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Madrid, la ciudad que fue capital de Armenia antes que de España
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En 1383, en plena Edad Media

Madrid, la ciudad que fue capital de Armenia antes que de España

León V de Armenia fue un rey sin reino. Tras ser destronado de Cilicia, en la actual Turquía, y ser prisionero en El Cairo, inició un periplo en busca de apoyos que le llevó hasta la Villa de Madrid

Foto: Antiguo Alcázar de Madrid. (Museo de Historia)
Antiguo Alcázar de Madrid. (Museo de Historia)

Juan I de Castilla (1358- 1390) era un rey con empatía. Tanta que, en octubre de 1383, decidió entregar el señorío de Madrid a un noble procedente del reino de Cilicia o pequeña Armenia. León V, el rey sin reino, se convirtió así en señor feudal de la historia de la Villa y Madrid, en consecuencia, en capital de su territorio. Sí, más de 200 años antes de convertirse en capital de España.

La tenacidad marcó las idas y venidas de León V por media Europa en defensa de una causa perdida (para todos, menos para él). Su leitmotiv tiene nombre. Se trata de Cilicia, un reino que fundaron refugiados armenios tras la invasión de una dinastía turca que reinaba por la zona (en los actuales Irán e Irak). Ese fue solo el principio de un territorio que, siglos después, traería algún que otro quebradero de cabeza al protagonista de esta historia.

Foto: Cadáveres de algunos de los miles de armenios asesinados por el Imperio otomano en 1915. (Wikimedia/Ambassador Morgenthau's Story)

Mucho tiempo antes de que León V naciese, algunos defensores de la cristiandad llegaron a este lugar en su periplo hacia la Tierra Santa. Entre ellos, se encontraba una familia procedente de Francia, de una localidad cercana a Poitiers: los Lusignan. Tal fue su importancia que, a finales del siglo XII, sus herederos llegarían a ser reyes de Jerusalén y de Chipre. Es más, uno de ellos, Guido de Lusignan, se hizo con el trono de Armenia como Constantino II.

Una serie de catastróficas desdichas convierten a León en el último descendiente vivo de Guido y el 14 de septiembre de 1374 fue proclamado rey en la catedral de Sis. Aunque fue por poco tiempo, ya que unos meses después de jurar el cargo, las tropas mamelucas de Egipto tomaron la capital de este pequeño reino y se llevaron al monarca y a su familia prisioneros a El Cairo.

placeholder Busto de León V. (Wikipedia)
Busto de León V. (Wikipedia)

León no se rindió. Desde tierras egipcias, impulsó una avalancha de correspondencia a los distintos reinos cristianos de Europa, a emperadores, reyes, primos e incluso al Papa pidiendo caridad, pero ninguno escuchó sus súplicas. Sí que logra llamar la atención de un franciscano: Juan Dardel. Esa fue su suerte. Este religioso se convirtió en una figura indispensable en la vida del monarca armenio. Dardel inició una ruta por Europa en busca de apoyos para la pequeña Armenia y se centra, aprovechando su conocimiento de las lenguas latinas, en los reinos de la Península Ibérica.

Foto: Manuscrito recuperado por la Policía Nacional.

Finalmente, León logra ser liberado en 1382 e inicia un periplo por varias ciudades importantes de la cristiandad en busca de apoyos para recuperar su reino: Jerusalén, Rodas, Venecia, Padua, Verona y Barcelona, entre otras. Su empresa le lleva hasta Badajoz, donde conoció a Juan I de Castilla, con quien tantas cartas había intercambiado.

"E el Rey, quando sopo que el Rey de Armenia venia, avia enviado á los términos del Regno Caballeros que viniesen con él, é mulas, é vaxillas de plata, é mando que le ficiesen por todo el Regno de Castilla mucha honra é servicio: é asi lo ficieron (Y el Rey, cuando supo que el rey de Armenia venía, envío caballeros para que le acompañasen, mulas, vajillas de plata y que le rindieran honores)", relata el escritor López de Ayala en sus crónicas sobre la llegada del monarca armenio a tierras castellanas. Tras un efusivo abrazo Juan I le agasajó con "muchos paños de oro y de seda y joyas".

Foto: El desastre de la Armada Invencible.

Tras esta cálida bienvenida para la época y en medio de nuestra actual Extremadura, Juan I decidió hacer un alarde más de su generosidad. Inconforme con sus detalles materiales concedió a León V algo único: los señoríos de Madrid, Villarreal (actual Ciudad Real) y Andújar "para en toda su vida (…) con todos sus pechos e derechos e rentas" junto a una renta anual de 150.000 maravedíes, algo de lo que el nuevo señor se aprovecharía más adelante.

placeholder Juan I de Castilla. (Real Academia de la Historia)
Juan I de Castilla. (Real Academia de la Historia)

Poco o nada gustó a los madrileños que Juan I cediera sus territorios a un extranjero. Visto como un intruso, las protestas en la corte no se hicieron esperar. Tal fue la insistencia de la queja que Juan I firmó un privilegio rodado por el cual prometía a la Villa de Madrid “no volver a enajenarla de la Corona Real” y aclaró que la concesión hecha a León V era solo mientras este estuviera en vida. Consciente del disgusto del pueblo, el nuevo señor aplicó una serie de medidas populistas para ganarse el cariño de los madrileños: bajarles los impuestos y mantener sus privilegios.

¿Cuándo se convirtió Madrid en capital de España?

Encandilado por la villa madrileña, León V decidió quedarse unos meses. En la Edad Media, la capital se establecía donde estaba la corte, por lo que, desde ese momento y administrativamente hablando, Madrid se convirtió en la capital de la pequeña Armenia. Las cortes itinerantes funcionaban como centros políticos desde los que se gobernaba un reino y León V decidió hacerlo desde la villa de Madrid (todavía quedaba mucho para que pudiera denominarse ciudad).

La capital moderna, tal y como la conocemos ahora, no llegaría a Europa hasta mediados del siglo XIV. En el caso de España, sería varios siglos después. Madrid no se convertiría en capital hasta el año 1561, cuando Felipe II trasladó su corte aquí, aunque tuvieron que pasar varios años hasta que lo hiciera de forma definitiva, víctima de uno de los casos de corrupción inmobiliaria más destacados en la historia de España, cuyo protagonista fue el duque de Lerma. Pero esa es otra historia.

Foto: El duque de Lerma, por Juan Pantoja de la Cruz
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Los motivos que llevaron a Felipe II a establecer su corte en la capital fueron varios. El primero de ellos, era que Madrid tenía uno de los mejores cotos de caza (uno de los hobbies preferidos del monarca) y el segundo, es que aquí la Iglesia no tenía tanto poder como sí podía tener en otra ciudad céntrica como Toledo. Desde aquel momento, Madrid dejó de ser villa, para pasar a ser villa y corte, y su historia cambió para siempre.

¿Qué pasó con León V?

En tiempos de León V, Madrid o Mayrit (tierra rica en agua) era una localidad muy pequeña, pero con gran importancia geoestratégica, principalmente por todos los ríos subterráneos presentes en esta área, algo que los ciudadanos de por aquel entonces ya sabían principalmente por el resultado de sus cosechas.

Durante todo este tiempo hicieron todo lo que estaba en su mano para volver a ser realengo, es decir, para depender directamente del rey de Castilla y no ser una mera pertenencia de la nobleza o la Iglesia. Pagaron sus impuestos religiosamente, fueron pacientes y aprovecharon la juventud de Enrique III para mostrar su interés de volver a formar parte del reino de Castilla y no rendir cuentas a un rey que ni siquiera hablaba su lengua (León V no aprendió mucho castellano en su paso por estas tierras). El joven monarca accedió y prohibió a cualquier descendiente volver a hacer con Madrid lo que había hecho su padre, Juan I de Castilla. Eso sí, no dejó de pagar ni un solo momento a un ya envejecido León V, quien falleció con casi setenta años.

Foto: Fachada del Museo del Prado, Madrid (CC/Brian Snelson) Opinión

León era un hombre insistente que no cejó en su empeño de encontrar respaldo suficiente para recuperar a su pequeña Armenia. Así llegó hasta Navarra y después hasta París, donde encontró el apoyo de Carlos VI de Francia, quien le dio también una pensión vitalicia (entre renta y renta y tiro porque me toca) y un castillo en Saint-Ouen, pero no el reino que él estaba buscando. En 1393, la aventura de León llegó a su fin. Murió en la capital francesa el 29 de noviembre de ese año. Varios siglos después, su tumba permanece en la basílica de Saint-Denis.

El legado de León V sigue presente en Madrid. Entre el parque Cerro Almodóvar y la Vía Carpetana hay una calle que le rinde homenaje. Más allá de este lugar, que ya estaba poblado mucho antes de que la villa se convirtiera en la capital de la pequeña Armenia, León estuvo viviendo durante varios meses entre 1383 y 1384 en el Alcázar Real, situado donde está el actual Palacio Real. La Embajada de Armenia se sitúa a escasos metros de donde supuestamente vivió el monarca, en la calle Mayor n.º 81. ¿Casualidad?

Juan I de Castilla (1358- 1390) era un rey con empatía. Tanta que, en octubre de 1383, decidió entregar el señorío de Madrid a un noble procedente del reino de Cilicia o pequeña Armenia. León V, el rey sin reino, se convirtió así en señor feudal de la historia de la Villa y Madrid, en consecuencia, en capital de su territorio. Sí, más de 200 años antes de convertirse en capital de España.

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