El PSOE andaluz culmina el cambio tras Susana Díaz y ya tiene un nuevo hombre fuerte

En el mitin de apertura de campaña de las elecciones municipales, hubo alguien que destacó por encima del propio Pedro Sánchez. Y eso que el presidente estaba recién salido del avión que lo llevó a Sevilla desde Washington DC, donde horas antes se había reunido con Joe Biden. "Estamos en el corazón del PSOE", dijo, casi a voz en grito, en un alarde de capacidad de mitinear, Javier Fernández de los Ríos, el nuevo hombre fuerte de un PSOE andaluz en horas bajas. Alcalde de la localidad sevillana La Rinconada desde 2007, revalidó su mayoría absoluta el pasado 28-M y será desde este viernes el presidente de la Diputación de Sevilla y, por lo tanto, la principal figura institucional de los socialistas andaluces.

A sus 50 años, Fernández de los Ríos culminará este viernes la transición definitiva del PSOE andaluz de Susana Díaz al de Juan Espadas, a pesar de que ya hay voces dentro del partido que lanzan críticas a la actual dirección. Su ascenso es un ejemplo perfecto de esa sustitución del poder en la mayor federación del PSOE. Se convirtió en el líder de los socialistas sevillanos en noviembre de 2021. Sustituyó entonces a Verónica Pérez, que fue mujer de confianza de la trianera y la presidenta del Comité Federal —"la máxima autoridad en el PSOE soy yo"— que defenestró a Pedro Sánchez el 1 de octubre de 2016. Ahora hereda el cargo de Fernando Rodríguez Villalobos, histórico presidente de la institución provincial y uno de los principales apoyos de Díaz durante sus años en la primera línea política.

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La relevancia que adquiere Fernández de los Ríos se sustenta también en datos electorales. En las andaluzas del pasado 19 de junio, La Rinconada fue la única localidad de más de 20.000 habitantes donde el PSOE se impuso al PP, aupado por el tsunami de la mayoría de Juanma Moreno. Un año después, en las municipales, el regidor mejoró sus números en esta localidad, que tiene una población de 39.000 personas y se ha convertido en uno de los polos de poder socialista en Sevilla, junto con los bastiones históricos de Alcalá de Guadaíra y Dos Hermanas. Sobre todo después de que Antonio Muñoz, que también es de La Rinconada y amigo de Fernández de los Ríos, perdiese la alcaldía de la capital a manos del popular José Luis Sanz.

El poder de Sevilla y Jaén

El alcalde rinconero tiene intención de mantener su bastón de mando y compaginar esta labor con la de presidente de la Diputación. "Crea equipos sólidos y va incorporando a gente joven para darles rodaje y experiencia", cuenta una fuente que ha trabajado con Fernández de los Ríos desde sus inicios. Bético confeso y con vínculos con el potente ambiente del carnaval de La Rinconada, quienes le conocen lo definen como un político "alejado del argumentario" y con un marcado sentido del humor. "Ha ido viendo pasar generaciones de líderes en el PSOE de Sevilla sin entender que tuviera que dar el salto, por la responsabilidad del proyecto local, pero el liderazgo le llega en un momento de madurez", sentencia esta fuente.

Desde hace año y medio, es el líder de la provincia con más militantes socialistas del país y el nuevo hombre fuerte del partido en la comunidad. Hay que tener en cuenta que Sevilla y Jaén son los dos únicos territorios andaluces donde el PSOE se impuso al PP en las municipales del pasado 28 de mayo. Es cierto que su homólogo jiennense, el histórico Francisco Reyes, logró la mayoría absoluta, mientras que Fernández de los Ríos tendrá que pactar con la coalición de Podemos e IU para mantener el Gobierno provincial, pero el peso del PSOE hispalense es indudable. Como también lo es que el futuro del PSOE andaluz dependerá en gran medida de lo que decidan estos dos barones provinciales.

Compaginará la alcaldía de La Rinconada con la presidencia de la Diputación, donde sustituye al histórico susanista Rodríguez Villalobos

Un reciente movimiento en el seno del PSOE andaluz da pistas sobre la relevancia de esta provincia en la actual configuración del partido. La renuncia temporal de Noel López como secretario de Organización y, por lo tanto, responsable de la campaña del 23-J se ha solucionado con el ascenso de un sevillano. Se trata de Antonio Gutiérrez Limones, exalcalde de Alcalá de Guadaíra y candidato al Senado, que era adjunto a López y ahora desempeña su cargo. Además, se trata de un hombre de la confianza del líder del PSOE andaluz, Juan Espadas. El secretario general de los socialistas andaluces se apoyó, entre otros, en Javier Fernández de los Ríos en esa amalgama de alianzas que lo llevó a ganar a Susana Díaz las primarias de junio de 2021.

Los malos datos de las dos elecciones a las que Espadas se ha presentado y el mal pronóstico que se le presenta al PSOE andaluz para las generales han dado carta de naturaleza a un ruido orgánico en el que Fernández de los Ríos tendrá mucho que decir. El resultado del 23-J será determinante para el futuro de la formación, pero hay quien prevé que haya movimientos aunque Pedro Sánchez sea capaz de repetir en la Moncloa. La predicción del CIS, a pesar del sesgo hacia la izquierda que tiene el sondeo que dirige José Félix Tezanos, deja al PSOE andaluz con 18 o 20 escaños, frente a la horquilla de 27-28 que otorga al PP de Juanma Moreno. Esto quiere decir que una hipotética derrota de los socialistas a nivel estatal respondería, entre otros factores, a un mal resultado en Andalucía.

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La explicación a tan pobres números hay que buscarla en la falta de movilización, aunque la gira televisiva de Pedro Sánchez y el manifiesto de los veteranos del PSOE andaluz han cambiado el estado de ánimo de los cuadros del partido. Un miembro de la cúpula de Juan Espadas pone el foco en la importancia que tiene ese estado de ánimo, aunque admite dudas sobre la traducción que tenga este optimismo en el votante. La número tres de la lista del PSOE en Sevilla, Carmen Castilla, señaló este jueves en una entrevista en 7TV una de las tareas pendientes que tiene su partido para acabar de activar a sus potenciales apoyos: "Hay que ir a los tajos, pisar la calle". La ex secretaria general de UGT en Andalucía —dejó el cargo este miércoles para ser candidata— da así un sutil tirón de orejas a sus colegas, a pesar de que se mostró optimista sobre las posibilidades de una remontada.