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Un viaje en metro evitando morir de calor: ¿funciona el aire acondicionado en los vagones?
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Un viaje en metro evitando morir de calor: ¿funciona el aire acondicionado en los vagones?

Las temperaturas extremas de este verano también repercuten en el transporte público y las quejas de los usuarios aumentan. Mascarillas fuera y abanicos como remedios 'low-cost' de los viajeros

Foto: Ricardo y su guitarra, en la parada de Antón Martín. (A. F.)
Ricardo y su guitarra, en la parada de Antón Martín. (A. F.)

Tocar música en el metro no siempre es agradecido. En ocasiones, el público te gira la mirada, y el ir de un lado a otro puede ser agotador. Pero, en agosto, a eso se suman otros factores con los que Ricardo, acostumbrado a llevar su guitarra a todas partes, tiene que lidiar. Las continuadas olas de calor que azotan el país desde principios del verano y la estampida masiva de los madrileños.

Si alguno pensaba que las infraestructuras del transporte público podían ser un refugio de las altas temperaturas del exterior, estaba equivocado. Ricardo lleva tres años tocando en los vagones de la línea 1 del metro de Madrid y cuenta que, aunque en estas fechas siempre es frecuente pasar calor, lo de este año es especialmente bochornoso. Aun así, reconoce que prefiere deambular por los vagones a merodear por las calles bajo el sol.

Foto: Para acceder al ascensor de Aluche, hay que llamar al personal para que abra la puerta. (A.F.)

“El aire acondicionado sale por los extremos de los vagones y yo lo paso especialmente mal porque me tengo que poner en el centro para que me escuche todo el mundo”, apunta. Pero nada de esto le impide continuar con su labor y seguir cantando para los pocos que se quedan en Madrid este mes.

¿Qué pasa con el aire acondicionado del metro? El reflejo de los pasajeros acalorados tiene su eco en redes sociales. La cuenta de Twitter 'Averías del metro' es un 'bot' que recopila cada día el 'ranking' de las cinco principales quejas de los usuarios del suburbano. Desde el mes de julio, el calor es el problema más repetido por aquellos que utilizan esa red social como canal para quejarse, mencionando a la cuenta oficial.

Este 'bot' lo creó la investigadora de la Universidad Carlos III de Madrid Mariluz Congosto, hace varios años. Aunque tuvo un parón durante la pandemia, volvió a recopilar información a mediados de julio del año pasado. Desde entonces y hasta el 10 de agosto, la media de quejas por pasar calor fue de unas 20 diarias, mientras que este año son 80. Y el 3 de agosto, miércoles, hubo un pico de 330. Más allá de los números en bruto, que son más volátiles, es interesante ver la posición en el 'ranking' que tiene cada problema. En julio de este año y hasta el 10 de agosto, casi todos los días, el calor es la queja número uno, mientras que en las mismas fechas del año pasado no era así.

“Aunque no disponemos todavía de los datos, nos indican que no se ha detectado un incremento [de problemas relacionados con el aire acondicionado] respecto a años anteriores”, aseguran desde Metro. Además, aclaran que no se ha tomado ninguna medida de ahorro energético que implique menor potencia para la climatización o una subida de los grados, como intuyen algunos de los viajeros que se quejan en redes sociales. “La temperatura de los trenes de Metro se regula en función de la temperatura del exterior”, añaden sobre el funcionamiento del sistema.

Para determinar la cantidad de quejas por altas temperaturas, el 'bot' filtra los tuits que contienen palabras como 'agobio', 'calor', 'sauna', 'aire acondicionado' o 'baño turco', entre otras. Algunos viajeros afirman que se han registrado temperaturas de 32,8 grados: “Hola @metro_madrid línea 1 vagón R2553 (el mismo de ayer) sin aire, 32.8 grados, a las 7.30, Dios nos pille confesados a las 14.00, me gustaría no ser un @SufridoresMetro, aporto prueba, venga, vamos a ver si con suerte hoy no me desplomo”, rezaba un mensaje del fatídico 3 de agosto.

En los últimos días, más de una de cada 10 menciones a la cuenta de @metro_madrid contenía la palabra 'aire', siempre para elevar una queja por la mala climatización. El Confidencial descargó cerca de 2.500 mensajes que citaban la cuenta oficial entre el 30 de julio y el 9 de agosto (el rango de fechas máximo que se puede extraer de forma automática), y en algo más de 300 había menciones al aire acondicionado. Las cifras del 'bot' desarrollado por Congosto son más altas porque contempla bastantes más términos. Pero ambas aproximaciones evidencian que los problemas con el aire acondicionado no son casos aislados.

Uno puede medir la temperatura del interior de un vagón desde fuera fijándose en si los viajeros llevan o no las mascarillas puestas

La realidad es que la sensación de fatiga depende del coche que le toque al viajero. Uno puede medir la temperatura del interior de un vagón desde fuera, fijándose en si los viajeros llevan o no las mascarillas puestas (todavía obligatorias) y en cuántos llevan el abanico en la mano. Mucha mascarilla, aire en funcionamiento; poca mascarilla, más sensación de calor. Y la cosa empeora según avanzan las horas y en función de la cantidad de gente que vaya dentro.

La sensación de calor no es exclusiva de algunos vagones, sino que continúa en los pasillos. Los pasajeros suben al metro en la línea 10 desde Príncipe Pío. El aire funciona perfectamente. Sensación de alivio. Llevan la mascarilla puesta y los abanicos guardados. Bajan en Casa de Campo y sofocón. Una mujer hace un gesto reflejando el calor que está pasando, pero el alivio aparece cuando el tren de la línea 5 dirección Alameda de Osuna aparece con un notorio cambio de temperatura en su interior.

Foto: ¿Cuál es la línea de metro más extensa? ¿y la más lenta? Descubre aquí sus curiosidades (EFE/Fernando Alvarado)

Desde el organismo, explican que los sistemas de aire acondicionado únicamente existen en los vagones, ya que “no sería eficaz” instalarlo en el resto de zonas por ser espacios abiertos. “En las instalaciones donde no puede haber aire acondicionado, Metro cuenta con un sistema de ventilación denominado gestor inteligente de ventilación (GIV) que permite controlar de forma individualizada cada ventilador y lograr su programación óptima, actualizándola cada ocho horas. Con este sistema se controla la totalidad de la instalación de ventilación de la red, formada por cerca de 900 ventiladores ubicados en 629 pozos”.

Muchos se bajan en una estación que no es el final de su destino para cambiarse rápidamente de vagón. Y quien no tiene abanico se lo inventa: “Lo peor para mí son las horas punta. Por la mañana y sobre las 14:00 es más insoportable”, continúa Karina en la estación de Antón de Martín mientras utiliza un plano del metro doblado para echarse aire en la cara.

placeholder Karina, abanicándose con el plano del metro. (A. F.)
Karina, abanicándose con el plano del metro. (A. F.)

La diferencia de temperatura de la línea azul clarita con el resto es muy notable. De hecho, la línea 1 es una de las que más mencionan los usuarios cuando se trata de calor. La teoría de barra de bar extendida de todo madrileño que viaja frecuentemente en metro sobre el tema es que esto pasa “porque es la más antigua”. Más allá de los argumentos de quienes sufren las consecuencias veraniegas del transporte público, desde Metro cuentan que las condiciones y el tipo de tren influyen en esta percepción: “Los trenes de gálibo estrecho (trenes de las líneas 1, 2, 3, 4 y 5) pueden dar una percepción de mayor temperatura por el espacio disponible y por la mayor densidad de viajeros en momentos puntuales”.

“Tomamos nota”

Tomamos nota” suele ser la respuesta que Metro da a los usuarios que indican que el aire no funciona en un vagón concreto. Tras ser preguntada, la empresa pública de transporte no ofrece datos de cuántas incidencias se han registrado relacionadas con la climatización de los vagones ni de su evolución durante los últimos meses.

Foto: Estación de Metro de Gran Vía. (Cedida)

“En el caso de que se produzca cualquier avería puntual en el aire acondicionado de los trenes, este se envía inmediatamente a reparación y se arregla en un plazo máximo de un día”, aclaran desde el departamento de comunicación. “Hay que tener en cuenta también que la temperatura en el interior de los trenes está condicionada por el número de veces que se abran y se cierren las puertas o el número de viajeros que vayan en cada coche”, añaden.

Que Madrid en verano es un horno no es ninguna novedad y que hay que apretarse el cinturón con los aires acondicionados, tampoco. Mientras tanto, los madrileños seguirán recurriendo a las 15 líneas de una de las redes de transporte mejor valoradas de Madrid y Ricardo seguirá con la guitarra en sus vagones. Porque tocar música en el metro no siempre es agradecido, pero ni siquiera el calor podrá con él.

Tocar música en el metro no siempre es agradecido. En ocasiones, el público te gira la mirada, y el ir de un lado a otro puede ser agotador. Pero, en agosto, a eso se suman otros factores con los que Ricardo, acostumbrado a llevar su guitarra a todas partes, tiene que lidiar. Las continuadas olas de calor que azotan el país desde principios del verano y la estampida masiva de los madrileños.

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