"Somos trabajadores, no bobos": así conquistó el PP las plazas fuertes del PSOE andaluz

"Andalucía se ha vuelto de derechas". La frase no es de ningún sociólogo, sino de un vecino de Dos Hermanas que ha pasado la mañana del 20 de junio en la puerta del mercado de abastos de esta localidad sevillana, donde el PP ha ganado por primera vez unas elecciones. La sentencia de este nazareno tiene su reflejo en los mapas electorales que tiñen de azul toda la comunidad por primera vez en la historia, pero para el PSOE el golpe es más duro en lugares como Dos Hermanas, donde solo había perdido en las municipales de 1979. En la noche del domingo, los populares, que tienen dos de los 27 concejales en el Ayuntamiento, sacaron más de 12 puntos a los socialistas. Ni siquiera han logrado conservar el bastión desde el que Pedro Sánchez se lanzó a reconquistar Ferraz bajo el manto protector del histórico Francisco Toscano, alcalde de Dos Hermanas hasta hace unos meses.

En el PP son conscientes de la gesta y miran los datos sevillanos con asombro. En la provincia de Sevilla, los populares salían "a empatar o a perder por la mínima", admitió la presidente del partido, Virginia Pérez, en el cierre de la campaña. Dos Hermanas sirve como paradigma, pero la situación se repite en todo el territorio. En Utrera, por ejemplo, los populares sacan casi 15 puntos a los socialistas, a pesar de que no tienen concejales en el Consistorio. En el equipo del presidente aseguran que un veterano dirigente socialista sevillano les admitió en la noche electoral el mérito. "Nos habéis hecho lo mismo que le hicimos nosotros a la UCD en 1982", aseguran en el PP que dijo este socialista. El PSOE de Rafael Escuredo logró entonces la absoluta más abultada de la historia autonómica, con 66 escaños.

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Como hacía Susana Díaz con sus "vecinas politólogas" del Tardón, quien pasea por Dos Hermanas en esta mañana de lunes percibe claramente que lo que ha pasado se veía venir. Aunque es cierto que las elecciones no son el tema preferido de los desayunos y las colas del mercado. "Somos trabajadores, pero no bobos", añade Miguel, otro de los tertulianos de la puerta del mercado nazareno, en la plaza del Emigrante. Es casi el único foro donde se analizan los resultados del 19-J, junto a unos bancos con los colores del orgullo LGTBI y el colectivo trans que nadie usa porque no están a la sombra.

No lejos de allí, Juanjo despacha en el quiosco Paco, que es su tío, y asegura que se han comprado más periódicos que en un lunes cualquiera. A su lado, María del Carmen, vende cupones de la ONCE y cree que hay mucha gente que no ha votado. Ambos son vecinos del Ayuntamiento de Dos Hermanas, en la plaza de la Constitución. "Al nuevo alcalde ni lo conozco", reconoce esta cuponera, en alusión a Francisco Rodríguez, que fue elegido primer edil en febrero en sustitución del histórico Francisco Toscano. Miguel, en la tertulia de la puerta del mercado, se queja de la decisión: "Lo han elegido ahora porque saben que en unas elecciones pierde".

Rodríguez está en la ejecutiva regional del PSOE y se enfrentará dentro de un año al reto de revalidar la mayoría absoluta que le dejó el veterano regidor. Los socialistas ya manejan sondeos que ponen en peligro esta hegemonía en el Consistorio nazareno, aunque es cierto que hay una gran dualidad de voto entre las elecciones generales y autonómicas y las municipales. En mayo de 2019, Toscano recibió el 50,44% de los apoyos, el doble que el PSOE en la noche del 19-J, con el 25,46%.

Las 10 mayorías de Toscano

Esa fue la última mayoría del veterano regidor socialista, compañero de despacho de Felipe González en los 70. Encadenó 10 victorias en Dos Hermanas, varias de ellas absolutas. Y convirtió a esta localidad en una suerte de oráculo al que peregrinaban los críticos del PSOE andaluz. Toscano, siempre a la contra de la dirección, fue uno de los responsables de que Pedro Sánchez se decidiera a intentar recuperar el control del PSOE tras su defenestración. La derrota del socialismo andaluz el 19-J lo es también para el sanchismo, que señaló con el dedo a Juan Espadas para sustituir a Susana Díaz. Y la derrota en Dos Hermanas es simbólica.

"Se veía venir; desde que se fue Toscano, lo tenía claro", cuenta Eva mientras hace cola en un cajero de BBVA, también junto al ayuntamiento. "Nacida y criada en Dos Hermanas", esta joven cree que ha habido un voto de castigo al PSOE por la subida del precio de la luz y los combustibles. A su lado, María José le da la razón. Esta gallega lleva 20 años en la localidad sevillana y cree que ha habido un "cambio de mentalidad", una apertura hacia otras opciones después de décadas de hegemonía socialista.

María José es afín al PP, aunque no comulga con todos los postulados de los populares en materia de salud reproductiva, por ejemplo. "Pero en Galicia estamos muy bien", admite. Por el tiempo que lleva en Sevilla, María José no ha vivido bajo la gestión de Alberto Núñez Feijóo, pero la mayoría absoluta de Juanma Moreno le permitirá conocer algo similar. El político malagueño ha imitado a su jefe de filas en la campaña y se espera que haga lo propio en su segundo mandato: seguir cultivando su imagen de moderación para captar voto de centro y acorralar a Vox en su rincón de la derecha.

"La gente está muy quemada", apunta el responsable del bar Arenal, en la plaza del mismo nombre, junto a la estación del Cercanías. En el auditorio que hay en el centro de este espacio público celebró Juan Espadas su principal mitin en las primarias del PSOE andaluz que lo convirtieron en candidato para las elecciones del domingo. Espadas, que comenzó a militar en la agrupación socialista de Dos Hermanas, estuvo apoyado por Toscano, que todavía era alcalde.

Los socialistas llenaron la plaza a finales de mayo de 2021 para desalojar a Susana Díaz de la sede regional de San Vicente, pero lejos quedan los tiempos en los que el PSOE era capaz de colmatar el Gran Velódromo de Andalucía. Para hacer semejante demostración de fuerza son necesarias 27.000 personas, mientras el acto más numeroso de la pasada campaña socialista no superó las 3.000 personas.

No lejos de allí, en el Lago de la Vida, Sánchez se encaminó a la reconquista de Ferraz, en la zona de expansión urbanística de una ciudad en la que viven 136.000 personas, la mayoría en esas nuevas construcciones del barrio llamado Entrenúcleos o en la barriada de Montequinto. Allí vota Juan, que siempre ha apoyado al PP convencido de que su voto era para una candidatura que no iba a ganar. Hasta el 19-J. "Han ganado los míos", coincide Mariló en su paseo matinal, que está contenta "como cuando el Sevilla le gana al Betis".

El espejo de Cártama

La aplastante victoria del PP ha dejado muchos otros resultados que 'a priori' parecían imposibles. El municipio malagueño de Cártama ha sido uno de esos escenarios en los que la sorpresa se transforma en incredulidad. Tradicional feudo socialista, en 2017 se convirtió en puntal del sanchismo, y en esta campaña acogió el acto central del PSOE con un Pedro Sánchez que reunió a 2.000 personas. Una demostración de fuerza que no ha tenido su reflejo en las urnas. Los populares no solo se imponen después de muchos años, sino que obtienen casi 25 puntos de diferencia en porcentaje de votos.

El PP suma en estos comicios 2.781 apoyos para obtener un total de 4.630. Esta cifra representa el 45,67% de los sufragios, frente a un PSOE que pierde 394 electores y, en relación con 2018, se deja casi seis puntos porcentuales con su 21,42% de los votos —2.172—.

Pedro Pardo, portavoz de los populares en el municipio, no ocultaba que estos datos eran ciertamente inesperados. Incide en que “aquí nunca había ganado nuestro partido” y reconoce que los presagios no eran del todo buenos. “Hace unos 15 días nos dijeron que íbamos a ser la tercera fuerza política, por detrás incluso de Vox”, así que realizaron una labor de información puerta a puerta y han conseguido movilizar a un electorado durmiente. No todo ha sido fagocitar a Ciudadanos. La clave, asegura, ha estado en los residentes de la “zona nueva”. Esos vecinos que se han ido instalando en el municipio en los últimos años y que no participaban de la dinámica electoral.

Pardo explica que estos resultados ilusionan de cara a las municipales del próximo año, pero avisa que los socialistas son “una maquinaria bien afinada”. “Tenemos que trabajar para mantener a esos votantes que ahora han confiado en nosotros y que han perdido el miedo de votar al PP en Cártama”.

El alcalde del municipio, Jorge Gallardo, líder del PSOE local, reconoce que los datos son “incuestionables” y lamenta que su partido “se ha pasado casi tres años enredado en la alternativa a Susana Díaz” y “con casi una nula oposición en el Parlamento”. “Lo que el PP arregló en tres meses con [Pablo] Casado, al PSOE le ha costado con Susana tres años”.

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Gallardo afirma que se ha formado una “tormenta perfecta” en la que han influido “la subida de precios, la luz, los carburantes o los alimentos”, a los que se une “el descrédito que se ha instalado por parte de todos los medios contra Sánchez por los pactos que ha tenido que hacer con todas las fuerzas políticas para sacar adelante un país, la desaparición de Cs y su transvase de votos al PP más el voto de miedo a que llega Vox”.

El regidor, que cuestiona la gestión de Juanma Moreno, avisa que “la izquierda debe recomponer su discurso y acostumbrarse a esa alternancia que nunca habíamos visto en Andalucía”.