Sumar se queda solo en defensa de la amnistía con Díaz también silente

El PSOE ha dejado solo a Sumar en su defensa de la ley de amnistía a los involucrados en el procés que reclaman los partidos independentistas a cambio de los votos que permitirían a Pedro Sánchez revalidar La Moncloa. Óscar Puente, exalcalde de Valladolid y portavoz socialista sobre la tribuna, ha evitado pronunciar esta palabra una sola vez en su intervención inicial, de casi 40 minutos. La primera jornada del pleno de investidura de Alberto Núñez Feijóo, que previsiblemente no tendrá los apoyos para convertirse en presidente, se ha saldado con Yolanda Díaz asistiendo al debate desde su escaño en la bancada azul, sin intervenir, delegando en tres de sus portavoces, mientras Podemos le afeaba que le hubiera dejado al margen.

Y con el candidato metiendo el dedo en la llaga de la "división" y la "degradación" de la izquierda, aludiendo a la enemistad de Díaz con Pablo Iglesias, y acusando a Sánchez de escudarse en Irene Montero tras las rebajas de penas a delincuentes sexuales en aplicación de la ley del sí es sí. Feijóo llegó a recitar los nombres de la quincena de formaciones que integran la coalición que lidera Díaz, para afirmar que son "una amalgama de partidos" a los que, "cuanto más se les conoce, menos gente les vota". "El grupo mixto plus Sumar", apostillaba. Sobre la tribuna, la portavoz titular, Marta Lois, intentaba vender las bondades de la amnistía, y en la réplica llegaban en su defensa Enrique Santiago (IU) y Aina Vidal (Comunes). Los morados no estaban, pero no tardaron en salir a los pasillos de la Cámara Baja a reivindicar su espacio, y a afear a la dirección de la que forman parte de apostar por una estrategia de "comparsa" del bipartidismo.

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El papel jugado por Díaz, que peleó por los focos durante la moción de censura fallida de Ramón Tamames (Vox), cuando ni siquiera había anunciado su intención de ser la candidata de la izquierda a la izquierda del PSOE, fue radicalmente distinto en esta primera jornada. Desde Sumar explicaban durante la mañana que Díaz tenía ganas de dar "el debate que no dio en campaña", cuando Feijóo sólo accedió a un único duelo, con Sánchez. Sin embargo, y aunque había dudas de si debía o no marcar perfil propio, finalmente mantuvieron su decisión de intervenir sólo si lo hacía el presidente el funciones.

Delegó en Lois, cuyo desempeño evitaban valorar sus propios compañeros de filas, y que no tuvo ocasión de responder a los dardos de Feijóo, porque fueron Santiago y Vidal quienes tomaron la palabra. "Usted no es moderado o radical, usted es una mentira permanente"; "usted acaba aquí su viaje a ninguna parte", esgrimía Lois, intercalando frases en gallego y en castellano. "Viaje a ninguna parte, es decir, ¿al espacio?", arrancaba el líder del PP, ironizando sobre un reciente discurso de Díaz. La jefa de filas de Sumar siguió la réplica del candidato a su portavoz con rostro serio, como la mayoría de sus compañeros de filas. En el PP aseguraban poco después que su líder no pudo cargar contra Sánchez, pero la portavoz de Sumar sí fue el blanco de todos sus dardos.

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Santiago defendía que la amnistía "no despenaliza", y acusaba al PP de representar "la mentira, la corrupción, la pobreza, la desigualdad y la confrontación". Poco después, Vidal se esforzaba por retratar a Feijóo aislado, con Vox como "único apoyo". "Ustedes no han renunciado a nada, porque ustedes no tienen nada". "Todos sabemos que usted va a pasar por la suerte de Pablo Casado", vaticinó.

En paralelo, Podemos criticaba su exclusión en el turno de su grupo, y su secretaria general y ministra de Derechos Sociales en funciones, Ione Belarra, tomaba la palabra a primera hora de la mañana para afirmar que desde Sumar no les habían dado ninguna explicación al respecto. Santiago, a diferencia de Vidal, no tiene el rango de portavoz adjunto. Al filo de las 19.30 horas, el diputado Javier Sánchez Serna salía a los pasillos de la Cámara a afear que al debate le faltó "ambición", que fue "bipartidista", y para reclamar "un Gobierno con ambición". "Se ha echado en falta la voz de Podemos", zanjó. El llamamiento de los morados sobre la necesidad de "marcar más autonomía" respecto al PSOE, para no acabar "convertidos en comparsas del bipartidismo", era una enmienda de totalidad a la estrategia de Díaz.