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Entre la estabilidad, la parálisis y la 'eurofilia' española: así ven el 23-J los bancos extranjeros
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Entre la estabilidad, la parálisis y la 'eurofilia' española: así ven el 23-J los bancos extranjeros

Los mercados observan con atención las perspectivas electorales de España y advierten del riesgo de una situación de inestabilidad que acabe penalizando las finanzas nacionales

Foto: Alberto Núñez Feijóo, líder del PP. (Reuters/Susana Vera)
Alberto Núñez Feijóo, líder del PP. (Reuters/Susana Vera)
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¿Qué pasará a partir del próximo 23 de julio en España? Esta es la pregunta en la que se vienen enfocando en los últimos días las principales firmas internacionales de inversión.

La convocatoria de elecciones generales, a renglón seguido de unos comicios locales y autonómicos que han supuesto un importante vuelco al mapa del poder político en el país, azuza los planteamientos de que un cambio semejante pueda materializarse en los próximos meses en el Gobierno central. De hecho, firmas como JPMorgan ya avistan un próximo Ejecutivo conformado, en solitario, por el PP, con apoyos externos por parte de Vox, un escenario que consideran que tendría “un efecto neto positivo en la economía”.

Un planteamiento similar es el que realizan desde la entidad francesa Natixis. Jesús Castillo, economista del banco galo, sostiene que "es muy poco probable que Pedro Sánchez renueve su mandato" y considera que la gran incógnita en los comicios del próximo 23 de julio será si el Partido Popular podrá gobernar en solitario o necesitará el apoyo de Vox.

Foto: El presidente del Partido Popular Alberto Nuñez Feijoo preside la reunión del Comité de Dirección del Partido Popular en Madrid. (EFE/ Chema Moya)

Con todo, la visión predominante entre los expertos es que la incertidumbre es máxima, dado el aparente equilibrio (aunque con cierta ventaja para la derecha) que muestran los sondeos entre los distintos bloques y la posibilidad de que las próximas semanas, que estarán marcadas por la confección de los nuevos gobiernos locales y autonómicos, sean testigos de virajes significativas en las intenciones de voto de los ciudadanos.

En cualquier caso, en el mercado impera la sensación de que España está, hasta cierto punto, aislada de veleidades euroescépticas o populistas, por la resistencia como partidos hegemónicos en ambos bloques de los grandes partidos tradicionales, PSOE y PP. Y aunque resulta obvio que uno y otro partido mantienen posturas diametralmente opuestas en cuestiones fundamentales de la economía, firmas como Capital Economics auguran que las elecciones, gane quien gane, no deberían implicar cambios relevantes en las perspectivas económicas del país.

Ni siquiera, según los expertos de Rabobank, son previsibles cambios de relieve en la implementación de los fondos europeos. "Actualmente, no hay ninguna razón real para esperar un desempeño mejor o peor bajo ninguno de los dos gobiernos", señalan.

No obstante, algunas firmas sí observan con preocupación la posibilidad de que el reparto de fuerzas que salga de los comicios deje un panorama poco propicio para la confección de un nuevo Gobierno estable. Así, desde ING advierten de que "es probable que la incertidumbre sobre las futuras políticas gubernamentales socave la confianza de los inversionistas, lo que resultará en una disminución de las inversiones tanto nacionales como extranjeras. Esto, a su vez, podría tener un efecto negativo en la creación de empleo y el crecimiento económico".

Foto: Indicador del Ibex 35. (EFE/Ana Bornay)

Una inquietud que también dejan entrever los expertos de Bloomberg Economics cuando apuntan que un resultado que diera lugar a una situación de parálisis legislativa "podría retrasar algunas reformas e inversiones muy necesarias en un momento en que las condiciones monetarias más estrictas están sumando riesgos a las perspectivas económicas y fiscales". Un problema que, lejos de ceñirse a España, también podría tener implicaciones a escala europea. "También representa una amenaza para el progreso en los asuntos de la UE, ya que España asume la presidencia rotativa de seis meses del Consejo de la UE a partir de julio", apuntan.

Y en ING no descartan, incluso, que un escenario político convulso pudiera empezar a hacerse notar en la prima de riesgo española. "La agitación política en curso y una posible formación de Gobierno difícil podrían obstaculizar el progreso de las reformas fiscales y empeorar el estado de las finanzas públicas. Si bien el crecimiento español, aún relativamente mejor que en el resto de la eurozona, respalda el mercado de bonos español, la incertidumbre política predominante puede aumentar la percepción de riesgo de los bonos del Gobierno español, llevando a los inversores a exigir rendimientos más altos".

A la espera de conocer de forma más detallada los planes económicos del PP y Vox, las firmas de inversión tienden a hacer un trazo grueso de sus propuestas, que tienden a considerar más favorables para la inversión empresarial.

Foto: La vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, clausura la última jornada de reunión del Cercle d’Economia. (David Zorrakino/Europa Press)

Sin embargo, también existen ciertos recelos sobre cómo puedan llegar a plasmarse ciertos discursos, como los tendentes a favorecer una amplia rebaja de los impuestos. Si en Rabobank sugieren que España ya cuenta con una presión fiscal relativamente baja, en Bloomberg Economics advierten de que las rebajas de impuestos son "un problema que deberán tratar con cuidado", dado que "el enorme stock de deuda de España ha dejado el país muy vulnerable a las tasas de interés más altas y nuestro análisis muestra que se necesitarán dolorosos esfuerzos fiscales para llevar la deuda del país a una trayectoria sostenible, dejando poco espacio para recortes de impuestos permanentes".

Dependiendo de la mayor o menor fuerza de Vox en el nuevo Ejecutivo, los expertos de Rabobank esperarían ciertos cambios en políticas sociales o energéticas (menos propicias a las energías verdes), así como el riesgo de mayor confrontación con los nacionalismos catalán y vasco, aunque sin augurar un impacto económico sostenido.

En cualquier caso, como recalcan en ING, ganen las elecciones unos u otros, "el nuevo Gobierno de España se enfrenta a retos importantes, sobre todo en el aspecto fiscal, para que las finanzas públicas se mantengan estables. Además, mucha gente dice que se necesitan reformas importantes en varios sectores para aumentar la productividad, ya que el país va a la zaga de sus competidores europeos en términos de crecimiento de la productividad. Además de eso, se acerca la transición energética, y eso está provocando llamamientos a más reformas del mercado laboral".

¿Qué pasará a partir del próximo 23 de julio en España? Esta es la pregunta en la que se vienen enfocando en los últimos días las principales firmas internacionales de inversión.

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