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PRÓRROGA ANDALUZA

Moreno trata de amarrar su Gobierno hasta primavera con pactos a derecha e izquierda

El PP se conjura con Cs para alargar al menos hasta primavera la legislatura en Andalucía haciendo oídos sordos a la crisis de los naranjas y negociando con Vox y PSOE en paralelo

Foto: El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno. (EFE)
El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno. (EFE)

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno (PP), sigue convencido de que aún queda legislatura. Aunque si se apuran los plazos se podría llegar a noviembre de 2022, los dirigentes del PP en Andalucía sitúan el horizonte en la próxima primavera. “Hasta marzo como mínimo”, señalan fuentes del Gobierno andaluz. Los principales proyectos legislativos en la cartera de la Junta podrían estar aprobados a mediados del próximo año y entonces todo se repensará. Antes, insisten, por más encuestas que salgan a favor —se esperan sondeos favorables la próxima semana— o por más que la dirección nacional del PP aconseje adelantar, no se pulsará el botón rojo.

Cuando en España se afianza cada vez más la política de bloques, en Andalucía se ensaya una nueva etapa de pactos a derecha e izquierda con los que Moreno podría ganar oxígeno para activar el modo electoral cuando considere sin presiones. Es el mensaje, además, que desde el PP andaluz trasladan a Génova, donde alimentan con interés el anticipo electoral. Hay margen, aseguran, para alargar la legislatura. Moreno ensaya el diálogo con el PSOE de Juan Espadas, a la vez que se sienta con Vox, el aliado preferente hasta el momento. La combinación suena imposible, pero en el sur, de momento, se está abriendo camino como fórmula política que afianza a Moreno en su estrategia de situarse como un político moderado y de centro.

Foto: El presidente de la Junta, Juanma Moreno. (EFE)

Una estrategia que tiene también cálculo electoral. El PP confía en crecer absorbiendo voto de Cs, pero también sumando a los abstencionistas que se quedaron en casa en 2018, captando a votantes socialistas descontentos con las políticas de Pedro Sánchez —ahí pescan en asuntos como los indultos a los políticos catalanes— y recuperando votantes populares que se fueron a Vox y a quienes haya podido convencer con la acción del Gobierno. Una jugada a todas las bandas que creen que podría disparar al PP de Moreno en las próximas autonómicas y situarlo, eso dicen los sondeos, muy por delante del PSOE. “El objetivo es ganar tiempo e ir a por la mayoría absoluta”, aseguran con un exceso de optimismo en las filas populares. El PP obtuvo solo 26 de 109 diputados en las últimas autonómicas, pero las alianzas con Cs (21) y Vox (12) permitieron el cambio.

Cs, contra las cuerdas

La crisis de Granada, que ha exhibido a un Cs roto y al borde del precipicio, no va a cambiar nada el pacto de gobierno en Andalucía. Es lo que trasladan de forma firme los actores de PP y Cs en la Junta. Desde San Telmo, están convencidos de que la marejada en el grupo parlamentario de los naranjas no llegará a nada más que a hacer algo de ruido. Los diputados saben, insisten fuentes del PP, que lo mejor que les puede pasar es aguantar la legislatura, porque repetir los 21 escaños logrados por Cs en 2018 es un imposible en el actual momento político. Así que la única manera que tienen muchas de sus señorías de seguir en el escaño es que no se convoquen elecciones. Dan por hecho que "nadie saltará del barco porque no hay agua", explican gráficamente. A Cs le interesa ganar tiempo y ya ha activado su modo electoral para tratar de evitar el naufragio político.

Foto: Juan Marín e Inés Arrimadas. (EFE)

Además, el PP no teme en ningún caso una moción de censura, ni aunque dieran los números y todo el bloque de la izquierda fuera capaz de unirse, lo que es difícil, y además atraer votos de Cs. Dan por hecho que el PSOE no va a promover nada parecido ni contando con fugas de las filas naranjas, porque el candidato socialista, Juan Espadas, no está en el Parlamento y para ser investido presidente de la Junta de Andalucía hay que ser diputado. Promover a otra persona para la presidencia sería un harakiri en toda regla para el liderazgo de Espadas, aún por construir.

Foto: El presidente de Andalucía, Juanma Moreno (d), conversa con el líder del PP, Pablo Casado. (EFE)

Con todos estos elementos, desde la presidencia de Moreno dan por hecho que no habrá sorpresas y que la oposición no puede controlar los tiempos políticos en Andalucía ni propiciar el adelanto electoral. Con esa ventaja juega el presidente andaluz, que ha abierto, cuando se daba por finiquitada la legislatura por la petición reiterada de Vox de convocar elecciones, una nueva etapa con el PSOE a la mesa para sacar adelante proyectos clave de la legislatura. En la pista de salida están la reforma fiscal y el paquete para la bajada de impuestos, la ley del suelo y la de la economía circular, que pondría el broche más verde al Gobierno. Todas, normas de corte económico que se quieren vincular a un impulso de la recuperación en la comunidad tras la pandemia. Esa es otra de las claves, cómo funcione el verano y si remite el coronavirus para dar aire a algunos de los principales sectores económicos, como la hostelería o todos los relacionados con el turismo.

El símbolo: el ladrillo

La llegada de Espadas al frente de los socialistas andaluces ha permitido rescatar la ley del suelo, un proyecto clave que se cayó en el Parlamento andaluz por la abstención de Vox ante una enmienda a la totalidad que presentó Adelante Andalucía, ahora Unidas Podemos, y que respaldó toda la izquierda, incluido el grupo socialista. Sin embargo, Espadas ha dado orden de revisar esa estrategia. De momento, la ley llega de nuevo al Parlamento en dos semanas y el PSOE ha anunciado que no se sumará a la enmienda a la totalidad, lo que permitirá tramitar la norma estrella de la Junta. A partir de ahí, se negociarán aspectos técnicos que los socialistas quieren modificar a lo largo de su tramitación. “Hay una oportunidad para el diálogo constructivo”, señaló Espadas.

Mientras que se toma la mano del PSOE, aunque no se sabe hasta dónde llegará el diálogo o si dará frutos, el Gobierno de PP y Cs sigue a la mesa con Vox. Este jueves, la Consejería de Hacienda citó a los diputados de esta formación en una cita con un doble objetivo. Por una parte, calmar a sus aliados parlamentarios sobre una de las reformas comprometidas y que va más lenta en la legislatura, la reforma del sector público andaluz y las auditorías, encargadas a empresas privadas, para desbrozar esa maraña de entes públicos. El portavoz de Vox, Manuel Gavira, recordó al presidente Moreno el pasado miércoles, durante el debate general sobre la comunidad, que era 7 de julio, San Fermín y fecha tope dada por el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, para entregar unos trabajos que fueron un compromiso en el Presupuesto de 2019 y que analizan, junto a la Intervención General de la Junta, la AIReF o la Cámara de Cuentas, las funciones y el personal de 54 entes públicos en Andalucía.

Presupuestos y auditorías

Aunque Vox se sentó confiado en tener esos informes de auditorías, desde la Consejería de Hacienda aseguraron que el motivo de esa reunión era comenzar a abordar los Presupuestos del próximo ejercicio 2022. El Gobierno andaluz ya ha dejado claro que iniciará la elaboración de las cuentas y que ofrecerá acuerdos, también aquí, a derecha e izquierda. Hasta ahora, Vox ha sido el aliado imprescindible que ha condicionado los Presupuestos aprobados por el Gobierno de PP y Cs en Andalucía, no sin sobresaltos, ultimátums y tensiones de última hora. La Junta podría prorrogar sus cuentas de 2021 y no aprobar una nueva ley, aunque eso sí que acotaría la legislatura casi sin duda.

Foto: La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE)
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Es difícil, admiten todas las partes, que se pueda pactar con el PSOE un Presupuesto, que es la ley definitiva que recoge las políticas de un Gobierno, pero se intentará. Sobre todo, porque hay un volumen importante de fondos europeos por llegar que los socialistas sí que quieren consensuar con los ayuntamientos para definir los proyectos a los que irán dirigidos y relanzar la economía andaluza tras la pandemia. Pase lo que pase, insisten desde el Ejecutivo andaluz, Moreno siente que tiene las riendas para convocar cuando considere sin presiones externas.

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno (PP), sigue convencido de que aún queda legislatura. Aunque si se apuran los plazos se podría llegar a noviembre de 2022, los dirigentes del PP en Andalucía sitúan el horizonte en la próxima primavera. “Hasta marzo como mínimo”, señalan fuentes del Gobierno andaluz. Los principales proyectos legislativos en la cartera de la Junta podrían estar aprobados a mediados del próximo año y entonces todo se repensará. Antes, insisten, por más encuestas que salgan a favor —se esperan sondeos favorables la próxima semana— o por más que la dirección nacional del PP aconseje adelantar, no se pulsará el botón rojo.

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