Sánchez carga contra la investidura "fake" de Feijóo y pide paso a la "España progresista"

Pedro Sánchez se ha centrado en deslegitimar la investidura "fake" de Alberto Núñez Feijóo por ser "un camino a ninguna a parte" y se ha reivindicado como el único capaz de articular una mayoría de Gobierno. En un acto político en Málaga celebrado este sábado para inaugurar el curso político, que según la organización congregó a 1.500 militantes y simpatizantes, el líder de los socialistas ha exigido "respeto para la España progresista que quiere ser escuchada y merece estar representada" en base a los resultados del pasado 23-J. Unos resultados que interpretó como el rechazo a un PP, dijo, cuyo problema es que "ha asimilado todas las políticas de Vox".

Frente a la propuesta de Feijóo de una legislatura de dos años con pactos de Estado con los socialistas que alejan la dependencia de los extremos políticos, Sánchez ironizó con la contrapropuesta de cuatro años bajo su mandato para avanzar en derechos sociales y volvió a ofrecer que, "sea quien sea presidente", se comprometa a renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) antes de final de año. Sánchez sintetizó algunos de sus ejes programáticos para una hipotética reedición de su Gobierno, como la reindustrialización o la "dignidad salarial y laboral", con el objetivo de situar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en el 60% del salario medio. Para ello se blindarían por ley las correspondientes subidas automáticas modificando el Estatuto de los Trabajadores. La cifra del 60% del salario medio para fijar el SMI fue la que se comprometió en el programa de legislatura del actual gobierno de coalición, hasta situarlo actualmente en 1.080 euros en 14 pagas.

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Sobre el debate territorial que exigen sus potenciales socios del bloque nacionalista e independentista para permitir su investidura, el jefe del Ejecutivo en funciones se limitó a defender el "diálogo entre territorios" con el objetivo de mejorar la "convivencia". El feminismo ha sido una de las reivindicaciones más presentes en su discurso, aludiendo al conflicto con el presidente de la RFEF, Luis Rubiales: "Las jugadoras de la selección y la sociedad han dicho se acabó. Con todas las consecuencias, también para los dirigentes que se han visto involucrados en estos lamentables sucesos".

La "lección de igualdad de los últimos días" la situó en un proceso "imparable de las mujeres que han decidido no volver a someterse nunca más a los hombres, a sus novios, a sus maridos, a sus jefes, a presidentes de federaciones deportivas o al Sursum corda. Se acabó". Una posición que lanza horas después de que el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) transmitiese al Consejo Superior de Deportes (CSD) su decisión de calificar las acciones de Rubiales como "falta grave", en lugar de muy grave, como solicitaba el Gobierno, para poder inhabilitar presidente de la RFEF de manera temporal.

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El acto celebrado en Málaga sirvió para reivindicar como un "triunfo" las elecciones del 23-J, lanzarse golpes de pecho por "la buena campaña hecha" y, sobre todo, deslegitimar la investidura "fake" de Alberto Núñez Feijóo y despejar dudas de que solo Sánchez será capaz de armar una mayoría progresista. "El presidente ha entendido el encargo" de las urnas, incidió la vicesecretaria general y ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, para "articular una España diversa, plural y de avance para el futuro".

Sánchez recalcó que Feijóo "está haciendo perder el tiempo a España solo para comprar tiempo en el PP", dejando caer que busca salvar su liderazgo en Génova. El secretario general del partido en Málaga, Daniel Pérez, fue más allá en su intervención y aseguró que Feijóo "es un líder amortizado, para el país, pero sobre todo para España", para añadir que "hay quien ya corre la banda en el PP para ver quién le quita el puesto".

Opinión

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El PSOE ha aprovechado la apertura del curso político en Andalucía, también, para despejar dudas sobre la continuidad del secretario general, Juan Espadas, al frente de esta federación y lanzarlo ya como candidato a las próximas elecciones, previstas para 2026. "Voy a estar mucho en Andalucía", vaticinó Sánchez, para cerrar su intervención con el mensaje de que "vamos a apostarlo todo al rojo", como en las pasadas elecciones generales, "para que el próximo presidente de la Junta sea Juan Espadas".

Tanto la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero, como el secretario general del partido en Málaga, Daniel Pérez, situaron también a Espadas como próximo candidato del partido para desbancar al popular Juanma Moreno Bonilla en los próximos comicios para los que todavía restan tres años. "Juan [Espadas], vamos a por ellos, todos detrás de ti", remarcó tras reclamar que se debería reforzar el trabajo de los socialistas para que líder de los socialistas andaluces "sea el próximo presidente de la Junta de Andalucía".

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El propio Espadas recogió el guante y aseguró que "la remontada del 23-J" será su hoja de ruta para "continuar aquí los tres años que quedan para recuperar el gobierno de Andalucía". Como si del pistoletazo de salida de una precampaña se tratase, el líder de los socialistas andaluces se miró en el espejo del "Gobierno de progreso de España" para asegurar que "ese proyecto se presenta a las próximas elecciones autonómicas aquí". Cargado de elogios hacia el presidente del Gobierno en funciones, y subrayando que la federación andaluza trabajará "codo con codo" con Ferraz, defendió que Sánchez debe gobernar porque su partido "es el que más se parece a España".

El líder de los socialistas adelantó anoche su desplazamiento para asistir al festival internacional de música indie Cala Mijas. Con su asistencia, según fuentes del PSOE, el presidente del Gobierno en funciones ha querido "respaldar el impulso cultural y económico que produce la organización de festivales en nuestro país, además de subrayar el apoyo del Gobierno de España a estos eventos".