PSOE y Sumar aceleran para iniciar la actividad parlamentaria antes de la investidura de Feijóo
Los dos partidos cuentan con mayoría en la Mesa y, desde el 1 de septiembre, pueden comenzar a constituir comisiones, también de investigación, y tramitar iniciativas como la que permitiría utilizar las lenguas cooficiales
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Los engranajes del Congreso de los Diputados volverán a moverse en las próximas semanas, antes de que Alberto Núñez Feijóo se someta al pleno de investidura de los días 26 y 27 de septiembre. Este es el planteamiento de los partidos de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, que creen que la Cámara Baja debe recuperar la actividad cuanto antes, aun con el Gobierno en funciones, aseguran fuentes de ambas fuerzas políticas. "Que ruede cuanto antes", reclama un veterano parlamentario.
Después de la reunión de la Mesa del próximo lunes, cuando queden oficialmente constituidos los grupos parlamentarios, y una vez pasada la frontera del mes de septiembre, comenzará el periodo ordinario de sesiones, y los partidos contarán con tres semanas completas para trabajar antes de la investidura, que se prevé fallida. En este plazo, aseguran fuentes jurídicas de la Cámara a El Confidencial, el Gobierno no puede llevar leyes o tramitar unos presupuestos, pero los grupos sí pueden registrar sus propias iniciativas, entre ellas proposiciones de ley. Podían hacerlo incluso una quincena de diputados, apuntan, incluso antes de la constitución de los grupos (artículo 126 del Reglamento). El Ejecutivo seguirá en funciones, pero el Legislativo no está obligado a funcionar al ralentí.
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De hecho, los grupos ya pueden constituir parte de las decenas de comisiones legislativas y no legislativas, incluso comisiones de investigación, según estas fuentes. Y los partidos han comprometido la creación de dos de ellas con Junts y ERC, sobre el espionaje con el software Pegasus y en relación con los bulos de los atentados del 17-A.
En su mano está, también, impulsar una reforma del Reglamento que permita el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara Baja, también prometida. Y, tras negociar y constituir parte de las comisiones, los diputados pasarían a cobrar los jugosos pluses que reciben los presidentes (1.600 euros en la pasada legislatura), vicepresidentes, secretarios, portavoces y portavoces adjuntos de las respectivas comisiones.
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Algunas de ellas se proyectan con arreglo a la arquitectura del Gobierno, pero hay varias comisiones legislativas permanentes (Constitucional, Justicia, Defensa, Presupuestos) y no legislativas (Reglamento, Mixta para la UE o del Pacto de Toledo) que, a todas luces, no sufrirán grandes cambios.
Los partidos sostienen no haber abordado esta cuestión en la Mesa, si bien las fuerzas que sustentan el Ejecutivo de coalición entienden que lo lógico es empezar a mover las máquinas cuanto antes. Más, si cabe, cuando abroncan a Feijóo por postularse a una investidura para la que no cuenta con los números, y nada hace pensar que vaya a lograrlos. Lo razonable es recuperar el ritmo cuanto antes, aseguran desde las filas de Díaz, aunque reconocen que aún hay mucho por pulir antes de aterrizar esta estrategia.
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De hecho, aunque el PSOE se muestra receloso a la hora de hablar de una ley de amnistía para los procesados y condenados por el procés, fuentes jurídicas destacan que una futurible norma en este sentido podría tramitarse en apenas "dos semanas", por lectura única y por urgencia. Ninguno de los partidos quiere valorar este escenario, si bien 20 juristas coordinados por Sumar trabajan desde hace semanas en una fórmula que les permita satisfacer las exigencias de Junts y ERC. El partido de Carles Puigdemont reclama incluso que esta norma esté en tramitación antes de prestar su apoyo a la investidura de Sánchez, el objetivo último de la coalición en funciones.
PSOE y Sumar tienen cinco de cuatro asientos en la Mesa, pero el PP es la fuerza con más escaños en la Cámara: aventaja en 16 diputados a los socialistas (137 frente a 121), y todas las partes reconocen que debe tener un peso importante en las Mesas de las futuras comisiones. En general, entienden que el PP tendrá que respaldar que el curso parlamentario comience antes del examen particular de Feijóo, y consideran que tendrá muy difícil defender lo contrario. Quedaría retratado de hacerlo, aseguran.
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La situación no es habitual, pero la Cámara ya ha operado antes mientras el Gobierno estaba en funciones. Y los partidos del lado izquierdo del hemiciclo no quieren perder más tiempo —ni dejar pasar la opción de avanzar en sus compromisos con los independentistas—. El Congreso puede reabrir sus puertas a partir del 1 de septiembre, insisten. Sobre qué harán en esas tres semanas, prefieren guardar sus cartas.
Los engranajes del Congreso de los Diputados volverán a moverse en las próximas semanas, antes de que Alberto Núñez Feijóo se someta al pleno de investidura de los días 26 y 27 de septiembre. Este es el planteamiento de los partidos de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, que creen que la Cámara Baja debe recuperar la actividad cuanto antes, aun con el Gobierno en funciones, aseguran fuentes de ambas fuerzas políticas. "Que ruede cuanto antes", reclama un veterano parlamentario.