Draghi no consigue frenar la escalada del euro y sube ya un 20% en el último año
La moneda única supera los 1,25 dólares por primera vez en más de tres años. El BCE advierte que la escalada del euro supone "una fuente de incertidumbre"
La última vez que el euro cotizó por encima de los 1,25 dólares fue en diciembre de 2014. En ese momento el Banco Central Europeo (BCE) acababa de poner en marcha sus primeros programas de compra de activos con los que comenzaba a expandir su balance. Desde ese momento han pasado casi tres años en los que la entidad ha conseguido estimular el crecimiento de los países del euro gracias a mantener unos tipos de interés en mínimos históricos y un tipo de cambio próximo a la paridad con el dólar. El ciclo económico ha avanzado mucho en este periodo y Europa vive actualmente su mejor momento desde el estallido de la crisis, lo que anticipa el fin de los estímulos en un futuro próximo.
La reacción de los inversores ha sido apostar por el euro, que lleva ya un año de escalada y que empieza a generar problemas para la economía, en especial, para la recuperación de la inflación. Por ese motivo, el presidente del BCE, Mario Draghi, ha tratado de frenar hoy la subida de la divisa con uno de los mensajes enre líneas que acostumbra a enviar al mercado. Draghi ha advertido que "la volatilidad del euro supone una fuente de incertidumbre". Esta frase, descodificada, viene a decir: 'La escalada del euro complica que el BCE pueda cumplir su objetivo de elevar la inflación hasta el entorno del 2%'.
De esta forma, Draghi advierte a los inversores que si el euro sigue subiendo, podría intervenir en el mercado con nuevos estímulos. Sin embargo, en esta ocasión, su advertencia ha fracasado rotundamente. En el momento en el que Draghi se pronunció sobre la volatilidad del tipo de cambio, el euro aceleró su escalada hasta el punto de superar el nivel de los 1,25 dólares por primera vez desde 2014. El fracaso de Draghi a la hora de frenar el euro invita a pensar que la fortaleza de la moneda común se mantendrá durante los próximos meses.
En el último año, el euro se ha revalorizado un 20% y en las dos últimas semanas ha subido un 5%. Un ritmo que preocupa al Banco Central Europeo, ya que puede lastrar las exportaciones y la inflación. "Necesitamos monitorizar el tipo de cambio", ha repetido Draghi.
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Los inversores dudan de la capacidad de Draghi para intervenir en el mercado de divisas, y no les falta razón. La recuperación de la economía europea es una realidad, por lo que elevar los estímulos podría generar burbujas en el precio de diferentes activos. Es por este motivo que el BCE tiene las manos atadas y su única alternativa es retirar más despacio los estímulos. En este contexto, los inversores sí se atreven a apostar contra el presidente del BCE.
Draghi reconoció que la economía de la zona euro "ha acelerado más de lo esperado en la segunda mitad de 2017", con un crecimiento "robusto" y "bien extendido" a todos los países de la región. El consumo privado, la creación de empleo y la inversión se mantienen en niveles elevados gracias a la confianza en la evolución de la economía, el incremento de la renta disponible y los bajos tipos de interés, lo que asienta todavía más la recuperación.
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En este contexto, el BCE ha decidido mantener sin cambios su política monetaria, con los tipos de interés en el mínimo histórico del 0% y la inyección mensual de 30.000 millones de euros al mercado a través de sus diferentes programas de compra de activos. Draghi ha reiterado que las compras de activos se mantendrán hasta septiembre "o tanto como sea necesario" para conseguir devolver la inflación al entorno del 2%. El presidente del BCE confía en que la recuperación económica estimulará la inflación en los próximos meses a medida que se reduzca el número de recursos ociosos en el mercado y las empresas tengan que invertir para elevar la capacidad industrial.
La última vez que el euro cotizó por encima de los 1,25 dólares fue en diciembre de 2014. En ese momento el Banco Central Europeo (BCE) acababa de poner en marcha sus primeros programas de compra de activos con los que comenzaba a expandir su balance. Desde ese momento han pasado casi tres años en los que la entidad ha conseguido estimular el crecimiento de los países del euro gracias a mantener unos tipos de interés en mínimos históricos y un tipo de cambio próximo a la paridad con el dólar. El ciclo económico ha avanzado mucho en este periodo y Europa vive actualmente su mejor momento desde el estallido de la crisis, lo que anticipa el fin de los estímulos en un futuro próximo.
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