Feijóo promete impulsar un delito de "deslealtad constitucional" mientras pide el voto a PNV y Junts

Alberto Núñez Feijóo ha centrado el que posiblemente será el discurso más relevante de su trayectoria política en un ataque directo, contundente y sin ambages a Pedro Sánchez. El mandatario del PP se ha volcado en "retratar" las contrapartidas que exigen los independentistas al candidato socialista a cambio de su investidura, un coste que, ha asegurado, él no está dispuesto a asumir. "Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno, pero no acepto el precio que me piden para serlo", lanzaba al principio de su alocución. Pese a dar prácticamente por hecha la investidura de su rival gracias al apoyo de Carles Puigdemont, el mandatario popular ha hecho un último llamamiento no sólo a la bancada socialista, sino que ha apelado también a PNV y Junts, a los que ha tendido la mano de cara al futuro. "A Cataluña y País Vasco le vendría bien un presidente que no vaya a engañar a sus ciudadanos. ¿Qué les hace pensar que todo lo hoy se usa para satisfacer sus exigencias no se utilizará contra ustedes cuando ya no les necesiten?", hilaba.

El líder del PP ha propuesto, además, la recuperación del delito de sedición, pero con una fórmula más amplia bajo el nombre de "deslealtad constitucional". El candidato del PP a la investidura se somete este martes y miércoles a un debate en el Congreso que se prevé fallido y en su discurso ha incluido una propuesta para reformar el Codigo Penal y dar marcha atrás a la supresión del delito de sedición impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez en la recta final de la pasada legislatura. No sería una vuelta atrás exacta, explican desde Génova, sino que prevén algo "más amplio" y exhaustivo. La reforma prevé además aumentar las penas al delito de malversación diseñado por el PSOE y Unidas Podemos, que vuelve al Código Penal previo a la reforma que puso en marcha Mariano Rajoy en 2015.

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"Tenemos que reforzar los instrumentos para proteger la dignidad del Estado", defendía Feijóo, que ha insistido en la necesidad de equiparar a España "con la mayoría de los países de nuestro entorno". En cualquier caso, la propuesta tiene pocos visos de salir adelante en un tiempo próximo, ya que es prácticamente imposible que el líder del PP logre la investidura. Suma 172 votos, que son los que tienen el PP (137), Vox (33), Coalición Canaria (1) y UPN (1). El mantra que repiten Núñez Feijóo y los suyos es que le faltan 4 escaños para lograr ser elegido, pero sus alianzas con Vox convierten en inaccesibles los votos del PNV y su rechazo a las premisas de Carles Puigdemont impiden a los populares pactar con Junts.

Feijóo no ha esperado al debate de la tarde, momento en que confrontará de forma directa con Sánchez, para batirse en duelo con su adversario. "Fuera de la Constitución no hay democracia", lanzaba el candidato del PP, que revestía prácticamente toda su intervención en el contexto de la amnistía, la autodeterminación y, en suma, la "deriva iliberal" que "nos acerca a comportamientos propios de las autocracias". El líder del PP ha reiterado las "diferencias" que le separan de Sánchez, y ha querido proyectar la sesión de investidura como una oportunidad de "retratar a quien acude a la misma como un candidato libre, y a quién no lo hizo, ni lo hará", a quien "ha llegado a acuerdos sin renunciar a sus principios" y "defiende el interés general" y quien "no lo hizo ni lo hará". "Me retrata a mí, y le retrata a usted, señor Sánchez", apuntaba.

La amnistía ha sido en todo momento el telón de fondo de su intervención. El líder popular ha afeado de manera continua que Sánchez anteponga la búsqueda de apoyos parlamentarios a "la dignidad de la nación" y a los "valores democráticos esenciales" de España. Feijóo ha apelado, de nuevo, al 'espíritu del 78', y se ha comprometido a "reivindicar su vigencia". Citó el dirigente a otros políticos catalanes, como Miquel Roca o Jordi Solé Tura y al "abrazo" de Manuel Fraga con Santiago Carrillo. La tesis de Feijóo es que los pasos que se dieron en los 70 y 80 se hicieron gracias a la "unidad" lograda, por ejemplo, en los pactos de la Moncloa. También ha aludido a los pactos antiterroristas entre PP y PSOE, al Pacto de Toledo sobre las pensiones y al pacto de Estado contra la violencia de género. "Me parece una anomalía nuestra incomunicación. Lo digo abiertamente", incidía.

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"Lo que hay detrás de esta investidura es una elección determinante entre preservar lo que nos es común o seguir cavando en un frentismo motivado por intereses personales que no beneficiará a nadie", lamentaba. El líder popular tampoco soslayó la defensa de los socialistas críticos que han levantado la voz contra las cesiones de Sánchez al independentismo, y ha censurado que "se acuse de golpismo a todo le que se salga de la supuesta línea oficial". "Seguiré tendiendo la mano hasta que llegue alguien en su partido con la determinación y el sentido de Estado suficientes para cogerla. Si es que no lo ha echado a todos antes, claro".

El mismo Feijóo ha deslizado que su discurso de este martes es un resorte para que "se active" un proceso que puede acabar con una nueva convocatoria de elecciones si Pedro Sánchez no logra su investidura y se disuelven las Cámaras. "Este debate es la consecuencia lógica del resultado electoral, para que el contador se active", incidía el mandatario gallego, que hacía alusión a que, pese a reivindicarse como "ganador de las elecciones", ningún partido "ha ganado con mayoría" y allanando, por tanto, el camino hacia una repetición electoral. Con todo, el PP acudía a su debate investidura asumiéndolo como "punto de partida" de una nueva etapa al frente de una "oposición dura", y con la esperanza de una legislatura corta de Sánchez.

Seis pactos de Estado

Durante su intervención, que se ha extendido durante algo más de 90 minutos, el candidato ha apelado, además, los "seis pactos de Estado" que ofreció a Sánchez en su última cita presencial, y que el candidato socialista rechazó. En concreto, Feijóo ofreció al jefe del Ejecutivo en funciones un acuerdo entre las dos grandes fuerzas políticas para alumbrar una legislatura corta de dos años capitaneada por él mismo, con el objetivo de sacar adelante distintos pactos relativos a la regeneración institucional, la recuperación económica, la política territorial, el estado de bienestar, el agua, y las familias. El mandatario popular ha apelado además de forma concreta a la encallada reforma del artículo 49 de la Constitución y a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

El primero de los pactos de Estado es el institucional, que incluye una revisión de la gobernanza de entidades como el CIS o la Fiscalía para "que no sean coto privado de nadie". El discurso de Feijóo ha tenido también un potente contenido económico. Aunque no podrá ejecutarlo por el carácter fallido de su investidura —al líder del PP le faltan cuatro votos para la mayoría absoluta—, el candidato popular ha optado por explicar algunos de los ejes de su programa de Gobierno, con medidas como la apuesta de 'impuestos cero' para nuevos emprendedores; las rebajas de IRPF para rentas medias y bajas; programas de conciliación y de apoyo a las familias; el mantenimiento temporal de medidas económicas de apoyo para afrontar los efectos de la inflación; y un plan de captación económica para combatir el "desplome de la inversión extranjera".

Entre otras medidas, englobadas en esos seis pactos de Estado, Feijóo ha mencionado su intención de impulsar una "aportación extraordinaria" de 6.000 millones de euros a las familias más vulnerables; una reforma laboral "flexible"; una nueva Ley de Educación; un plan de modernización de infraestructuras, presas y canales; o un pacto territorial que incluya una reforma del Senado y un nuevo modelo de financiación autonómica.