Universitarios españoles quieren acampar como en EE.UU. y afloran casos de acoso a judíos

La mecha de las protestas universitarias en Estados Unidos por la guerra de Gaza comienza a extenderse por España. La vanguardia ha sido la Universidad de Valencia, de momento, con unas decenas de acampados. Pero el Sindicato de Estudiantes ha convocado una asamblea el martes en Madrid para decidir si se suman también en la Complutense, lo que sería un impulso a las movilizaciones. Por su parte, la comunidad judía española activa las alertas ante lo que considera una ola de antisemitismo y algunos alumnos ya han denunciado casos de acoso.

"La uni se organiza por Palestina", dice el cartel que llama a los alumnos a debatir una protesta en la universidad Complutense de Madrid el martes. "Los niños/as de Palestina también son los nuestros. Paremos el genocidio", dice la Comunidad Educativa de Vitoria en otro llamamiento para un acto de apoyo a Palestina el próximo 10 de mayo en la plaza de los fueros. Este jueves 2 de mayo se reunió en la Universidad de Barcelona "contra la masacre" el Comité Estudiantil de Solidaridad con el Pueblo Palestino. Varios colectivos estudiantiles preparan una manifestación el día 8 en la Universidad de Málaga. Estos son solo algunos de los movimientos registrados en las últimas horas.

Uno de los colectivos implicados en estas iniciativas es el Sindicato de Estudiantes. Su secretaria general, Coral Latorre, declara en conversación con El Confidencial que el objetivo es sumarse a lo iniciado en los campus de Estados Unidos. En el país norteamericano, las acampadas han sido multitudinarias y la actuación de la policía para disolverlas se ha saldado con centenares de alumnos detenidos. Latorre habla de "genocidio" para referirse a lo que está sucediendo en Gaza desde el inicio de la guerra entre Hamás e Israel, que dura ya siete meses.

España es un país con un alto índice de apoyo a la causa palestina, especialmente entre sectores jóvenes. Preguntada acerca de por qué no ha cuajado todavía en España la ola iniciada en EE.UU. y continuada en países del entorno como Francia, Latorre opina que son fechas incómodas para las movilizaciones por el final de las clases y el inicio de los exámenes. Pero la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, glosa varias de las convocatorias fijadas para los próximos días y el caso de Valencia. Desde hace días, la Universidad pública de Valencia alberga una protesta permanente.

Coral Latorre apuesta por expandir las movilizaciones también a centros de secundaria e institutos. Comenta que alumnos de la Universidad Rey Juan Carlos también se han puesto en contacto con el Sindicato de Estudiantes para mostrar su interés en hacer algún gesto. Aboga por movilizaciones pacíficas y a ella al menos no le consta que haya habido incidentes con alumnos judíos. Niega que estas concentraciones tengan carácter antisemita y recuerda que en Estados Unidos han contado con la participación de alumnos de religión judía que se oponen a lo que sucede en Gaza.

El 7 de octubre, el grupo terrorista de Hamás que gobierna en la franja de Gaza desde hace 15 años entró en territorio israelí y mató a 1.200 personas y secuestró a 240 de las cuales 130 siguen en paradero desconocido. Se cree que decenas de ellos ya estarían muertos. Por su parte, Israel contestó con una operación militar que se ha cobrado ya alrededor de 34.000 vidas, la mayoría civiles, según datos de Hamás.

Preguntada a cerca de si condena también el atentado de Hamás, la responsable del Sindicato de Estudiantes afirma su colectivo no está a favor de Hamás: "Estamos en contra de Hamás. Palestina no necesita una política religiosa retrógrada, pero hay que denunciar también la hipocresía de Occidente". Se refiere al apoyo de Estados Unidos y sus aliados a Israel y su ocupación de los territorios palestinos y la situación de su población en Gaza y Cisjordania.

Alerta entre los judíos españoles

La comunidad judía española ha activado las alertas. Creen que este movimiento tiene un trasfondo antisemita y se basan en que las consignas que se gritan y los lemas de las pancartas piden la desaparición de Israel y que las manifestaciones de rechazo al estado hebreo comenzaron incluso antes de la respuesta militar. Destacan que se reproducen mensajes habituales como pedir una "Palestina libre, desde el río Jordán hasta el Mediterráneo". Insisten en que lo que se escucha no promulga una solución de dos estados, sino la negación de Israel. Fuentes de esta comunidad, apuntan a la influencia del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS).

En su página web, esta plataforma se presenta con la misión de "terminar con el apoyo internacional a la opresión de los palestinos por parte de Israel y presionar a Israel para que cumpla con el derecho internacional". La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) mantiene desde hace años un Observatorio de Antisemitismo en el que registran los incidentes que sufre su comunidad. En conversación con este periódico, una de sus responsables advierte de que los casos se han disparado desde el 7 de octubre y ponen el foco en los centros estudiantiles.

El Observatorio denuncia un mural con el lema "From the river to the sea, Palestine will be free" pintado por alumnos de un colegio en la provincia de Valencia como parte de su actividad escolar. Recuerdan que el 17 de abril la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó por amplia mayoría una propuesta de resolución que afirma que el llamamiento "del río hasta al mar Palestina será libre", es de carácter antisemita.

En otra información, el Observatorio alerta que el Aula Magna de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) acogió el 19 de abril "un acto político de justificación a la organización terrorista Hamás y demonización hacia Israel". Añade que el acto lo promovió la organización Ciutadans per Palestina y fue anunciado por el Servei d’Activitats Culturals de la UIB.

Laura Miró es doctoranda en la Universidad de Baleares. Realiza una tesis sobre los chueta, que es como se llama a los descendientes de los judíos conversos en Baleares. Ella es chueta. "He estado recibiendo por redes sociales informaciones de convocatorias propalestinas que se han hecho. Hará dos viernes hubo una conferencia convocada para combatir la propaganda sionista criminalizando a Israel", dice. Cita referencias periodísticas para denunciar que en el acto, convocado por un colectivo llamado Ciutadans per Palestina, no se quiso tildar a Hamás como terrorista.

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"Como yo me he expresado en las redes sociales denunciando a Hamás y esos actos horribles del 7 de octubre, incluso han hecho tuits pidiendo mi expulsión de la universidad", añade Laura Miró, quien presentó una queja en el rectorado. El Confidencial se ha puesto en contacto con el centro universitario para conocer su versión de los hechos. El vicerrector, Marcos Nadal, afirma a este periódico que este viernes llamó en persona a Laura Miró para interesarse por su situación. Le preguntó qué necesita de la universidad y le aseguró que podrá seguir adelante con su investigación y defender la tesis con total seguridad y garantías.

Sobre la celebración del acto, explica que tanto el alumnado como el profesorado tienen las instalaciones de la universidad a su disposición. En aquel caso, fue un alumno quien pidió un espacio a la Facultad de Educación para realizar una conferencia y una proyección sobre la situación actual de Palestina. "Al ver que no iba a haber intimidación y no era político, se dio la aprobación", dice. Admite que no sabían el contenido exacto del evento y tras haber tenido conocimiento por vías indirectas, "se ha tomado la decisión de vigilar más estas convocatorias, sobre todo en temas tan sensibles". Afirma que en el evento se mostró un tuit de las redes sociales personales de la alumna Laura Miró.

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Agencias

Miró cuenta que la comunidad judía pidió un espacio en enero para una conferencia en la que contó con la participación de Francisco Gil White y Ciutadans per Palestina trató de boicotear el acto. La visita a España de este antropólogo causó malestar en el PSOE, Més per Palma y Podemos, ya que acusan a esta persona de difundir mensajes de odio. En sus obras y discursos, Gil White advierte de que habrá un segundo holocausto judío. "La charla se titulaba Semitismo contra Antisemitismo está colgada en Youtube [la pronunciada esos días en Valencia] y se puede ver que el 90 por ciento versó sobre historia antigua", dice Laura Miró.

La siguiente alumna pide no desvelar su nombre. Tiene 22 años y estudia una carrera de Ciencias en el Instituto de Empresa de Madrid. Llegó a España procedente de sudamérica donde sus padres hicieron lo posible para que creciera como judía asimilada, es decir, mezclada con chicos y chicas de otras religiones. “Ahora soy la persona menos asimilada del mundo. Cuento los días para terminar la carrera y marcharme al aeropuerto con el diploma en la mano”, lamenta.

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Alejandro Requeijo. Tel Aviv

Tiene claro que hará la’ Aliá’ (el ascenso), que es como los judíos llaman a marcharse a vivir a Israel. Su pesadilla en el IE comenzó el lunes 9 de octubre, el primer día lectivo tras el atentado. Al llegar, antes del inicio de la respuesta militar de Israel, se encontró una bandera palestina. A ella, en cambio, le recomendaron que se quitara un colgante con la estrella de David.

Según dice, el 35 por ciento de los alumnos en el IE son árabes, si bien el contexto de esa universidad es de estudiantes de familias con alto poder adquisitivo. “Me preocupa ver que mis compañeros el día de mañana podrán influir en sus países y no tienen problema en ser antisemitas”. Su grupo de amigos eran siete personas de las cuales cinco son árabes que hoy ya no le hablan.

“Son personas que vinieron a celebrar mi cumpleaños a un restaurante israelí, que aceptaban lo que soy”. Dice que desde el 7 de octubre quedó marcada como “la israelí”, cada vez que habla en clase, siente murmullo a sus espaldas, siempre que llega el descanso se siente escrutada por sus compañeros.

A su juicio de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), si no ha habido un choque mayor hasta ahora en las universidades es porque la comunidad judía en España es reducida. Pero confirman que tienen constancia de actos de acoso que ya se han producido entre el alumnado y el profesorado. Este periódico ha tratado de hablar con otra alumna y una profesora de Valencia que dicen haber sufrido situaciones similares a las de Laura Miró, pero prefieren no hacer declaraciones.