Bilbao en metro y Palma en bus: así nos movemos los españoles en transporte público

“Les anuncio que el Gobierno bonifica el 100% de todos los abonos de varios viajes para los trenes del servicio público de cercanías, Rodalies y media distancia operados por Renfe”, afirmaba el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la celebración del debate sobre el estado de la nación. La medida, que permitirá viajar gratis en tren por España y en las ciudades con servicio de Cercanías entre septiembre y diciembre para fomentar el uso del transporte público, ha sido una de las más comentadas de las jornadas de debate.

Para entender el alcance de este anuncio, es interesante analizar cómo nos movemos los españoles en el transporte público. Aunque depende de muchos factores, uno de los principales es de lo más básico: la ciudad en la que uno vive. No es lo mismo contar con varias alternativas, como metro, cercanías o bus, que contar solo con una de estas opciones. En los casos en que los viajeros pueden elegir, hay ciudades más 'team metro' que 'team autobús'.

Los bilbaínos son los mayores fans del subsuelo, según el análisis de los datos de la Estadística de Transporte de Viajeros del Instituto Nacional de Estadística. Allí, de todas las personas que han viajado este año en alguno de esos dos medios de transporte de la ciudad, siete de cada 10 eran viajeros de metro. De media, son casi 5,5 millones de personas las que pasan por el suburbano de Bilbao al mes. El 'top 3' de preferencia por el metro lo completan Barcelona y Madrid, donde los viajeros subterráneos representan respectivamente el 66% y el 60% del total de usuarios de estas dos opciones.

Al otro lado de la balanza están los que prefieren viajar sobre ruedas. Palma de Mallorca se lleva el oro, con un 96% de viajeros que prefieren este transporte. Los malagueños también prefieren las vistas por la ventanilla y no llegan a ser ni dos de cada 10 viajeros del transporte urbano los que deciden moverse por raíles.

Un motivo para elegir uno u otro transporte público es la competitividad de cada opción, opina Mateo Corral, autor del blog Ecomovilidad. Y esa competitividad, explica, depende de cómo estén diseñadas las redes de transporte en la ciudad. A título de madrileño, señala que en el caso de la capital el sistema de metro es bastante frecuente y, dependiendo de la zona, sale más rentable que el autobús. “Yo, que vivo en el centro, hay muy pocas veces en las que el autobús me resulte competitivo”, confiesa.

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Pero además de cómo esté diseñada la red de transporte público, la edad también es un factor que juega un papel en la elección. En el caso de la capital, según la Encuesta de movilidad de 2018, de la Comunidad de Madrid, del total de personas que viajaron en autobús, el 25% tenía más de 64 años, mientras que en metro, esa misma cifra desciende al 10%. Enrique de Diego Álvarez, director de Movytrans, lo atribuye a la comodidad y seguridad que el autobús les ofrece. Les permite ver la calle y no enfrentarse a obstáculos como las escaleras de acceso al suburbano, pero también hay un componente humano: “Hay un conductor al que pueden preguntar”, apunta. “Tienen más espacio, el autobús va más lento, pueden estar más atentos a su entorno… y el metro normalmente no te da esa posibilidad”, añade Corral.

El país de los autobuses

Donde no hay metro, el autobús es muchas veces la única opción para los habitantes. En lo que va de año, el autobús urbano registra 600 millones de viajes, más del doble de los pasajeros de trayectos interurbanos. Sin embargo, en algunas zonas la costumbre de coger el autobús es mayor que en otras. Aragón encabeza la lista, con una media de 31 viajes por habitante realizados a lo largo de 2022, con datos hasta mayo. Le siguen los madrileños con 27 viajes y los catalanes con 13.

Castilla-La Mancha y Murcia, por el contrario, son las zonas donde el uso del transporte público urbano es menos común, con tres viajes por manchego y cuatro por murciano durante el periodo analizado. Según el director de Movytrans, en esta tendencia a coger más o menos el autobús influyen factores sociodemográficos como la edad, la renta o la disponibilidad de coche, entre otros.

Más allá del transporte urbano, también hay diferencias entre regiones cuando se analizan los trayectos interurbanos. Aunque la gratuidad de los viajes se vaya a aplicar en los trenes, en España lo que más triunfa para ir de una ciudad a otra es el autobús. Una de cada dos personas utiliza este vehículo en ese tipo de trayectos. En lo que va de año, hasta mayo, la cantidad de pasajeros en autobuses interurbanos del país asciende a un total de 257 millones de personas.

La ventaja sobre el tren no es abismal. De hecho, los trenes interurbanos transportan a cuatro de cada 10 viajeros, cerca de 214 millones de viajeros hasta mayo de 2022. Por último, cerca del 3% son personas que viajan en avión y transporte marítimo hacia las islas, siendo esta última la opción menos concurrida, con menos del 1% de la cuota de viajeros que van a otras ciudades.

De nuevo, la razón principal de que el autobús tenga más demanda que los trenes o aviones es una cuestión de competencia. “Cuando el autobús es más competitivo, la gente va directamente a él”, argumenta Corral. Factores como la frecuencia, el precio o la infraestructura hacen inclinar la balanza por uno u otro. Aunque mientras que los autobuses son más frecuentes, los trenes escapan de los atascos que puedan formarse en carretera.

Viajar ahora les sale gratis

Ahora bien, ¿qué viajeros disfrutarán de la oferta del Gobierno? Entre los trenes incluidos en la medida, el cercanías se corona como transporte estrella. Nueve de cada 10 viajeros que han cogido trenes urbanos o interurbanos en 2022 han viajado en cercanías, y a partir de septiembre estarán entre quienes podrán hacerlo por el módico precio de cero euros, a falta de que se conozcan los detalles de la medida.

En España hay 12 puntos que disponen del servicio de cercanías: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, San Sebastián, Murcia-Alicante, Cádiz, Zaragoza, Málaga, Cantabria y Asturias. Pero prácticamente el 80% de los viajeros se concentraban en los núcleos de Madrid y Barcelona, que al final serán los que más partido sacarán a la oferta del Gobierno.

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Por edades, al menos en la capital, aquellos que tienen entre 30 y 49 años suponen el 33% de los usuarios de estas líneas, seguidos de los que tienen entre 18 y 29 años. Los mayores de 64 años son, a cambio, los que menos proporción representan: el 6%. Su preferencia por el autobús les deja algo más fuera de la opción gratuita, a no ser que decidan emigrar a los raíles a partir de septiembre. Desde diciembre de 2021, el abono de transporte para mayores de 65 cuesta 3,30 euros al mes y la Comunidad de Madrid se comprometió a que fuese gratuito a partir de 2023.

Para las zonas que quedan al margen, aquellas que no tienen cercanías o donde los servicios de media distancia son escasos, la respuesta al anuncio de Sánchez se puede ver en las redes. Distintos partidos y usuarios de internet han dejado ver en Twitter su descontento por cómo esta medida deja fuera de juego a zonas de la España vaciada. Teruel, Soria y Huesca son algunas de las localidades afectadas.

Los trenes de media distancia son otros que también incluye la medida. Pero, lejos de las cifras de cercanías, estos solo llevan al 5% de los viajeros transportados por Renfe. De hecho, la afluencia en los trenes de larga distancia es ligeramente superior. Estos últimos, sin embargo, no estarán incluidos en la lista de los trenes en los que los españoles se podrán subir sin pagar un euro.