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El archivo de la operación Pulpo da un vuelco a la candidatura socialista a la Xunta
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El archivo de la operación Pulpo da un vuelco a la candidatura socialista a la Xunta

El actual líder del PSdeG, González Formoso, dará un paso a un lado si el ex secretario general Gómez Besteiro decide ser el aspirante, tras el cierre de las causas judiciales que lo apartaron de la política

Foto: José Ramón Gómez Besteiro. (EFE/Lavandeira jr.)
José Ramón Gómez Besteiro. (EFE/Lavandeira jr.)

A la Justicia se la acusa de lentitud, pero en el caso de Xosé Ramón Gómez Besteiro ha llegado justo a tiempo para facilitar su regreso a la primera línea de la política gallega. Tras casi siete años de calvario judicial, el archivo de la última causa que pesaba sobre el ex secretario general del PSdeG ha dado un vuelco a la candidatura socialista en las próximas autonómicas, las primeras sin Alberto Núñez Feijóo desde 2009. En el partido se le ve como el candidato ideal para hacer frente a Alfonso Rueda, cuyo tirón electoral está por demostrar. El político que acabó con el histórico feudo de la derecha en la Diputación de Lugo es para muchos —pero no todos— el más adecuado para confrontar con el nuevo PP. Besteiro, de momento, guarda silencio.

Dos factores juegan a su favor. De una parte, el beneplácito de Ferraz. Pedro Sánchez siempre incluyó a Besteiro en su círculo más estrecho, incluso cuando estaba acorralado por dos causas: la Garañón y la Pulpo. Hasta 10 delitos le llegaron a imputar, demasiados incluso para la defensa de un Sánchez que siempre confió en su “inocencia”. Pero, como reconoció en una entrevista en La Sexta noche, si se le abría juicio oral se le aplicaría el código ético. Fue entonces cuando el dirigente gallego tuvo que dejar su cargo orgánico en la región, su puesto como vocal en la ejecutiva federal y renunciar a la candidatura a la presidencia de la Xunta. El otro factor es el apoyo explícito del actual secretario general del PSdeG, Valentín González Formoso.

Foto: José Ramón Gómez Besteiro, tras la rueda de prensa en la sede del PSdeG en Santiago, en la que comunicó su dimisión como secretario general. (EFE)

Tan explícito, que Formoso ha prometido dar un paso a un lado “por lealtad” si Besteiro decide aspirar de nuevo a la presidencia de la Xunta. El secretario de Organización, José Manuel Lage, utilizó términos futbolísticos para reforzar el apoyo al desimputado: “Cuando uno tiene a Messi, a Mbappé… tiene que ponerlos a jugar. Besteiro es uno de los mejores activos del PSOE gallego”. Pero no todo son parabienes. El antecesor de Formoso, Gonzalo Caballero, cuestionó que el político de Lugo sea “un referente idóneo” para el PSdeG y, siguiendo el símil de Lage, emplazó a “no confundir la Champions con pachangas”. Para completar su advertencia, Caballero agitó el fantasma de unas primarias a las que tendría que concurrir Besteiro y para las que él mismo no se descarta.

En todo caso, entre los cargos públicos del socialismo gallego hay una clara corriente de opinión a favor de Besteiro. Desde la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, al de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, pasando por la de Lugo, Lara Méndez. Pero en la lista falta el de mayor peso político de todos ellos, Abel Caballero, que no escatima elogios al ex secretario general, con quien asegura tener “mucha amistad”, pero que no se ha pronunciado sobre su eventual regreso a la política.

Trayectoria política

La carrera política de Besteiro comenzó en 1999 como portavoz socialista en el Ayuntamiento de Lugo. En las elecciones municipales de 2007, se convirtió en el primer socialista en presidir la Diputación de Lugo, durante muchos años feudo inexpugnable del barón del PP Francisco Cacharro. Y en las municipales de 2011, revalidó el apoyo de los ciudadanos y se convirtió en el único presidente del PSdeG al frente de una diputación en Galicia. Su salto a la política autonómica se produjo tras la derrota socialista de 2012. Pero no llegaría a consolidarse como candidato a la presidencia de la Xunta porque las dos operaciones desatadas por la jueza Pilar de Lara, la Garañón y la Pulpo, forzaron su abandono.

Foto: Valentín González Formoso, en una foto de archivo. (EFE/Rodrigo Jiménez)

El calvario judicial derivó de una denuncia por posible prevaricación urbanística en el plan de O Garañón, en una parcela de Lugo, consistente en un supuesto trato de favor a dos promotores cuando Besteiro era concejal de Urbanismo. De Lara —encargada de las macrocausas de la operación Pokémon y la operación Carioca— apreció indicios de que había comprado un piso sin pagar parte de su precio ni las obras de reforma al socio de una constructora que supuestamente había recibido un trato de favor por parte del ayuntamiento. La Audiencia Provincial archivó el caso en febrero de 2021. No solo eso. Afeó a la jueza basar su imputación “en sospechas tan vanas” y vio “creíble” el relato de Besteiro tras “un exhaustivo examen patrimonial”.

Ahí empezó a atisbarse la rehabilitación política del lucense. En otoño de 2021, reaparecía en público para apoyar a Formoso cuando fue elegido secretario general, y este pasado mes de octubre se dejó ver en la fiesta que los socialistas gallegos celebraron en Oroso (A Coruña) muy cerca de la ministra portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, que sustituía a un Pedro Sánchez ausente por covid.

La pieza que faltaba en el puzle para facilitar su regreso era la operación Pulpo, abierta por la misma jueza para investigar las presuntas adjudicaciones irregulares de contratos de la Diputación a empresas propiedad del dueño de Monbus, acusadas de pagar sobornos a altos cargos de la institución. Entre la Pulpo y la Garañón, fueron 10 los delitos que se le imputaron a Besteiro, entre ellos soborno, prevaricación, tráfico de influencias, fraude a las administraciones públicas, fraude de subvenciones y delito continuado de malversación de caudales públicos.

Foto: Alfonso Rueda. (EFE/Xoán Rey)

Según el reciente auto de archivo de la causa, el testimonio anónimo que motivó la Pulpo “presenta graves deficiencias” que impiden su eventual continuación. La magistrada señala que, teniendo en cuenta la copia remitida al juzgado que justifica la formación de la causa, “lo que no aparece debidamente justificada es la perpetración de delito ninguno con respecto a la totalidad de los extremos remitidos”. El archivo no es firme, porque podría ser revisado por la Audiencia Provincial, pero el futuro político de Besteiro se da por despejado. Si él quiere.

Formoso deberá aclarar primero la duda de si aspira o no a la alcaldía de As Pontes, de la que es regidor desde 2007. La inminencia de las municipales es precisamente la principal censura que realizan los críticos del PSdeG a la alfombra roja que le ha puesto el secretario general al regreso de Besteiro, abriendo así un debate que consideran prematuro. Es parte de la cotidianeidad de un partido agitado en su grupo parlamentario por la ausencia de Formoso —no es diputado— y la permanencia de Caballero y sus fieles, que se plasma en el expediente abierto al diputado Martín Seco.

A la Justicia se la acusa de lentitud, pero en el caso de Xosé Ramón Gómez Besteiro ha llegado justo a tiempo para facilitar su regreso a la primera línea de la política gallega. Tras casi siete años de calvario judicial, el archivo de la última causa que pesaba sobre el ex secretario general del PSdeG ha dado un vuelco a la candidatura socialista en las próximas autonómicas, las primeras sin Alberto Núñez Feijóo desde 2009. En el partido se le ve como el candidato ideal para hacer frente a Alfonso Rueda, cuyo tirón electoral está por demostrar. El político que acabó con el histórico feudo de la derecha en la Diputación de Lugo es para muchos —pero no todos— el más adecuado para confrontar con el nuevo PP. Besteiro, de momento, guarda silencio.

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