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La gran obra de ingeniería para evitar que Nueva York acabe bajo el mar
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Siete kilómetros cuadrados adicionales

La gran obra de ingeniería para evitar que Nueva York acabe bajo el mar

El plan para ampliar la isla de Manhattan al sur, ganando más de siete kilómetros cuadrados al mar está diseñado para añadir viviendas y blindar la isla contra el cambio climático

Foto: La extensión al sur de Manhattan y los muros de contención en The Expanse con la estatua de la libertad en primer plano. (Amazon Prime Video)
La extensión al sur de Manhattan y los muros de contención en The Expanse con la estatua de la libertad en primer plano. (Amazon Prime Video)

Nueva York es una de las grandes metrópolis que probablemente acabará sumergida o parapetada tras enormes muros que la defiendan de la subida de las aguas. Ese futuro todavía está algo lejos, pero su presente ya tiene suficientes problemas relacionados con el cambio climático, como las inundaciones que cada cierto tiempo paralizan la ciudad. Un problema grave con un coste económico de miles de millones de dólares que necesita una gran obra de ingeniería como la que ha propuesto el profesor Jason Barr en el New York Times.

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Las inundaciones — y las gigantescas nevadas — es un problema que se ha intensificado considerablemente durante las dos últimas décadas. Los científicos meteorológicos del estado han podido comprobar un incremento anual de las precipitaciones constante, a las que hay que añadir un número creciente de tormentas tropicales y huracanes. Yo mismo, en la escasa década que viví en la ciudad, experimenté varios: Nicole, Irene y Sandy, que dejó a la ciudad contra las cuerdas durante semanas y cuyos efectos todavía se pueden observar en varios lugares. El último ha sido el huracán Ida, el año pasado, aunque su impacto no fue tan grave como el choque frontal con Sandy.

placeholder Fotograma de The Expanse con la extensión de Manhattan y los diques que protegerían a la isla y Brooklyn de la crecida del East River y el aumento del nivel del mar. (Amazon Prime Video)
Fotograma de The Expanse con la extensión de Manhattan y los diques que protegerían a la isla y Brooklyn de la crecida del East River y el aumento del nivel del mar. (Amazon Prime Video)

Una solución para un problema urgente

El problema se acentúa con el penoso estado de la infraestructura pública de Nueva York, una ciudad que en su momento fue icono de la modernidad y encarnación del futuro, pero que ahora se cae a pedazos. Como contaba en 2006 Peter Velasquez Jr. — jefe del equipo hidráulico del NYCTA, la autoridad de transporte de la ciudad — “para darte una idea de lo mal que podría ir esto, algunas de las bombas más antiguas del sistema [hidráulico] de la NYCTA fueron compradas de segunda mano a los constructores del Canal de Panamá en 1914. Yo llevo trabajando durante muchos años y esto ha sido un problema serio desde que empecé”. Velasquez sigue hoy en día trabajando para la NYCTA. Como las bombas de agua del Canal de Panamá.

placeholder Ilustración de un buzo en el metro de Nueva York. (Jesús Díaz/Gizmodo)
Ilustración de un buzo en el metro de Nueva York. (Jesús Díaz/Gizmodo)

Pero con bombas de agua o no, Nueva York requiere urgentemente una propuesta ambiciosa que podría parecer cara, pero cuyo coste palidece ante las pérdidas humanas y económicas ocasionadas por fenómenos meteorológicos extremos en la ciudad. Para daros un ejemplo, el coste económico estimado de Sandy fue de más de 50.000 millones de dólares.

“Nueva Manhattan”

La propuesta de Barr para atajar este problema costaría mucho menos dinero y podría salvar miles de millones: Nueva Manhattan, una lengua de tierra ganada al mar de más de siete kilómetros cuadrados llamada así en honor al nombre con el que los Lenape — los nativos de Manhattan— se referían originalmente a su “isla llena de colinas”.

placeholder El rascacielos One World Trade Center con la ampliación de Manhattan en The Expanse. (Amazon Prime Video)
El rascacielos One World Trade Center con la ampliación de Manhattan en The Expanse. (Amazon Prime Video)

Estos siete kilómetros cuadrados se extenderían desde Battery Park — al sur de la isla — hasta pasada la Estatua de la Libertad en el estuario del Hudson y el East River, absorbiendo la llamada Isla del Gobernador, uno de los destinos favoritos de los domingueros de la ciudad.

La tierra ganada al mar formaría una defensa contra las crecidas usando un perímetro de diques, humedales y marismas. La ampliación de la isla también tendría la función de resolver parte del problema habitacional de la ciudad, añadiendo 180.000 viviendas que podrían alojar a casi un cuarto de millón de personas.

placeholder Expansión de la isla de Manhattan y su dique contra la subida del nivel del mar. (Jason Barr/Rutgers)
Expansión de la isla de Manhattan y su dique contra la subida del nivel del mar. (Jason Barr/Rutgers)

Se necesita mucho más

Según Barr, "se necesita una acción drástica porque las pequeñas medidas no han demostrado ser adecuado para las tareas en cuestión". Su plan es mucho más ambicioso que la propuesta fallida del anterior alcalde de la isla o la propuesta del estudio danés BIG, que también se basaba en humedales y marismas. Esta última solo hubiera tenido un coste de 335 millones de dólares.

placeholder Parte de las defensas contra las crecidas propuestas por BIG. (BIG)
Parte de las defensas contra las crecidas propuestas por BIG. (BIG)

Barr tiene toda la razón. Como he mencionado antes, el coste de un proyecto así sería ridículo comparado con lo que ahorraría no solo cuando llegue el siguiente Sandy. Pero me temo que, a más largo plazo, la idea de Barr también se quedará corta.

El casi seguro aumento del nivel del mar hará que muchas zonas de Manhattan, Brooklyn y Long Island, queden permanentemente bajo el agua. Para evitarlo hará falta algo como lo que aparece en la serie de ciencia ficción The Expanse, que ocurre en 2350 y cuyos fotogramas ilustran este artículo. No solo incluye el aumento de superficie que Barr propone sino además un sistema de gigantescos diques que contengan la subida del mar y hagan que la isla no termine totalmente inundada por el Atlántico.

Nueva York es una de las grandes metrópolis que probablemente acabará sumergida o parapetada tras enormes muros que la defiendan de la subida de las aguas. Ese futuro todavía está algo lejos, pero su presente ya tiene suficientes problemas relacionados con el cambio climático, como las inundaciones que cada cierto tiempo paralizan la ciudad. Un problema grave con un coste económico de miles de millones de dólares que necesita una gran obra de ingeniería como la que ha propuesto el profesor Jason Barr en el New York Times.

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