El PSOE andaluz blinda a Espadas y evita el debate sobre su liderazgo

El PSOE de Andalucía vivió el 23-J su derrota más dulce. La movilización de sus votantes, la mayor desde la caída de Susana Díaz, evitó que el PP se acercara a los 30 escaños —se quedó en 25— y fue clave para evitar la mayoría de la derecha. Sin embargo, constató que el análisis de los últimos traspiés electorales era erróneo: el problema no era (solo) Pedro Sánchez. Y entre las consecuencias que deja el resultado de las generales, está el balón de oxígeno que ha recibido el líder de la mayor federación del partido, Juan Espadas, que fue aupado por el propio Sánchez para desalojar a Díaz e intentar, sin éxito, disputar la Junta a Juanma Moreno.

Hace apenas dos meses, el PSOE andaluz había perdido ciudades importantes y con alcaldes bien valorados, como es el caso de Sevilla, además de varias diputaciones provinciales. Entonces, el secretario general del PSOE andaluz señaló en una entrevista en 7TV "la estrategia de acoso y derribo" a Pedro Sánchez, el antisanchismo, para explicar los malos resultados en las elecciones municipales. Era su segunda gran derrota: solo unos meses antes, el PP había logrado la mayoría absoluta de Juanma Moreno en las andaluzas.

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De momento, Espadas gana tiempo ante quienes lo veían ya en la casilla de salida y miraban a posibles sustitutos, como María Jesús Montero, clave en la campaña electoral de estas generales, o Lina Gálvez. Su liderazgo, de momento, “no está en juego”, según ha manifestado este miércoles la portavoz del Grupo Socialista, Ángeles Ferriz, quien ha evitado el debate sobre un posible relevo en el PSOE andaluz. Y este posicionamiento lo comparten en Ferraz, donde también consideran que la derrota dulce del pasado 23-J da a Espadas una oportunidad.

Para la dirección actual, los resultados del domingo constatan “el trabajo desarrollado a lo largo de este año” y prueban que el PSOE andaluz “va en la dirección correcta”. “En las andaluzas, no tuvimos tiempo y los ciudadanos dieron su confianza a otro partido”, expuso el secretario general de los socialistas, Juan Espadas, en la Comisión Ejecutiva Regional del partido. Su postura es que las elecciones autonómicas le llegaron demasiado pronto y ahora, con las generales, ha empezado "un ciclo distinto". Ahora, apunta, es cuando su labor de oposición comenzará a dar frutos.

En Ferraz, consideran que los resultados del 23-J otorgan a Espadas una nueva oportunidad

El líder del actual PSOE andaluz, quien se impuso a Susana Díaz en las primarias hace ahora dos años, pretende reeditar su particular manual de resistencia. Perdedor en las elecciones de 2011, pasó cuatro años en la oposición del Ayuntamiento de Sevilla para hacerse con la alcaldía en 2015 y 2019. Y ese es el plan que, siempre que le preguntan, asegura que aplicará en el Parlamento de Andalucía. A pesar de las enormes diferencias que hay entre el ayuntamiento hispalense y el tablero andaluz. Y entre Juanma Moreno y el entonces alcalde, Juan Ignacio Zoido.

Su principal aval es que los resultados van a más. Este domingo, el PSOE quedó lejos del suelo electoral en las andaluzas del pasado año, cuando bajó de los 900.000 votos. El resultado, admiten fuentes socialistas, le da tranquilidad después de un carrusel de elecciones que comenzó con las primarias que ganó a Susana Díaz en 2021. Pero al mismo tiempo, el dato del 23-J, con 600.000 votos más que hace un año, evidencia el contraste con las últimas andaluzas y es inevitable preguntarse si es precisamente la figura de Espadas la que no insufla suficiente aire a la mayor federación del partido.