Armengol compatibilizará la presidencia del Congreso con liderar el PSOE en Baleares

Es la tercera autoridad del Estado y prevé simultanear este cargo con su dominio absoluto del PSIB. Francina Armengol, flamante presidenta del Congreso de los Diputados y expresidenta de Baleares (2015-2023) ha acaparado muchos focos en los escasos días posteriores a su designación. Fuera de su rol como presidenta autonómica, la secretaria general de los socialistas en las Islas durante 11 años no había gozado de tanta proyección nacional como hasta ahora, ya al frente de una Cámara muy fragmentada, de equilibrios casi imposibles.

Estos equilibrios, este foco y las obligaciones que lleva aparejadas el cargo institucional, sin embargo, no le impedirán mantener las riendas del Partido Socialista en su tierra, aunque no es común que quien ostenta este cargo lo compatibilice con responsabilidades de tanto nivel. Además de gestionar el día a día de la Cámara Baja, la agenda de la Presidencia obliga a participar en distintos actos o a representar al Estado en viajes oficiales. Entre sus inmediatos predecesores no hay casos realmente equiparables.

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Meritxell Batet, al frente del Congreso hasta el desembarco de Armengol, sí se vio aupada a vicesecretaria primera del PSC en noviembre de 2021, cuando llevaba casi dos años y medio en el cargo. Ni era, ni es hoy, la número uno de los socialistas catalanes. Ana Pastor (2016-2019), Patxi López (enero-julio de 2016) o Jesús Posada (2011-2016) no ostentaron cargos comparables durante sus etapas al frente del Palacio de la Carrera de San Jerónimo.

En lo que respecta al socialista José Bono (2008-2011) sí compatibilizó su cargo en la Cámara Baja con la presidencia de los socialistas castellanomanchegos, pero este rol no es equiparable al de secretaria general, el que ejerce Armengol. Bono dejó de liderar el partido en su tierra muchos años antes, en 1990.

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Incluso el veterano Félix Pons, el diputado, también balear, que ostentó la presidencia en un mayor número de ocasiones (1986-1996) renuncio al liderazgo del PSIB antes de convertirse en presidente de la Cámara Baja. Ninguno de ellos ostentaba una baronía autonómica mientras ejercía como tercera autoridad del Estado, como sí quiere hacer Armengol. "El PSIB está fuerte y unido. Ahora nos toca hacer oposición en las instituciones con los representantes ya elegidos", afirmó en una reciente entrevista en El Periódico.

Entre los suyos afirman que no ha surgido debate alguno sobre esta decisión, y ella acostumbra a repetir que tiene Baleares "en la cabeza y en el corazón". Tras convertirse en la primera mujer presidenta de las islas, perdió la opción de reeditar su cargo el 23-J, para después verse rescatada por Pedro Sánchez en una legislatura en la que todos los gestos hacia las formaciones nacionalistas suman.

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Entre los suyos también han dejado claro que su secretaria general seguirá en su puesto: "Es un orgullo para Baleares y refuerza su liderazgo", afirmó el portavoz del PSOE en el Parlamento Balear, Iago Negueruela, poco después de que Sánchez la propusiera para estar al frente del Congreso.

En cualquier caso, esta es su intención, pero aún está por ver cómo se moverá el PSOE si finalmente Sánchez logra formar Gobierno y se suceden los movimientos territoriales que siguen al descalabro del 28-M, solo pospuestos por el adelanto electoral.