Junts apunta a una legislatura tensa: "No formamos parte de ningún bloque español"

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El debate de investidura era el de Alberto Núñez Feijóo, pero el gran asunto del día en el Congreso fue la amnistía. Pedro Sánchez lo rehuyó de todas las formas posibles. No dio la réplica para evitar que Feijóo, que le dedicó 20 minutos de su discurso, lo abordara. Pero los intentos de orillar el tema sobre el que pivota toda la discusión política en España no sirvieron de nada. Con el turno de ERC y Junts, el asunto explotó. No porque los portavoces independentistas, Gabriel Rufián y Míriam Nogueras, lo debatieran con el candidato popular, sino porque aprovecharon sus turnos para lanzar mensajes a Sánchez. Fueron advertencias claras, pero ambos, en todo momento, dieron por hecho que habrá una amnistía, a falta solo de concretar los detalles.

La portavoz de Junts repitió las condiciones expuestas por Carles Puigdemont desde Bruselas, aunque en un tono bastante conciliador, inconcebible hace unos meses, y defendió como el expresidente la consecución de un "compromiso histórico". Señaló que aún no se dan las condiciones, pero sí que existe un "interés" por parte de Sánchez. "No hablamos de un parche para sacar adelante la legislatura". Porque sobre eso, precisamente, no ofreció ninguna garantía. A pesar de que el PSOE apunta a una negociación que alumbre cuatro años de Gobierno de coalición, Nogueras enfrió sus expectativas. "No formamos parte de ningún bloque español. Ni lo formaba [JxCAT], ni lo formará, haya o no haya investidura", avisó. Un aviso que puede frustrar el deseo del PSOE de una legislatura estable porque el apoyo de Junts es fundamental en cada votación que se celebre en el Congreso.

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Los socialistas mantienen en absoluto secreto el contenido de sus conversaciones con Junts y no confirman si están negociando también el respaldo a los presupuestos. Pero el mensaje que lanza el Ministerio de Hacienda es que están trabajando ya en la elaboración de las cuentas del próximo año, dando así por seguro que tendrán el apoyo, indispensable, por otra parte, del bloque independentista-progresista.

Rufián pide votar

Pese a que las exigencias del expresident siguen sobre la mesa —reconocer todos los elementos del conflicto, admitir la legitimidad democrática del 1-O, el abandono de la vía judicial y un mediador para garantizar el cumplimiento del acuerdo—, fue el portavoz de ERC quien subió este martes la apuesta. "O la amnistía contempla una salida para que Cataluña vote su estatus jurídico o servirá de poco". Un recado directo para Sánchez, que enlazaba con la reclamación previa, del president de la Generalitat, Pere Aragonès, que, en el debate de política general en el Parlament, afirmó que es el momento de arrancar a Sánchez el compromiso del referéndum.

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Según Rufián, "la amnistía por los hechos del 1-O debe sentar las bases de un nuevo 1-O", porque, destacó, "las democracias también se equivocan". El portavoz de ERC apeló a una solución "multilateral" porque, dijo, "el conflicto es tan enorme" que será europeo, nacional e internacional. "Debería ser una razón de Estado", reclamó. "Nosotros fuimos a unas elecciones con la amnistía, la democracia se mide por el grado de tolerancia de sus derechas y la valentía de sus izquierdas", añadió. En este punto, la investidura de Feijóo ha sido un sucedáneo de las negociaciones para la continuidad de Sánchez. Las señales que este martes han ofrecido los independentistas son que, pese a las peticiones de máximos, todo discurre por el carril que persigue el presidente en funciones. Una nueva votación en la Cámara "cuanto antes", con la concesión previa de amnistiar los delitos vinculados a los hechos del procés.

Feijóo no renuncia a Junts

Y eso que, pese a ser consciente de que fracasará, Feijóo hizo una nueva aproximación a Junts y al PNV. Con ERC no muestra el mismo interés, más allá de emplazarle a que en Cataluña se pueda pasar página y que la conversación política gire en torno a otros temas. Pero con el partido de Puigdemont y el de Andoni Ortuzar, el candidato popular prosiguió su lento cortejo. "Soy un presidente de fiar", les transmitió en su primer discurso. "¿Les han votado a ustedes para que se aplique la política económica de Podemos?", les preguntó, para poner en evidencia que son formaciones de centroderecha.

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Este recurso lo volvió a utilizar en el debate con Míriam Nogueras, a quien recordó constantemente los fundamentos ideológicos de la antigua Convergència. A Feijóo este intento de acercamiento no le sirvió de nada. A expensas de saber si en el futuro, con la legislatura ya en marcha, se produce algún entendimiento, la portavoz de Junts le cerró todas las puertas. Porque la realidad en Cataluña "es más compleja" y el PP parece no entenderla, explicó. "Mientras dependa de nosotros, el futuro de Cataluña no lo van a decidir ni usted, ni Aznar, ni Felipe González, ni todos los zombis de la Transición".

Junts no olvida la recogida de firmas contra el Estatut, por más que el presidente popular asegure que el PP no es un partido anticatalán. "Cataluña, como toda España, tendrá al Partido Popular porque trabajamos por los intereses de toda España y, por tanto, de toda Cataluña. Estoy convencido de que hay una mayoría de catalanes que creen que se debe hablar de otras cosas. Les pido que hablemos de los ciudadanos de Cataluña". El debate acabó, pero no hubo respuesta.