Sánchez revienta la investidura de Feijóo al delegar en Óscar Puente la réplica

El PSOE ha elegido al diputado raso y exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, para responder a Alberto Núñez Feijóo en su turno de réplica. Los socialistas habían mantenido la incógnita sobre si intervendría Pedro Sánchez para, finalmente, optar por minusvalorar el debate. La elección de Puente, con un tono duro y mitinero, prescindiendo incluso del portavoz Patxi López, revela la intención del PSOE de rebajar la importancia de la investidura de Feijóo y ahondar en que está fracasada de antemano. Según fuentes de Ferraz, Sánchez solo intervendrá en su investidura, a la espera recibir el encargo del Rey si se consuma el fracaso de Feijóo.

El motivo de su elección, argumentan, se centra en "poner frente al espejo todas las contradicciones del líder del PP". "De ganador a ganador", como subrayó Puente en el arranque de intervención, ya que el diputado fue desalojado de la alcaldía de Valladolid, pese a ganar las elecciones, por un pacto de gobierno entre PP y Vox. "El castillo de naipes de la argumentación del PP cae sin remedio", inciden las mismas fuentes socialistas. Con esta decisión, Sánchez esquiva el cara a cara con Feijóo y evita manifestarse sobre la amnistía y la negociación con Junts. "Por eso no se ha atrevido a hablar, para no hablar de la amnistía", censuraba el propio líder del PP.

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La elección de Puente para dar la réplica a Feijóo ha derivado en un enorme cabreo en las filas del PP, que ha canalizado el propio candidato a la Presidencia del Gobierno durante su turno de réplica. “No voy a participar en el club de la comedia”, respondió Feijóo, lo que provocó los primeros aplausos y carcajadas en la bancada popular. "Ver a un primer ministro europeo en funciones y a todo un Gobierno poniéndose en pie después de este discurso es lamentable", incidía el líder popular, que ignoró al exalcalde de Valladolid y volvió a dirigirse a su homólogo socialista. "Señor Sánchez, usted me pedía seis debates durante la campaña de las elecciones generales. ¿Y ahora no es capaz de hacer el segundo?", lanzaba.

La ironía del candidato popular levantó de sus asientos a la bancada del PP al completo, hasta el punto de que la presidenta de la Cámara, Francina Armengol, se vio obligada a detener el pleno y llamar al orden a sus señorías. "¡Esto no es un patio de colegio!", reprendió la dirigente, entre gritos de "¡cobarde!" y "¡fuera, fuera!", además de patadas y golpes por parte de los diputados del PP. "Hoy el PSOE ha llegado al cénit de su desprestigio como partido histórico de la democracia española", retomó Feijóo tras la interrupción. "Han venido a insidiarme, a calumniarme, y comprenderá que después de 30 años de servicio público no necesito su aprobado", continuaba, en este caso en alusión directa a Puente. "Hemos mantenido el tipo, pero la dinámica nacional nos ha arrollado".

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Durante su intervención, Puente ha retomado el tono agrio y sarcástico que lo acompañó ya en su breve paso por la portavocía de Ferraz tras ganar Pedro Sánchez las primarias de 2017. Tras recordar que fue el más votado en las elecciones municipales, tildó de "inconstitucional" el discurso de Feijóo para recordar que el artículo 99 establece que "será presidente quien obtenga mayoría absoluta en primera votación o mayoría simple en segunda". "Tienen que gobernar cuando son la lista más votada y cuando no lo son también", denunció.

Sobre los grandes pactos de Estado ofrecidos por Feijóo, el diputado socialista los rechazó y hasta calificó a PSOE y PP como "antagonistas". "Ustedes son partidarios de bajar los impuestos a las grandes fortunas, nosotros de subirlos. Si le permitimos gobernar en contra de bajar impuestos, ¿también los tenemos que apoyar?", se preguntó. Cerrada la vía a cualquier posibilidad de acuerdo y contrargumentadas las razones de Feijóo para presentarse pese a no contar con los apoyos suficientes, el diputado por Valladolid sacó la artillería para poner en duda el liderazgo de Feijóo entre sus propias filas. "No tiene apoyos y pronto los tendrá para seguir presidiendo su partido". En esta línea, en referencia a barones de su partido, espetó que "usted no venía a mandar, sino a obedecer".

Las protestas en la bancada conservadora por el tono de la intervención se multiplicaron cuando Puente hizo referencia al PP gallego, "esa gran familia retratada en Fariña". Acto seguido mencionó que Feijóo trató de "esconder su estrecha amistad con un narco", en referencia a Marcial Dorado. Una relación, continuó, "cultivada durante ocho años, que se sepa, en los que ostentaba responsabilidades públicas al mismo tiempo y cuando esa amistad quedó al descubierto trató de hacer creer a toda España que no sabía lo que sabía toda España y Galicia". En esta parte de su réplica, las airadas protestas de los diputados del grupo popular obligaron a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, a realizar hasta dos llamadas al orden.

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"Sánchez utiliza de escudero al exalcalde de Valladolid para no enfrentarse a Feijóo y evitar volver a perder un nuevo debate como el que le causó el presidente del PP en la última campaña electoral y ahorrarse, así, una nueva humillación". La intervención de Óscar Puente ha levantado ampollas en el PP, tanto en público como en privado. En las filas populares denuncian las "formas" empleadas por el dirigente socialista, que ha exhibido el "perfil más radical" del PSOE. "Sánchez no sólo ha despreciado el correcto y educado parlamentarismo que ha existido en España, sino que también ha despreciado a todos los votantes españoles. ¿Se puede caer más bajo", se preguntan en Génova.

La maniobra del PSOE ha eclipsado, en parte, el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo. Incluso durante su réplica a Santiago Abascal, el candidato popular ha desgranado una enmienda a la totalidad a la intervención de Óscar Puente, lo que a su juicio es una "anomalía democrática sin precedentes". Distintos dirigentes populares han elevado la voz en redes sociales, calificando al exalcalde de Valladolid de "bombero torero", como ha sido el caso de Rafael Hernando; "quinqui", en palabras de Alejandro Fernández; o denunciando sus "formas de matón", como ha expresado Javier Campoy. Isabel Díaz Ayuso, que ya se ha ausentado del Congreso por "reuniones de trabajo", también ha incendido el debate en redes sociales. "Lo grave no es el ridículo del PSOE y la cobardía de Sánchez: lo fatal es que queda claro que para gobernar con separatistas y etarras, Sánchez comienza destruyendo el Congreso de los Diputados".

El Gobierno ha querido asumir la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo con total tranquilidad y celebrando que dos meses después de las elecciones llegue su turno. Tras tildar la investidura como fake, fuentes de la Moncloa iban un paso más allá ya esta mañana para señalar que, más que un pleno de investidura, la sesión de este martes "se parece a una moción de censura". Esto es, un candidato que visibiliza su papel de oposición en lugar de optar a la presidencia del Gobierno. "Ellos en las calles, nosotros en el Gobierno", concluía la portavoz del PSOE y ministra de Educación en funciones, Pilar Alegría, dando cuenta de su determinación a formar un nuevo Ejecutivo poco después de que termine el turno de Feijóo, el próximo viernes. Esta consigna era precedida, al borde de que arrancara el pleno, por los vítores al candidato, a las puertas de la Cámara Baja.

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El candidato cuenta con 172 votos, los mismos que tenía atados hace un mes, y los socios de la coalición en funciones llevan semanas ninguneándolo, reprochándole que acuda a la investidura sin tener opciones. Ya en la Cámara, la consigna pasaba por no alimentar el relato de un "día histórico" que pretendían trasladar desde el PP. Tanto es así que, desde las filas socialistas, tildaban que Feijóo acuda arropado por buena parte de los presidentes autonómicos del PP como una "muestra de debilidad". Su liderazgo, añadían, está lastrado por una "falta de autonomía".

El ahora diputado socialista, que formó parte del primer núcleo duro de Sánchez tras recuperar la secretaría general en 2017, defendió la unidad interna en su partido ante las voces críticas desde la vieja guardia del partido. "Pierda toda esperanza de quebrar a este PSOE", lanzó a Feijóo mencionando las apelaciones al transfuguismo, para defender que el partido ya se blindó "hace años contra injerencias externas" porque "este PSOE es de sus militantes". Obtener la ratificación de las bases es uno de los principales para encuadrar el rechazo de una parte de los históricos del partido fuera del sentir mayoritario de la organización. La consulta a la militancia, "obligatoria y vinculante", se estableció en el 39º Congreso Federal, celebrado en 2017, para "los acuerdos de gobierno en los que sea parte el PSOE, sobre el sentido del voto en sesiones de investidura que supongan facilitar el Ejecutivo a otro partido político y para decidir, en su caso, la revocación de los/as secretarios/as generales".