público a través de Twitter. "Creo que tanto los españoles como los marroquíes creen que sus relaciones son a largo plazo y van más allá de las divisiones políticas internas o cambios de equipo de gobierno", escribió. En una alusión al PP, se mostró comprensivo con que haya "partidos que quieran probar nuevos enfoques para restablecer las relaciones con Argelia", se supone que sin poner en tela de juicio el apoyo a Rabat en el Sáhara.

Del lado argelino sí se confía plenamente, en cambio, en que, una vez investido presidente, Núñez Feijóo rectifique. La convocatoria de elecciones en España "es una bendición para las relaciones bilaterales con Argelia si tenemos en cuenta que el PP ha prometido volver a la posición de neutralidad de España en la cuestión del Sáhara Occidental", escribió, el 29 de mayo, Observ/Algérie.

La prensa argelina no parece albergar casi dudas de que habrá cambio en la política exterior de España. "El probable sucesor de Sánchez declaró: 'Mi prioridad es restablecer las relaciones con Argel", tituló, el 30 de mayo, Algérie Patriotique, recordando una entrevista de Núñez Feijóo en el programa El Objetivo de La Sexta. Para convencerse de que habrá rectificación, desglosa las pérdidas económicas causadas a España por las sanciones comerciales de Argelia con una caída, en el primer semestre de 2023, del 93,6% de las exportaciones españolas con relación al mismo periodo del año pasado.

"Somos muchos los que lamentamos que las relaciones entre ambos países experimenten tal deterioro, sobre todo que el presidente Abdelmajid Tebboune apostó, tras su elección en 2019, por un vínculo privilegiado con España", comenta a este periódico Abdelaziz Rahabi, exministro, exembajador argelino en Madrid y profesor universitario. "Se comprende, por tanto, que en Argel se apueste por un cambio de mayoría en España para restablecer el diálogo, aclarar las posiciones y redinamizar el conjunto de las relaciones", subraya.

Abdelaziz Rahabi considera que el nuevo Gobierno tendrá sobrados motivos para dar marcha atrás. Marruecos no ha logrado en el Sáhara los objetivos que se había propuesto y ahora se observa cómo la Administración Biden, a diferencia de la de Donald Trump, "aboga por una solución diplomática, en el marco del proceso de Naciones Unidas, que preserve los derechos históricos de los saharauis". Alude a las últimas declaraciones del portavoz del Departamento de Estado, que han disgustado a Rabat.

Otro argumento que facilitaría una rectificación es que durante el segundo semestre de este año, en plena presidencia española de la UE, la Corte de Justicia europea dará a conocer sus sentencias sobre los acuerdos de asociación y de pesca con Marruecos. El Tribunal de Justicia, la instancia inferior, ya los anuló en septiembre de 2021 porque incluían al Sáhara Occidental sin que su representante legítimo, el Frente Polisario, hubiese sido consultado.

La Comisión Europea, el Gobierno español, dos asociaciones marroquíes, etcétera, recurrieron los dos fallos que ahora, muy probablemente, ratificará la Corte. El ministro de Agricultura, Luis Planas, ya reconoció con medias palabras que la sentencia no sería favorable a su recurso. La diplomacia argelina considera que el nuevo Gobierno tendrá entonces una oportunidad de oro para adoptar una posición equidistante como la mantenida hasta marzo del año pasado.

Nunca unas elecciones en España han suscitado tanto interés en el Magreb como las que se van a celebrar el 23 de julio. Prueba de ello son los ríos de tinta que se escriben en la prensa de los dos principales países magrebíes. Prueba de ello son, también, los vídeos que circulan por las redes sociales con todas las intervenciones del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, sobre la futura relación de España con el Magreb, subtitulados en árabe. Nunca un político español ha sido, probablemente, tan traducido al árabe.

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