Sorpaso: Telefónica bate a Cellnex y recupera el trono de las telecos del Ibex

No es una cosa de la que se pueda presumir, pero es muy posible que este jueves hubiera cierto alivio en el cuartel general de Telefónica en Madrid. El cierre de la jornada bursátil confirmaba que, por primera vez desde el pasado 20 de julio, la capitalización de la compañía era superior a la de Cellnex.

Telefónica, un histórico del Ibex, que llegó a cotizar sobradamente por encima de los 100.000 millones, llevaba tiempo a la sombra de una firma que debutó en el principal índice de la bolsa de Madrid hace solo cinco años y este jueves, gracias a un repunte del 3,18%, ha recuperado el trono entre las telecos.

Así, la operadora capitaliza 20.994 millones de euros, por los 20.281 millones en los que están valoradas todas las acciones de Cellnex. El logro tiene su mérito si tenemos en cuenta que a mediados del pasado mes de noviembre la diferencia entre ambas era de más de 12.400 millones en favor de la firma de torres de telecomunicaciones.

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Es una diferencia pírrica, pero un espaldarazo para una Telefónica que está firmando un prometedor arranque de 2021, protagonizado por operaciones que le han servido para reducir deuda y satisfacer así las históricas demandas del mercado.

En lo que llevamos de año, los títulos han avanzado un 17% gracias sobre todo a la venta de las torres de Telxius a American Towers, una operación que recibió el aplauso de los inversores y que alcanzó unos múltiplos récord en un sector que arrastra una considerable inflación. La adquisición se cerró en 7.700 millones de euros, de los que 4.600 millones irán destinados íntegramente a pagar deuda, y otorgó a la cotización de la firma un repunte que rozó los dobles dígitos.

José María Álvarez-Pallete está embarcado en una complicada operación: recuperar la confianza de los inversores a base de aplicar un plan de negocio diseñado para reducir la deuda. En su presentación de resultados, el pasado día 25, la compañía explicó que sus intenciones pasan por reducir en 9.000 millones un agujero de deuda que acabó el año 2020 con un tamaño de 35.200 millones de euros.

El camino no va a ser fácil, en un año clave para el espectro del 5G en tres de sus cuatro mercados clave —España, Brasil y Reino Unido—, pero de momento Telefónica parece cumplir, aunque sea a base de quitarse de encima activos poco atractivos. En solo unas semanas, ha vendido a KKR el 60% de fibra en Chile, reduciendo 400 millones la deuda, y ha llegado a un acuerdo para gestionar a medias la red de Brasil.

Si a eso le sumamos las buenas noticias que deben llegar desde Reino Unido, con el desenlace por fin de la fusión de su filial con Virgin Media, Telefónica podría estar posicionándose para cerrar por fin la sangría bursátil. El mercado le augura un buen fin de 2021, y los rumores de consolidación en el mercado español, con esa posible operación entre MásMóvil y Vodafone, la dejarían como gran beneficiada.

El tropezón de Cellnex

En el lado contrario de la balanza, está Cellnex. La firma presidida por Tobías Martínez, que siempre ha gozado del favor del mercado, lleva un año marcado por las dudas. Los inversores no están premiando su agresividad a la hora de crecer de forma inorgánica y ya han hecho retroceder el valor de la firma un 15% desde el 1 de enero. Desde el pasado 15 de febrero, solo han conseguido cerrar dos sesiones en verde, por las hasta 12 con pérdidas.

Así, Cellnex ha visto cómo Telefónica la superaba en capitalización después de estar ocho meses por delante. De hecho, la firma llegó a situarse en el podio del Ibex tras un 2020 en el que su valor se disparó poco más de un 37%.

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Cellnex ha conseguido reaccionar con contundencia tras quedarse cerca de hacerse con las más de 30.000 torres de Telxius. La amenaza de la llegada de American Towers al Viejo Continente no supuso un bache, pues rápidamente sumó a su cartera 10.500 emplazamientos de Hivory en Francia —por 5.200 millones de euros—, otros 7.000 en Polonia —por 1.600 millones— y llegó a un acuerdo con Detusche Telekom para aterrizar en el mercado holandés.

Esa agresividad ha sido bien recibida, pero parece que los mercados están castigando una firma que firmó sus máximos históricos en octubre y que desde entonces ve cómo la cuesta abajo es cada vez más empinada. Sus títulos se cambian este jueves por 41,7 euros, por los algo más de 56 euros que valían el 1 de octubre.