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Malas noticias para los compradores: ni la vivienda asequible va a ser barata
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VPO MÁS CARA EN COMPRA Y ALQUILER

Malas noticias para los compradores: ni la vivienda asequible va a ser barata

Los desarrollos del sureste están llamados a resolver parte del problema de la vivienda en Madrid, pero ¿la vivienda asequible será realmente asequible para los jóvenes?

Foto: Ni la vivienda asequible va a ser barata. (iStock)
Ni la vivienda asequible va a ser barata. (iStock)
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Los desarrollos del sureste están llamados a resolver parte del problema de la vivienda en Madrid. Los Cerros, Los Berrocales, Los Ahijones y Valdecarros son los futuros barrios de la ciudad, inyectarán miles de viviendas al mercado y frenarán la subida de precios. Un total de 92.000 viviendas, de las cuales, 57.000 tendrán algún tipo de protección, viviendas que el sector promotor y las administraciones califican como asequibles y que permitirán facilitar el acceso a una vivienda a las rentas medias, a las clases trabajadoras. Una tipología a medio camino entre las viviendas libres, cuyo precio lo marca la ley de la oferta y la demanda, y las viviendas sociales, éstas últimas destinadas a cubrir las necesidades de familias vulnerables, sin recursos.

Este es, al menos, el relato de la Administración pública (ayuntamiento y Comunidad de Madrid) y de los promotores privados: existe una demanda muy fuerte de hogares —rentas medias y jóvenes solventes— que quieren comprar una casa y una oferta de vivienda de obra nueva muy escasa que provoca que los precios suban con fuerza. Estos desarrollos del sureste, como Madrid Nuevo Norte, están llamados a poner miles de viviendas en el mercado que alivien esta situación de escasez. Un relato que, sin embargo, corre el riesgo de resquebrajarse como consecuencia tanto el boom experimentado del precio del suelo en estos desarrollos como por la actualización del precio del módulo de la vivienda protegida.

La Comunidad de Madrid, de hecho, ya ha tramitado una orden para subir los precios máximos de las viviendas con protección pública, tal y como lleva reclamando el sector promotor desde hace años para que construir vivienda pública les resulte rentable. Pero ¿y si incluso la vivienda llamada a ser asequible no es, precisamente, barata o, al menos, lo suficientemente barata para cubrir las necesidades de los nuevos hogares y las rentas medias?

Vivienda protegida, de media, un 30% más cara

La consecuencia directa de la actualización del precio del módulo es una fuerte subida de los precios de la vivienda pública, tanto de precio básico como de precio limitado. Incrementos superiores al 15% en todos los municipios, pero que en algunos, como Boadilla del Monte o Tres Cantos, se disparan un más de un 50% en el caso de la VPPB (vivienda protegida de precio básico) y más de un 40% en el caso de la VPPL (vivienda protegida de precio limitado). Dos municipios en los que una vivienda de precio básico de 100 metros cuadrados pasará de costar algo menos de 160.000 euros a 245.000 euros, y la vivienda de precio limitado, de algo menos de 200.000 a 282.0000 euros.

Incrementos que, a su vez, impactan sobre los ahorros necesarios para poder comprar una de estas viviendas. Si tenemos en cuenta que para poder afrontar la compra de una vivienda es necesario tener ahorrado, aproximadamente, un 30% del importe (20% de entrada para conseguir una hipoteca al 80% y un 10% adicional para gastos e impuestos) estaríamos hablando de que, en el caso concreto de Tres Cantos o Boadilla del Monte, los ahorros necesarios pasarán de 47.000 a 73.000 euros en el caso de una VPPB y de 59.000 a casi 85.000 euros en el caso de una VPPL.

Si tenemos en cuenta que, precisamente, es la falta de ahorros la que dificulta acceder a una vivienda en propiedad, acceder a una vivienda asequible se complicará para buena parte de los hogares si la compra no viene acompañada de medidas adicionales (avales a la compra, financiación al 100% para los perfiles más solventes...)

En Boadilla del Monte y Tres Cantos, la vivienda protegida se encarece más de un 40%

Un fuerte revés económico para los hogares de rentas medias a los que irán destinadas estas viviendas asequibles, ya que, no solo deberán cumplir una serie de requisitos para poder acceder a una de estas propiedades, sino que, además, deberán disponer de muchos más ahorros para hacer frente a la entrada de la vivienda.

"La viabilidad de la vivienda asequible estuvo en duda hasta que se supo recientemente de la actualización del precio del módulo. Con la subida que ha habido estos últimos años en los costes de construcción, a los promotores no les no salía rentable promover VPO, por lo que las parcelas libres de los grandes desarrollos se iban a quedar sin construir. Sin embargo, el proyecto de orden para subir el precio del módulo salió a exposición pública a mediados de diciembre, por lo que durante este mes de enero, como mucho febrero, debería ser ya, y así lo esperamos todos, una realidad. Esta subida no es más que una actualización del precio desde el año 2008, ya que desde entonces no se había hecho ninguna", explica a El Confidencial Gonzalo Zulueta, director de residencial y suelo de Catella.

Sin limitar el precio del suelo, tampoco salen las cuentas

Sin embargo, la ansiada actualización del precio del módulo de vivienda protegida podría no ser suficiente para impulsar la construcción de esta tipología de vivienda si la medida no viene acompañada de la limitación del precio del suelo en este tipo de operaciones.

"¿Cómo es posible que en Sanchinarro se estén pidiendo 2.000 euros el metro cuadrado por un suelo para construir vivienda protegida?", se lamentaba hace año y medio en el SIMA Roberto Vicente, director de Negocio de la gestora de cooperativas Ingescasa. Aquel precio, explicaba Vicente, en la práctica, se comía o prácticamente se comía el precio de venta del módulo en Madrid capital (1.940 euros el metro cuadrado útil en el caso de VPPB y 2.425 euros el metro cuadrado útil de VPPL).

"Limitando el precio del suelo, estarías metiendo en vereda a un mercado altamente especulativo"

El ejemplo de Sanchinarro se repite en buena parte de la ciudad y la Comunidad de Madrid, de ahí la necesidad de que ambas medidas entren en vigor a la vez, tanto la revisión del módulo de venta de la VPO como el límite del precio del suelo. La Comunidad de Madrid se estaría planteando fijar un porcentaje máximo al que pueda repercutirse el precio del solar sobre el de venta del piso en función del módulo protegido. Medida que permitiría, al mismo tiempo, acabar con la especulación del suelo de la vivienda protegida.

"Limitando el precio del suelo, estarías metiendo en vereda a un mercado altamente especulativo, y no solo seguiría generando unas plusvalías razonables a sus dueños, ya que el suelo bruto en estos ámbitos se ha vendido a precio de chiste, sino que generarías certidumbre a quien compra el suelo para construir vivienda protegida", destaca Juan José Perucho, director general del Grupo Ibosa y presidente de la Asociación de Gestores de Vivienda (AGV).

"Casi todos los costes que conforman una vivienda están sometidos a la competencia del libre mercado: obra, asesores, gastos financieros, proyectos técnicos, seguros, etc., todos salvo los impuestos y el suelo. De este último apenas hay oferta para la enorme demanda existente, por ello, si la administración limita el precio final de venta de la vivienda protegida sin limitar el precio de suelo, nos encontraremos, como viene pasando en los últimos 10 años, con suelos con unos precios disparados que no "caben" dentro del precio final de la vivienda protegida", añade Perucho.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante el pleno extraordinario de la Asamblea de Madrid. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Este experto asegura que todo el sector promotor se encuentra a la espera de que "la comunidad apruebe y publique la nueva orden de precios máximos, si bien la limitación del precio de suelo legalmente no puede tramitarse en esa orden de la consejería, sino aparte, junto con el nuevo reglamento de vivienda protegida, que esperemos se haga con celeridad para garantizar que el precio del suelo en los próximos meses encaje dentro del precio máximo que la anterior orden establezca".

"Hay que construir la casa desde abajo. ¿Qué quiero como Comunidad de Madrid?, ¿que los desarrollos sean alternativas al Ensanche de Vallecas y El Cañaveral donde el precio de venta de la vivienda libre está entre 3.200 y 3.500 euros el metro cuadrado? Entonces, mi reto tiene que ser intentar atajar ese coste a 2.000 o a 2.200 euros el metro cuadrado en vivienda protegida. Sabiendo lo que cuesta la obra, el proyecto financiero de una promoción... ¿cuánto podría llegar a costar el suelo para mantener ese precio? Ésa es la pregunta que se tiene que hacer la comunidad", añade el directivo de Ibosa.

Vivienda asequible, pero no necesariamente barata

En un entorno como el actual, de elevados precios de la vivienda, el deseo de miles de hogares es que la vivienda vuelva a los niveles de hace una década. Los expertos no solo lo descartan, sino que recomiendan comenzar a asumir que vivienda asequible y vivienda barata son dos conceptos que no van a poder ir de la mano.

"Debemos romper la idea de que los precios de la vivienda tienen que ser los de hace 15 años, cuando ha habido una evolución consustancial de los costes de construcción, no solo de los materiales y la mano de obra, sino también derivado de los mayores requisitos que se han introducido en el Código Técnico de la Edificación para que las viviendas sean más eficientes", destaca Antonio de la Fuente, managing director de Corporate Finance de Colliers.

"Hay importes por debajo de los cuales las viviendas no se van a poder construir"

En su opinión, "hay importes por debajo de los cuales las viviendas no se van a poder construir. Estamos haciendo que la vivienda sea cara por los requisitos que se exigen a la hora de construir, dejando a un lado el suelo y nos equivocamos si planteamos qué podemos hacer para que baje el precio de la vivienda, ya que deberíamos pensar en qué podemos hacer para que a los compradores les sea más asequible comprar una vivienda y eso solo se consigue aumentando la renta disponible, avales, reducción de impuestos, facilitando ayudas en la compra a la vivienda, lo cual, si se hace de forma directa, requiere de mucho presupuesto por parte del Estado. Sociedad y partidos políticos se están centrando en medidas cortoplacistas y están perdiendo el foco en lo importante, que no es que suba o baje el precio, sino que las empresas tengan trabajadores más productivos a quienes les puedan pagar más", según de la Fuente.

"El precio de la vivienda es caro porque el suelo es caro y el coste de construcción de esa vivienda es caro", insiste de la Fuente. "Hemos creado un producto caro y, si bien en los desarrollos del sureste va a haber muchísima oferta de vivienda, mucha competencia por el suelo y muchas cooperativas y promotores intentando captar al comprador final, si los costes de construcción son elevados, las viviendas tendrán un precio determinado, que será muy alto, si tenemos en cuenta el sueldo medio".

Y es que, como llevan también años advirtiendo los expertos, la vivienda ha subido mucho más rápido que el poder adquisitivo de los hogares. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), los salarios, tanto en España como en la Comunidad de Madrid, han crecido un 18,5% desde 2008. Sin embargo, la vivienda, desde que tocó mínimos en 2015, se ha encarecido un 37% a nivel nacional y un 55% en la Comunidad de Madrid, un 74% si nos centramos solo en Madrid capital, según datos de Tinsa.

"El coste de la vida ha subido un 40%, pero no así los salarios. ¿Cómo bajamos el precio de la vivienda? Eso no es lo importante, repito, sino que suban los salarios acorde al coste de la vida y para eso las empresas tienen que tener empleados más productivos a quienes les puedan pagar más", insiste de la Fuente, en cuya opinión, "no vamos a volver a precios de la vivienda como los que teníamos en el pasado, por lo que tenemos que empezar a asumir que el importe de la vivienda asequible es otro", zanja.

Su opinión la comparte Luis Corral, consejero delegado de Foro Consultores. "Igual es momento de asumir que la vivienda asequible se llama 3.000-3.500 euros el metro cuadrado. No vas a encontrar nada más barato. No se atisba una bajada de precios, una bajada implicaría una debacle económica como la crisis de 2008 y, sin embargo, sigue habiendo una demanda fuerte y poca oferta. O hay una debacle o un producto que equilibre el mercado como la vivienda protegida o más suelo".

"Igual ha llegado el momento de asumir que la vivienda asequible se llama 3.000-3.500 €/m2"

De hecho, en su opinión, "la vivienda protegida es la llave que puede sacar a los jóvenes del bucle del alquiler en el que se ven forzados a vivir, y esto es terrorífico. La VPO es la única que puede contener los precios de la vivienda", añade.

Los culpables de que la vivienda no vaya a bajar

El precio del suelo y los costes de construcción son los grandes culpables de que resulte tan caro construir una vivienda. Según fuentes del sector promotor, si bien el peso de ambas partidas dentro de una promoción varía mucho en función de su ubicación —esto influye directamente en el precio del suelo— y del segmento de mercado —no es lo mismo lujo que vivienda media o asequible—, para una ubicación media, los costes de una promoción deberían situarse en los siguientes entornos:

Suelo: 20-30% del coste total.

Construcción: 45-55% del coste total.

Honorarios técnicos, licencias y tasas, gastos fiscales y jurídicos, seguros y varios: 8%-10%.

Comercialización y Marketing: 3%-4%.

Gastos financieros: 3%-5%.

▪ A nivel de impuestos, y considerando que el promotor es una sociedad que tuviese solo ese beneficio, el impuesto a pagar sería del 25% del beneficio obtenido.

Los impuestos se mantienen prácticamente invariables, mientras que el precio del suelo y los costes de construcción han subido con fuerza en los últimos años, presionando el margen del promotor (entre un 12% y un 17%, aproximadamente) que, en muchos casos, ha subido precios para absorber dichos incrementos, en un contexto en el que la demanda sí ha sido capaz de absorber dichas subidas.

"En 2016, una obra iniciada en Valdebebas costaba 865 euros el metro cuadrado construido sobre rasante y 350 euros bajo rasante. En noviembre de 2023, también en Valdebebas, construir una promoción tenía un coste 1.400 euros el metro cuadrado construido sobre rasante y 600 euros bajo rasante", escenifica Perucho. Es decir, en apenas siete años, el coste de construcción prácticamente se ha duplicado. "Obra y suelo arrastran al resto de costes y suponen un 47% y un 33% del precio final de la vivienda, respectivamente", añade.

"Obra y suelo arrastran al resto de costes y suponen un 47% y un 33% del precio final de la vivienda, respectivamente"

Y, los expertos, tampoco esperan que los costes de construcción vuelvan a los niveles de hace una década. "Han recuperado la senda de estabilidad, con ligeros incrementos anuales, dejando atrás las vertiginosas subidas que rodearon a la pandemia. No esperamos bajadas y mucho menos volver a los niveles que se registraban en 2015, al inicio de la serie del Índice de Costes directos de Construcción de ACR", reconoce a El Confidencial Guillermo Jiménez Michavila, director general de ACR, una de las grandes constructoras españolas.

"Es más", prosigue, "el coste de la mano de obra, que ha influido mucho menos que los materiales y la energía en las subidas de estos últimos años, comenzará a tomar más protagonismo en la medida en que la falta de profesionales cualificados vaya empeorando, dado que somos un sector envejecido".

ACR calcula que dentro de los costes directos de la construcción residencial, la mano de obra representa el 55%, frente al 45% de materiales y elaboración.

El alquiler de vivienda protegida, también sube

La actualización del precio del módulo no solo traerá consigo una vivienda protegida mucho más cara, también tendrá un efecto colateral en el mercado del alquiler de vivienda protegida en manos de particulares y cuya renta máxima se calcula aplicando, actualmente, un 5,5% sobre el precio máximo legal de venta (PMLV) de la vivienda.

Si el precio máximo de venta aumenta, también lo harán los precios de los alquileres de estas viviendas protegidas. Un ejemplo, solo en la ciudad de Madrid, los alquileres de la vivienda protegida subirán entre un 16,5%, en el caso de la VPPL y un 26% en el caso de la VPPB con la actualización del módulo, ya que, para una vivienda, por ejemplo, de 80 metros cuadrados, el tope de los alquileres pasará de 711 a 898 euros al mes (VPPB) y de 889 a 1.036 euros al mes (VPPL). Y eso como mínimo, puesto que el dueño de esa vivienda protegida, puede repercutir los gastos de comunidad y el IBI a su inquilino, disparando el coste final, incluso, de la vivienda protegida.

Un caso real. ¿Puede considerarse asequible un alquiler de 1.900 euros al mes de una vivienda protegida en Madrid? Difícilmente. Y, sin embargo, este tipo de alquileres están en el mercado.

"Tengo una vivienda protegida (VPPL) en Valdebebas de 117 metros cuadrados, con dos plazas de garaje y trastero que alquilo por 1.900 euros al mes, casi 1.600 euros de alquiler, más de 200 de gastos de comunidad y otros 100 de IBI", relata a El Confidencial un particular propietario de una vivienda protegida actualmente en alquiler.

Sin dichos gastos e impuestos, una vivienda de estas características podría alquilarse por un máximo de unos 1.300 euros al mes, una cantidad que dista mucho de lo que un hogar medio podría considerar como asequible. Una vez más, ¿ha llegado el momento de asumir que la vivienda en una ciudad o en una como Madrid no puede ser barata, ni en compra ni en alquiler?

Si la vivienda asequible, no es asequible, ¿la libre?

En primer lugar, el retraso en la actualización del módulo de VPO ha provocado que, a diferencia de lo que suele suceder en los nuevos desarrollos, se esté retrasando la puesta en marcha de proyectos de cooperativas y de protección oficial, que suelen ser los primeros colonos de los nuevos barrios, aquellos que están dispuestos a aterrizar en un barrio sin apenas servicios ni dotaciones a cambio de poder acceder a una vivienda más barata que la vivienda libre.

Las promotoras llevan varios años haciendo acopio de miles de metros cuadrados para construir vivienda libre, concentrándose la propiedad de estos desarrollos en unos pocos propietarios con el peligro que esta concentración puede suponer para el mercado, según alertan algunos expertos. En Valdecarros, por ejemplo, a finales de 2023, se cerró la venta de varios suelos por un valor cercano a los 1.200 euros el metro cuadrado —un 20% por encima del precio al que salieron a subasta—, un precio muy similar al que está pidiendo actualmente en El Cañaveral, lo que pone de manifiesto el enorme apetito que existe por comprar y tomar posiciones en los nuevos barrios al sur de Madrid. Un precio que, además, acabará repercutiendo directamente en el precio final de esas viviendas, pudiendo superar incluso los 300.000 euros en el mercado libre.

Foto: Imagen aérea de Valdecarros.

"En El Cañaveral he llegado a ver 200 euros el metro cuadrado en parcelas protegidas a la venta por parte de la Junta de Compensación. La época de la crisis inmobiliaria fue muy dura para el ámbito porque le pilló de lleno", recuerda Luis Corral. "En la actualidad, sin embargo, se está comprando a 1.200 y las viviendas se están vendiendo a 3.400-3.500 euros el metro cuadrado. Incluso algún propietario está intentando vender a 1.300 euros el metro cuadrado. Y, a pesar de estos precios, El Cañaveral es donde están las viviendas más baratas de Madrid".

Según datos de Foro Consultores, en 2016, el precio del suelo finalista en El Cañaveral se transaccionaba en 450 euros el metro cuadrado. Teniendo en cuenta unos costes de construcción en aquel momento de 700 euros el metro cuadrado de techo, el precio medio de una vivienda en venta rondaba los 1.500 euros metro cuadrado. Y se vendía más vivienda protegida que libre.

Es a partir de 2017 cuando entran las grandes promotoras y cuando comienza tirar el mercado en esa zona. En 2018, el precio del suelo finalista alcanza los 800 euros el metro cuadrado, mientras que en 2023, sube hasta 1.200 euros el metro cuadrado. Con unos costes de construcción el año pasado de alrededor de 1.300 euros el metro cuadrado, el precio venta final de una vivienda tipo ronda los 3.200 euros metro cuadrado, de media, según esta compañía. Es decir, en siete años, el precio de la vivienda en El Cañaveral se ha multiplicado por más de dos.

En siete años, el precio de la vivienda en El Cañaveral se ha multiplicado por más de dos

"Llevábamos meses en Los Berrocales y Ahijones con precios del suelo en torno a 1.000-1.100 euros el metro cuadrado, pero nadie entraba, no había referencias de precios en estos ámbitos. Los Berrocales fue el primero en salir y las ventas han ido tan bien que los precios finales de las viviendas a la venta ya se mueven entre 2.800 y 3.000 euros el metro cuadrado", destaca Luis Corral.

En opinión de Zulueta, "los precios del suelo siguen subiendo porque todavía no ha salido suficiente vivienda para cubrir la demanda actual. En este sentido, numerosos estudios reflejan que Madrid necesita más de 10.000 viviendas al año para satisfacer esa demanda. Es cierto que entre Valdecarros, Berrocales, Ahijones y Los Cerros suman un total de 105.000 viviendas, pero hasta que no se pongan en carga las primeras viviendas de estos desarrollos, no se notará ese descenso en precios". La tensión de precios en estos ámbitos parece evidente, a pesar de que, precisamente, estaban llamados a evitar dichas tensiones.

La tensión de precios en estos ámbitos parece evidente, a pesar de que, precisamente, estaban llamados a evitar dichas tensiones

"Durante este año 2024, se podrán empezar a construir las primeras promociones en la primera fase de Los Berrocales y Ahijones, entre ambas suman un total de 8.600 viviendas, pero apenas llega al 8% del total proyectado. Valdecarros y Cerros también han entregado sus respectivos proyectos de reparcelación al Ayuntamiento de Madrid y están a la espera de su validación para pasar a información pública, pero teniendo en cuenta los retrasos que se están produciendo en la tramitación, y sobre todo, en su fase de inscripción en el registro, hasta 2025 no se podrá empezar a edificar en estos dos sectores", anticipa Zulueta.

Los nuevos barrios que tardarán años, si no décadas, en estar completamente consolidados, puesto que su desarrollo se realizará por fases. "La división por fases es de vital importancia para poder hacer realidad estos sectores de tamaño tan descomunal. En el caso de Valdecarros, la urbanización de todo el sector está estimada en 1.400 millones de euros y podría llevar seis u ocho años completarla. Esto es algo que las promotoras no pueden asumir, y mucho menos los propietarios originales del sector. Con este planteamiento de las fases se intercala inversión y beneficio, y permite también poner antes en carga las viviendas", explica Zulueta.

Los grandes promotores hacen acopio de suelo

Por otro lado, uno de los aspectos que preocupa a algunos expertos es la concentración de las grandes bolsas de suelo de estos desarrollos en unas pocas manos. Desde 2019, los grandes promotores llevan tomando posiciones en el ámbito. Aedas, Kronos, Vía Célere, Habitat... También gestoras de cooperativas como Grupo Ibosa, que en verano de 2022 se hizo con dos parcelas (168 VPPB y 157 VPPL) en una subasta muy concurrida, con firmas como Aliaria Gestión, Amenabar o Pryconsa.

"En algunos de estos desarrollos se está creando un oligopolio, unas pocas empresas son las que controlan todo el suelo y parece que esa es la tendencia, hacia una concentración en la propiedad del suelo por parte de grandes promotores, algo que, por otra parte, el mercado permite, ya que el promotor es un sector complejo y que requiere de mucho capital, pero no es un mercado competitivo, no es un libre mercado, es un mercado en el que detrás hay fondos que buscan la máxima rentabilidad", señala Perucho.

Foto: Render del futuro barrio de Los Ahijones.

"Promover es muy arriesgado. Con la inminente aprobación de la actualización del precio del módulo, ¿cómo va a competir la vivienda libre los que han comprado el suelo a 1.200 euros el metro cuadrado con la vivienda protegida?", se pregunta otro experto. "Son suelos que si no se pueden poner en carga, pierdes oportunidades y rentabilidad. Y ya no te cuento si el proyecto está avanzado, en este caso, el peligro es mayor".

Además de grandes promotores, los grandes propietarios de suelo en estos desarrollos son ayuntamiento y Comunidad de Madrid. Al ayuntamiento le corresponde el 10% del aprovechamiento de todos los sectores, que lo materializará en edificabilidad para vivienda protegida. Aparte de eso, en Los Berrocales, es propietario de otro 9% y el Ivima, de un 4%; y en Valdecarros, el Ayuntamiento de Madrid tiene otro 11% y el Ivima, un 16%.

"En algunos de estos desarrollos se está creando un monopolio, unas pocas empresas son las que controlan casi todo el suelo"

"La Comunidad de Madrid dispone de suelo público para construir más de 9.000 viviendas en Valdecarros. La Agencia de Vivienda Social (AVS) ostenta la titularidad de casi 3 millones de metros cuadrados en este entorno, el 15,39% del total, lo que la convierte en el mayor propietario. La Comunidad de Madrid posee también en este nuevo barrio parcelas de la red pública supramunicipal, terreno cedido obligatoria y gratuitamente por los promotores, en cuya superficie se podrán edificar un gran número de viviendas protegidas, no obstante, según se vaya avanzando en el planeamiento de este nuevo desarrollo urbanístico, la agencia promoverá construcción de vivienda protegida en las parcelas resultantes de su titularidad", aseguran desde la Comunidad de Madrid. Es decir, ni el ayuntamiento ni la comunidad han decidido sacar, por ahora, a la venta sus parcelas para construir vivienda protegida, siguiendo la estela de lo que se ha hecho en el pasado.

"La administración podría destinar un tercio de ese suelo a construir vivienda pública en venta, invertir ese dinero en levantar un parque público de alquiler en patrimonio gestionado por terceros, y otro tercio para planes similares al Vive, para fondos y promotoras e intervendrías de golpe en todo el mercado", apunta Juan José Perucho. "¿Cómo es posible que una gestora de cooperativas tenga ya haya tramitado una licencia para un proyecto de viviendas protegidas y tú, administración, no hayas hecho nada", se lamenta.

"Debemos pedir a la administración, uno de los mayores propietarios de suelo, que tenga una actitud proactiva a la hora de poner en carga, de la forma que sea, esas viviendas para dotar de vivienda, lo más asequible posible al mercado. No es de recibo que siempre sean los últimos, por el bien de los ciudadanos, porque cuanto antes se ponga a disposición de los ciudadanos, mejor", concluye Antonio de la Fuente.

Los desarrollos del sureste están llamados a resolver parte del problema de la vivienda en Madrid. Los Cerros, Los Berrocales, Los Ahijones y Valdecarros son los futuros barrios de la ciudad, inyectarán miles de viviendas al mercado y frenarán la subida de precios. Un total de 92.000 viviendas, de las cuales, 57.000 tendrán algún tipo de protección, viviendas que el sector promotor y las administraciones califican como asequibles y que permitirán facilitar el acceso a una vivienda a las rentas medias, a las clases trabajadoras. Una tipología a medio camino entre las viviendas libres, cuyo precio lo marca la ley de la oferta y la demanda, y las viviendas sociales, éstas últimas destinadas a cubrir las necesidades de familias vulnerables, sin recursos.

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