"Por fin volvemos a quedar en Gran Vía": la estación de metro reabre 1.061 días después

"Próxima estación: Gran Vía, correspondencia con línea 1 y línea 5". Más de 1.000 días han pasado desde que los madrileños han vuelto a escuchar este aviso antes de llegar a la estación del Metro de Madrid. Son las ocho de la mañana y varios usuarios transitan por esta estación que ahora incluye conexión directa a Sol, el kilómetro cero de la ciudad.

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David Brunat Infografía: Rocío Márquez

De forma asidua, los viajeros entran y salen del vagón que se dirige a Gran Vía como cualquier día laborable antes del cierre el 20 de agosto de 2018, cuando más de 44.000 personas se quedaron si poder utilizarla. Sin embargo, a esta hora la mañana, apenas unas cuantas personas se bajan en esta céntrica parada. Con el móvil en la mano para captar el momento, los usuarios recorren los casi 2.000 metros cuadrados de superficie que alberga la estación después de una ampliación de 1.100 metros cuadrados con una inversión de 10,7 millones de euros.

13 escaleras mecánicas, tornos digitales y 14 máquinas de venta de billetes con tecnología 4.0 convierten al subterráneo de Gran Vía en la primera estación de metro del país que cuenta con este nivel de digitalización. En el interior se encuentra la réplica del antiguo templete diseñado por el arquitecto Antonio Palacios en 1920.

Por la salida que da acceso a la calle Montera, María sube las escaleras para acudir a su trabajo en uno de los comercios de la zona. "No recuerdo cuándo fue la última vez que me bajé en esta parada. Me viene muy bien que la hayan vuelto a abrir porque hasta ahora me tenía que bajar en Callao para ir a trabajar", comenta la joven a El Confidencial.

A Juan le cuesta pasar su tarjeta de transporte público por los nuevos tornos que se iluminan con una flecha verde. Este jubilado se ha bajado en la estación de Gran Vía para observar cómo ha quedado tras las obras. "A mí sí que me gusta el nuevo diseño, se ve más moderno, pero hubiera preferido que hubieran abierto antes la estación", argumenta mientras encuentra su billete.

"Nos va a venir muy bien esta reapertura porque necesitamos que venga más gente. La pandemia ha reducido las visitas y ya no hay turistas"

"Ahora por fin podré volver a quedar en Gran Vía. Casi se me había olvidado que hoy volvía a abrir la estación porque ha estado mucho tiempo cerrada y me había acostumbrado a venir andando", dice Pablo con prisa para llegar a Sol porque empieza su jornada laboral. Mientras, en la calle algunos curiosos realizan fotografías a la fachada del metro.

En un comercio cercano a la estación trabaja Israel. "Nos va a venir muy bien esta reapertura porque necesitamos que venga más gente. La pandemia ha reducido mucho las visitas y ya no hay turistas", relata a este diario después de preparar un café. De vuelta a la calle, el ascensor que conecta con el subterráneo empieza a tener cola. "Yo la verdad es que he venido a hacer unas compras y, ya que estoy, voy a bajar a ver cómo es la estación", dice Verónica entre risas.

En la calle Gran Vía están empezando a subir persianas y a abrir tiendas. Se escucha el alboroto de vehículos y la ciudad empieza a despertar con 22 grados de temperatura. A las nueve de la mañana, Gran Vía cuenta ya con una mayor afluencia de personas que recorren a pie la calle sin olvidarse de captar una fotografía de la recién estrenada estación.