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"Vemos mucha iniciativa del Gobierno en los medios y poca en la mesa de negociación"
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PEPE ÁLVAREZ, SECRETARIO GENERAL DE UGT

"Vemos mucha iniciativa del Gobierno en los medios y poca en la mesa de negociación"

El líder sindical se muestra dispuesto a pactar ya ajustes en la reforma laboral, sin renunciar a su derogación futura, y reclama transparencia para las ayudas públicas a empresas

Foto: Pepe Álvarez, secretario general de UGT. (José Antonio Ortega)
Pepe Álvarez, secretario general de UGT. (José Antonio Ortega)

El secretario general de UGT asistió ayer en Sevilla a la inauguración de la calle Nicolás Redondo, mientras calienta motores para las movilizaciones del 1 de mayo, que pretenden reactivar el sindicato, y también prepara su campaña para la reelección en el congreso que se celebrará de los días 18 a 20 de mayo.

PREGUNTA. El Gobierno ha presentado ya su plan. ¿Qué espera de él? ¿Le convence?

RESPUESTA. Ayer se presentó el plan del Gobierno, aunque ya lo conocemos porque venimos trabajando con ellos y hemos tenido hasta cuatro reuniones al máximo nivel. Espero que sea el punto de salida con agilidad para que las empresas, que son las llamadas a hacer este proceso de transformación de una manera más directa, puedan empezar a presentar sus planes y propuestas. Pero creo que hay que subrayar tres cuestiones básicas. En primer lugar, los proyectos tractores tienen que mejorar el equilibrio territorial en España, porque las grandes corporaciones tienen tendencia a estar solo en las comunidades más desarrolladas y necesitamos que colaboren con empresas proveedoras de comunidades menos desarrolladas. En segundo lugar, los planes no pueden servir para la destrucción de empleo, porque muchos planes tienen que ver con la digitalización y la transformación tecnológica y eso es positivo siempre que no conlleve reducción de plantilla. Y un tercer punto fundamental es exigir a las empresas que el reparto de dividendos no puede incluir estos fondos públicos, que no están para eso.

P. ¿Le preocupa que haya arbitrariedad en las ayudas?

R. Bueno, aquí hay dos fondos que no tienen nada que ver, excepto que coinciden en plena pandemia. Uno es el de los 10.000 millones que el Estado ha anunciado para las empresas en crisis y que se instrumentaliza a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), y el otro es el fondo europeo para proyectos de digitalización y mejora de la competitividad. Sobre el primero, hemos dicho desde el primer día que el Gobierno debería haber creado un organismo, un consejo, que pudiera emitir informes más allá de la documentación que tenga de las empresas que demandan soporte. Estamos a favor de ayudar a las empresas que puedan mantener su actividad y empleo cuando son esenciales, pero parece que no es así en todos los casos, pero lo desconozco porque no hemos participado en ese proceso y desconozco las empresas que han pedido esas ayudas ni cómo se llevan a cabo. Me parece que se puede hacer un esfuerzo de transparencia y de participación de las patronales y los sindicatos para hacer una primera criba.

P. ¿Qué opina de las ayudas de 53 millones a la aerolínea Plus Ultra, con escasa actividad?

R. Es que lo desconozco, más allá de lo que se ha publicado en los medios. Pero, evidentemente, creo que hay algunas cuestiones que requerirían una explicación.

Foto: Construcción de la Autovía del Duero en Venta Nueva. (D.B.)

P. También ha pedido ayudas la sevillana Abengoa, que tiene dos ofertas de compra sobre la mesa, para evitar una de las mayores quiebras de España…

R. Pero ya le he dicho que no nos han trasladado información y creo que no debo opinar sobre este tema y meterme en un avispero en el que daría una opinión política pero no técnica. Sí le puedo decir que hay varias empresas como Abengoa, Duro Felguera o la siderúrgica Celsa, por poner algunos ejemplos, que merecerían ser objeto de debate y atención. De igual forma, creo que esas ayudas del Gobierno deben convertirse en acciones de las compañías temporalmente, como hacen países como Francia, lo que permite el control mientras se reflota la empresa. A mi juicio, un regalo sin control tiene poco sentido.

P. En el caso de los fondos europeos para la reactivación, ¿cree que sí va a haber más control?

R. Los fondos que vienen de la UE creo que van a tener un rigor impresionante, a veces mayor del que podamos asumir como país, con unas normas muy estrictas de cómo se tienen que presentar los planes que a mí me parecen muy bien pero no sé si vamos a poder cumplir. Eso de que en tiempo real un alto funcionario de la UE desde Bruselas pueda tocar un botón y ver esta empresa que está en Sevilla qué nivel tiene de ejecución y comprobarlo 'in situ' no va a ser fácil.

placeholder Pepe Álvarez, secretario general de UGT, a la entrada de la sede regional. (J. A. Ortega)
Pepe Álvarez, secretario general de UGT, a la entrada de la sede regional. (J. A. Ortega)

P. Pedro Sánchez elude hablar de la derogación de la reforma laboral como pactó en el Congreso con algunos grupos y habla ya de introducir mejoras o retoques. ¿Es posible un acuerdo?

R. Con la posición que mantiene el Gobierno no es fácil, porque da a los empresarios legitimidad de veto y ellos no quieren entrar entonces al fondo de la cuestión. Si eso se elimina, debería ser fácil el acuerdo, porque nuestra apuesta va a ir en la dirección de la mejora de la eficacia de las propias empresas. Un contrato temporal le puede venir bien a un empresario que tenga una visión corta, pero todo empresario sabe que para su empresa lo mejor es tener una visión larga, con empleados comprometidos que aporten un valor añadido. El despido libre y casi gratuito que existe en España solo sirve para que las empresas que quieran dejar España lo hagan sin dejar nada. En cualquier caso, creo que podemos llegar a acuerdos con la CEOE sobre distintos aspectos, al igual que en la dinámica de la negociación colectiva. Deberíamos trabajar para que el acuerdo sea posible pronto, porque las posiciones de todos ya las conocemos. No hace falta mucho tiempo. Si la patronal quiere, nosotros también creemos que es el momento.

P. Entonces, ¿ustedes aparcan su reclamación de la derogación de la reforma laboral de Rajoy?

R. No. Para nosotros, lo ideal sería que el Gobierno la derogara, volviéramos a 2008 y a partir de ahí comenzáramos a negociar. Eso no es posible, y no hay condiciones sociales para intentar imponerla, en plena pandemia. Si las hubiera, tiraríamos para adelante porque creo que eso daría equilibrio a las negociaciones. Pero en la actual circunstancia, lo que queremos es saber de qué hablamos cuando el Gobierno dice que hay que modificar “aspectos más lesivos”, cuando habla de “mejora del mercado de trabajo” o cuando un ministro dice que es un “escándalo que se despida a la gente un viernes y se la contrate el lunes”… Pues, oiga, haga usted algo, que es el ministro. El cirujano tiene que operar, no es el que tiene que explicar la operación. Y los sindicatos, ¿qué vamos a hacer? Pues sentarnos y, si hay elementos positivos, acordar y firmar, pero no vamos a renunciar a nada ni vamos a dejar ninguna reivindicación pendiente, porque todas van a quedar en cartera para continuar el trabajo en el futuro.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (Reuters)

P. Otro de los ejes de su campaña de movilizaciones ante el Primero de Mayo, con el lema #AhoraSíToca, es la subida del salario mínimo interprofesional. ¿Por qué?

R. El Gobierno ha acertado en muchas cosas en este año de crisis, pero ha fallado en el SMI. La reglamentación y las demandas son tan exageradas que es imposible que se puedan cumplir. Hay mucha gente que ya se ha quedado en el camino, y las vemos en colas cada vez mayores pidiendo comida para poder darle a sus hijos. Estamos hablando de miles de personas.

P. Hay distintos informes contrarios a esa subida. ¿Tiene UGT datos de su repercusión en el empleo?

R. Desde el punto de vista del empleo, la subida del SMI es neutra, ni destruye ni tampoco crea, si no contamos el empleo que pueda generar el hecho de que haya más consumo por parte de los perceptores del SMI. Todos los estudios que se han hecho de destrucción de empleo tienen unas bases muy poco sólidas, hechos por el Banco de España y otras instituciones que defienden unos intereses muy determinados. Yo le puedo presentar otros informes que han hecho estudiantes de universidad que ponen de manifiesto en una serie histórica lo que ha pasado cuando se ha ido subiendo el SMI, que ha creado empleo. Pero incluso eso es discutible, porque depende de las condiciones económicas y sociales que haya en cada momento. Yo creo que el SMI es justo, ayuda a la economía del país, también desde el punto de vista de la recaudación fiscal y de la Seguridad Social… No le veo absolutamente ningún problema, más allá de que haya gente que no quiere hacer nada y seguir ganando más y más dinero.

Foto: Un empleado en una oficina de la Agencia Tributaria en Madrid. (EFE)

P. En lo que sí parece que hay consenso es en los ERTE…

R. Hay consenso con la patronal y el Gobierno, que suele anunciar con tiempo su ampliación, pero vamos a ver con qué condiciones. Nosotros lo que queremos es que continúen como están, que no tengan fecha de caducidad hasta que se resuelva la pandemia, pero también pedimos que vayamos a una negociación del sistema de ERTE que nos permita que sea un instrumento más ágil, sin las condicionantes legales que tiene en este momento, con un nuevo marco legislativo que nos permita atender situaciones puntuales…

P. ¿Qué quiere modificar de los ERTE?

R. Pues, por ejemplo, en estos días hablamos mucho de Airbus. Pues quizá podemos pensar que, si la falta de trabajo es temporal, podamos hacer un ERTE pero no con las condiciones actuales del SEPE (Sistema Estatal Público de Empleo) sino con unas nuevas fórmulas que permitan, por ejemplo, rebajar la jornada a todos los trabajadores de la compañía para que no haya que hacer despidos; que una parte vaya a cuenta de los trabajadores, otra a cuenta de la empresa y otra a cuenta de la Administración… Es decir, se trata de abrir un campo que nos permita afrontar con nuevos instrumentos los problemas de ajuste que hay en las empresas.

P. Se refiere al cierre previsto de la factoría de Airbus en Puerto Real, ¿no?

R. Me parece una canallada que en Cádiz, con la que está cayendo, se plantee el cierre y la disminución de la plantilla de Airbus y se castigue especialmente a Andalucía. Nosotros vamos a trabajar con todos nuestros medios para que esto no ocurra. El Estado también tiene que asumir su responsabilidad, porque es accionista y porque no podemos admitir que se merme nuestra capacidad productiva. Hay que encontrar los mecanismos para que eso no ocurra. España es accionista y no es lógica esta idea de que el consejero español nadie sabe quién es ni se reúne con la representación de los trabajadores. Hay que recordar que representa los intereses de los españoles y no de la compañía a nivel global. El Ministerio de Defensa puede y debe presionar para que Airbus sea consciente de que, además de socios en la empresa, somos un cliente muy importante.

placeholder Pepe Álvarez, secretario general de UGT, durante la entrevista con El Confidencial. (J. A. Ortega)
Pepe Álvarez, secretario general de UGT, durante la entrevista con El Confidencial. (J. A. Ortega)

P. El Servicio Estatal Público de Empleo (SEPE) ha protagonizado numerosos problemas en estos meses para pagar a los desempleados. ¿Está a la altura de lo que se necesita en este tiempo?

R. Creo que tenemos un personal en SEPE extraordinario, que curra al 200%, pero incluso eso es poco, porque este organismo tiene un problema de plantilla que llevamos reclamando mucho tiempo por la no reposición de los empleados públicos. Necesitamos más medios para el SEPE y hay que denunciar que, efectivamente, el funcionamiento del SEPE está siendo muy deficitario. Ha habido retrasos, ha habido personas a las que se ha pagado dos veces, personas a las que no se les ha pagado… Y nosotros también lo hemos venido denunciando, hasta el punto de que UGT ha resuelto ya 15.000 quejas de las más de 20.000 que se han registrado a través de nuestra página web.

P. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, anunció el lunes diferentes propuestas para impedir el adelanto de la jubilación e incentivar su retraso. ¿Comparte esas medidas?

R. Creo que estamos hablando de humo. Me parece que en un país serio, las iniciativas de estas características se llevan a la mesa de negociación. Además, paralelamente, se habla de empeorar las condiciones de las personas que acceden a la jubilación de manera anticipada, y eso no compensa. La mayoría de la gente, hasta el 85% según nuestros datos, no se jubila antes porque quiere, sino porque no tiene empleo, y por eso no hay que castigarlas sino darles un empleo para que no se jubilen anticipadamente. Y tampoco nos parece el momento de ponerlo encima de la mesa. De hecho, ya le anuncio que nosotros no lo vamos a negociar.

Foto: Aina Vidal, diputada de Unidas Podemos. (EFE)

P. ¿Y en cuanto a los 12.000 euros al año por atrasar la jubilación voluntariamente?

R. Mire, más allá de ese caramelo de los 12.000 euros, que puede estar envenenado, hay que ver sus circunstancias y hablar este tema seriamente. Es que no es lo mismo jubilarse para un jornalero que para un abogado, y estamos hablando de una cantidad única para todos. Esto debería verse en una negociación previa, que es lo que le he planteado al Gobierno, que creo que está en una ofensiva para que entremos al trapo. Llevamos un tiempo con muchas iniciativas del Gobierno en los medios y pocas en la mesa de negociación. En este caso, me enteré de la propuesta del ministro unas horas antes.

P. El Gobierno prevé subida de impuestos en 2022. ¿Lo comparte?

R. En España hacen falta dos cosas. En primer lugar, que quienes no pagan, paguen. El fraude continúa siendo muy elevado y hay que mejorar el nivel impositivo en este país. Y, después, llevamos un tiempo viendo en España algo muy curioso: los mismos que no quieren pagar impuestos son los que se manifiestan pidiendo ayudas públicas y subvenciones. Los euros no manan de las fuentes de nuestras ciudades. Por eso, solo han podido hacer frente con éxito, y ayudas generosas durante la pandemia, aquellos países que tienen un sistema fiscal equitativo y justo desde el punto de vista de entre lo que pagamos y lo que recibimos. En ese sentido, en España aún hay un largo camino por recorrer y nosotros somos de los que creemos que un país justo es aquel que cobra más impuestos pero que no se carguen especialmente sobre las clases medias trabajadoras.

Foto: Foto: iStock.

P. ¿Usted cree que los españoles van a asumir una subida de impuestos el próximo año tras esta crisis?

R. Estoy absolutamente convencido de que los españoles lo van a entender, si el Gobierno es capaz de explicarles cuánto necesitamos para el sistema educativo o para la sanidad pública, que ha sido uno de los elementos más complejos este año derivados de los recortes drásticos en la etapa anterior. Lo que pasa es que la subida de impuestos hay que explicarla. Pero, mire, no solo lo dice UGT. Es que hasta el presidente de EEUU, Joe Biden, de un partido que no es comunista ni socialdemócrata, se está planteando esa idea. Por cierto, algunas de las empresas norteamericanas que están en España, podríamos hablar de qué hacen con nuestros datos y, si están comercializando con ellos, ¿por qué no nos pagan por ello? Es decir, hay múltiples aspectos por los que se puede abordar esta subida de impuestos.

P. La subida o bajada de impuestos se ha convertido en tema central de la campaña en Madrid y se compite también entre comunidades. ¿Qué opina?

R. Me parece un desastre, sinceramente. Creo que la base impositiva estatal tiene que tener una fortaleza que permita cubrir todas las necesidades de los ciudadanos, porque mientras Madrid pide esta bajada de impuestos, habría que ver cuánto aporta el Estado en esta comunidad desde el punto de vista de la cultura o de las infraestructuras y compararlo con su aportación en Sevilla, por poner un ejemplo. Eso lo decidirán los madrileños cuando voten.

placeholder Pepe Álvarez, junto al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y otros dirigentes sindicales, en la inauguración de la calle Nicolás Redondo. (J. A. Ortega)
Pepe Álvarez, junto al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, y otros dirigentes sindicales, en la inauguración de la calle Nicolás Redondo. (J. A. Ortega)

P. En Andalucía, preocupa especialmente el turismo, ¿cree que el Gobierno debe aprobar un plan de rescate específico?

R. Lo tenemos que hacer, porque mantener las empresas vivas y los trabajadores en ERTE son los cosas clave para que, en el mes de julio, si todo va en orden, podamos estar creando empleo y riqueza. El Gobierno, con las comunidades autónomas, tiene que hacer ese esfuerzo. De hecho, el Consejo de Ministros ya ha aprobado 8.000 millones de euros en esa dirección…

P. ¿Lo cree suficiente?

R. Es un plan fundamentalmente destinado al sector turístico, que es el más castigado y con mayor necesidad, ampliándolo al de hostelería o restauración. Y si hacen falta más recursos, habrá que ponerlos, porque no es el momento de ser cicateros: se trata de resistir en este tiempo que nos queda.

P. UGT ha pactado con la Junta de Andalucía un paquete de ayudas. ¿Se muestra satisfecho de la gestión de Juanma Moreno al frente de la pandemia en materia económica y de empleo?

R. Creo que UGT en Andalucía y su secretaria general, Carmen Castilla, han hecho un trabajo extraordinario en la actual situación, y no me duelen prendas en decir que el Gobierno de la Junta de Andalucía, con su presidente, Juanma Moreno, a la cabeza, ha sido sensible a las reivindicaciones del sindicato y de los trabajadores. Hemos conseguido un paquete muy importante de medidas pactadas entre la Junta, la patronal y los sindicatos que intenta que nadie se quede atrás.

Foto: El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (i), junto al secretario general de CCOO, Unai Sordo. (EFE)

P. UGT-A sigue a la espera de que los tribunales se pronuncien sobre algunos casos de corrupción en los que se vio envuelto (caso ERE, cursos de formación…). ¿Qué espera?

R. Deseo que la Justicia culmine cuanto antes el proceso, porque lo que está demostrado es que recuperaremos inmediatamente la confianza de la gente. En todo caso, en Andalucía, al igual que en España, estamos ya en otra fase muy distinta. Esa es una etapa del sindicato que está superada en términos políticos, porque hemos pagado con creces, y, en términos jurídicos, creo que se va a demostrar que hemos pagado mucho más de lo que debíamos. La verdad es que lo hemos pasado muy mal. Ya no estamos haciendo ni cursos de formación, y es una pena porque en muchas empresas nos lo demandan, pero preferimos no entrar en ello.

Foto: Francisco Fernández Sevilla. (EFE)

P. Usted se presenta a la reelección en el congreso del próximo mes. ¿Por qué? ¿Qué ha hecho y qué le queda por hacer?

R. Hay un motivo central, y es que en cinco años hemos tenido tres elecciones generales, tres gobiernos y una pandemia mundial, y prácticamente estamos, en muchas cosas, como hace cinco años. La UGT tiene que aportar a la sociedad la experiencia, el conocimiento del equipo de dirección, y creo que hay que continuar con la marcha que teníamos porque así podremos solventar alguno de los problemas que planteamos en el anterior congreso. Como dice nuestro lema, #AhoraSiToca.

P. ¿Habrá candidatura alternativa?

R. En estos momentos, la perspectiva es que haya una candidatura única, aunque no sería un problema que hubiera otra. De hecho, al contrario, permite el debate y que salgan adelante más compromisos.

P. Permítame una pregunta personal, ¿se ha vacunado?

R. Me he vacunado hace unos días, cuando me tocaba, en el tramo entre 60 y 65 años, con la primera dosis de AstraZeneca.

P. ¿Se lo ha tenido que pensar?

R. No, y animo a la gente a que se vacune con esta o con cualquiera de las aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento, porque está garantizada su eficacia y los efectos secundarios son mínimos. En mi caso, pasar la noche con un poco de fiebre. Pero hay que ser muy serios con ese tema que nos puede salvar la vida.

El secretario general de UGT asistió ayer en Sevilla a la inauguración de la calle Nicolás Redondo, mientras calienta motores para las movilizaciones del 1 de mayo, que pretenden reactivar el sindicato, y también prepara su campaña para la reelección en el congreso que se celebrará de los días 18 a 20 de mayo.

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