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Feijóo moviliza a toda su estructura territorial en busca de un triunfo rotundo en Europa
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PLEBISCITO NACIONAL

Feijóo moviliza a toda su estructura territorial en busca de un triunfo rotundo en Europa

Génova llama a filas hasta al último alcalde para "concienciar" sobre la importancia de la cita europea. El líder del PP necesita una victoria clara frente a Sánchez para validar su estrategia de oposición y espantar una crisis interna

Foto: Feijóo junto a la Dolors Montserrat. (Glòria Sánchez/Europa Press)
Feijóo junto a la Dolors Montserrat. (Glòria Sánchez/Europa Press)
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"Tenemos que ganar. Todos nosotros, desde el Congreso y el Senado. Los equipos de la dirección nacional. Los presidentes autonómicos. Los alcaldes de cada localidad, por muy pequeño que sea el ayuntamiento. Tenemos que ganar juntos". El mensaje que Alberto Núñez Feijóo lanzó el pasado martes durante una reunión con los grupos parlamentarios ha calado hondo en las entrañas del Partido Popular. Las delegaciones territoriales de la formación han comenzado a engrasar su maquinaria electoral para unas nuevas elecciones de carácter nacional en las que Feijóo se juega el tipo.

El líder del PP sabe que la movilización es un factor capital en su nueva cruzada contra Sánchez. Activar a su electorado es una de las tareas más complicadas de cara a unos comicios en los que la ciudadanía suele mostrar un interés más reducido, acuciado por el hastío ante las continuas llamadas a las urnas en los últimos meses. Y toda ayuda es poca, rezan en Génova, si el partido quiere demostrar que la ciudadanía no solo avala su labor de oposición, sino que rechaza de forma mayoritaria tanto la política de pactos de Sánchez y su gestión al frente del Ejecutivo, que se cimentó en un acuerdo con Junts a cambio de tramitar la ley de amnistía y un rosario de cesiones al separatismo.

"Tenemos que movilizar, asumir la importancia de estas elecciones y transmitir a los españoles que nos jugamos mucho. Hay que concienciar a todos los que quieren detener este atropello", incidió el líder del PP, mientras el partido tomaba nota. Al día siguiente, Feijóo viajó a Galicia para tomar dos días de descanso y coger fuerzas ante la intensa recta final del ciclo electoral. Desde varias autonomías populares aseguran que ya están "en marcha", preparando los comités de campaña a nivel regional y provincial, y el calendario de actos con el que esperan trasladar la marea azul autonómica y municipal a las instituciones europeas.

Foto: La vicepresidenta portavoz del PPE, Dolors Montserrat (Europa Press)

La orden que han recibido es que la movilización debe ser "total". Génova creó hace un par de semanas un comité de campaña nacional dirigido por Esteban González Pons y compuesto por un equipo similar al que Feijóo encargó la caravana de las generales de julio. El cónclave se reúne cada viernes desde su constitución, y cuenta con 17 asientos para los representantes de cada comunidad, además de las dos ciudades autónomas. Por ejemplo, Alfonso Serrano, número dos de Ayuso, acude en representación de la Comunidad de Madrid, igual que el secretario general del PP de Andalucía, Antonio Repullo y casi una veintena de cargos regionales.

"La realidad es que todos nos examinamos en estas elecciones", comenta un líder autonómico, que da cuenta de la "presión" que llega estos días desde el 13 de Génova y que se extiende por todo el territorio. Aunque Dolors Montserrat figurará en la lista del PP como número uno de la candidatura, lo cierto es que el candidato in pectore de los comicios será el propio Feijóo. El líder popular lleva meses agitando la idea de que "España merece otro presidente", sobre todo tras el último golpe de efecto de Sánchez y el episodio de su periodo de reflexión por la investigación abierta contra su mujer. Las urnas europeas decidirán si lleva o no razón.

Feijóo no solo necesita ganar, sino que requiere de un triunfo rotundo frente al PSOE si quiere dar por validada su batalla contra la ley de amnistía —denunciada precisamente ante las instituciones comunitarias—, su oposición contra las alianzas con el independentismo y su denuncia frente a los "ataques al Estado de Derecho" de Sánchez, ahora aliñados con los tambores de una hipotética reforma judicial que relegue al PP de la renovación del CGPJ o de iniciativas para definir posibles límites a la libertad de prensa. Si no consigue una victoria clara, los tambores de una crisis interna comenzarán a resonar.

Foto: Teresa Ribera y Carlos Mazón, en un encuentro el pasado mes de febrero. (GVA) Opinión

Las encuestas pronostican una victoria cómoda del PP el próximo 9 de junio, hasta el punto de multiplicar por dos los 12 parlamentarios que logró en la convocatoria de 2019. Pero en Génova insisten en no mirar los sondeos y estar preparados para "cualquier escenario". En los últimos días, ha planeado en las filas de los populares cierta inquietud por los efectos que pueda tener la última maniobra de Sánchez en las elecciones europeas. Dan por hecho que el PSC logrará movilizar a sus electores en Cataluña y que se alzará por la victoria. Pero temen que ese esquema se repita en Europa, que Sánchez aguante y su victoria se tambalee.

El PP aspira a engullir a Ciudadanos, morder la tarta de Vox y convencer a los votantes socialistas descontentos con la "deriva" de Sánchez. Si lo consigue, entienden en Génova, el mandato del jefe del Ejecutivo y su propia credibilidad recibirán un duro golpe, tanto en España como en Europa. La máxima será, de nuevo, la llamada a "concentrar el voto" en "la única alternativa posible", en un claro mensaje a los votantes que siguen apostando por la marca de los de Santiago Abascal. "Todo lo demás es dividir y, a consecuencia, facilitar que se queden los que se tienen que ir".

Más allá de los actos y discurso propios de campaña, que arrancarán en paralelo a la recta final de las catalanas, Feijóo anunció también esta semana que el PP volvería a la calle para replicar las multitudinarias movilizaciones de otoño contra la amnistía. Génova aún no tiene claro si las impulsará antes o después de las europeas, pero sí tiene previsto mantener el despliegue provincial para presentar sus iniciativas y reformas ante el inminente cierre de la actividad legislativa en el Congreso por la proximidad de la época estival y las continuas citas electorales.

Foto: Feijóo junto a Gamarra y Dolors Montserrat. (EFE/Enric Fontcuberta)

El pistoletazo de salida a la carrera europea arrancó este mismo viernes con la publicación definitiva de las listas. No hubo sorpresas con el liderazgo de Dolors Montserrat, aunque Feijóo sí hizo cambios respecto a 2019. Esteban González Pons cayó del segundo al cuarto puesto, en favor de Carmen Crespo y Alma Ezcurra, ambas cercanas a Moreno y Ayuso, respectivamente.

Salvo José Manuel García-Margallo, repiten en distintos puestos eurodiputados 'clásicos' como Javier Zarzalejos, Rosa Estarás, Isabel Benjumea o Antonio López Istúriz, pero incorpora en puestos de salida a perfiles profesionales como el de Fernando Navarrete, exjefe de gabinete de Pablo Hernández de Cos en el Banco de España; o ex de Ciudadanos, como Adrián Vázquez o Susana Solís. El líder del PP ha repartido juego en la lista europea entre sus distintos territorios, lo que potencia la movilización que se espera en las próximas semanas.

"Tenemos que ganar. Todos nosotros, desde el Congreso y el Senado. Los equipos de la dirección nacional. Los presidentes autonómicos. Los alcaldes de cada localidad, por muy pequeño que sea el ayuntamiento. Tenemos que ganar juntos". El mensaje que Alberto Núñez Feijóo lanzó el pasado martes durante una reunión con los grupos parlamentarios ha calado hondo en las entrañas del Partido Popular. Las delegaciones territoriales de la formación han comenzado a engrasar su maquinaria electoral para unas nuevas elecciones de carácter nacional en las que Feijóo se juega el tipo.

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