Convocar al íntegro Borja Iglesias, lo último que le queda por hacer al retratado De la Fuente

No habían pasado ni 24 horas de su imagen aplaudiendo en la asamblea de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), cuando Luis de la Fuente, tal vez al conocer que la FIFA había suspendido a Luis Rubiales, emitió un comunicado en el que mostró su "repulsa absoluta ante cualquier acto de violencia machista" y censuró, "sin paliativos, el comportamiento equivocado y fuera de lugar del presidente". De esta forma, al igual que su homólogo de la femenina, Jorge Vilda, el seleccionador español quedó doblemente retratado. Primero, apoyando las palabras y los actos de Rubiales y, después, retractándose y censurándole sin contemplaciones.

Es por ello que en la rueda de prensa que ha ofrecido, donde dio a conocer la lista de convocados para los partidos contra Georgia y Chipre, De la Fuente fue preguntado principalmente por este asunto después de dar explicaciones. Sobre su sorprendente giro con respecto al presidente que le eligió como seleccionador absoluto tras no renovar a Luis Enrique, así como sobre su continuidad, por más que Pedro Rocha, el presidente en funciones de la RFEF, le ratificara, mientras que hasta Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno en funciones, no pudo decirlo más claro: "De la Fuente y Vilda no están capacitados para continuar en sus puestos". No lo tuvo fácil el riojano para explicar su cambio de chaqueta en el llamado caso Rubiales.

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Sobre todo porque, a diferencia de él y otros palmeros, hubo algunos futbolistas que sí dieron desde el primero momento la cara, antes incluso de conocer la suspensión de la FIFA. Fueron pocos, eso es verdad, pero uno de ellos casualmente es el internacional español Borja Iglesias. "Estoy triste y decepcionado. Como futbolista y como persona, no me siento representado por lo que ha pasado hoy en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas", escribió el delantero del Betis en su cuenta de Twitter tras escuchar el bochornoso discurso en el que Rubiales hasta cinco veces dijo que no iba a dimitir después de haber filtrado un día antes que lo haría.

"Me parece lamentable que sigan presionando y poniendo el foco sobre una compañera", añadió Iglesias, para a continuación anunciar que "vestir la camiseta de la Selección española es de lo más grande que me ha pasado en mi carrera. No sé si en algún momento volveré a ser una opción, pero he tomado la decisión de no volver a la Selección hasta que las cosas cambien y este tipo de actos no queden impunes". "Por un fútbol más justo, humano y decente", concluyó. Borja ha jugado dos partidos con España, uno de ellos con De la Fuente de seleccionador, aunque después no contó con él para la final de la UEFA Nations League. La cuestión es si tras suspensión del Panda por parte de la FIFA, antes incluso que del Consejo Superior de Deportes (CSD), considera que ya podría volver...

La ley del deporte obliga a ir a la Selección

Era de suponer que, visto lo visto, el cuestionado seleccionador español no tuviera previsto incluir a Iglesias, pues le pondría en el compromiso de incumplir la Ley del Deporte, la cual, en su artículo 104, deja claro que si un futbolista no acude a la convocatoria de un seleccionador estaría cometiendo una infracción muy grave y, según el artículo 108, se expondría a una multa de entre 3.000 y 30.000 euros, así como a la suspensión de su licencia federativa entre dos y 15 años. Sobre todo porque nadie duda de que Borja, que juega con algunas de las uñas de las manos pintadas de negro como rechazo a la homofobia y al racismo, se mantendría firme.

Curiosamente, fue su propio entrenador, Manuel Pellegrini, quien discrepó de Borja. "Personalmente, creo que defender una selección es siempre lo máximo. No creo que sea una razón. Discrepo de mi jugador, creo que va a rectificar", dijo el chileno, aunque fueron más quienes se pusieron del lado del delantero gallego, especialmente su compañero Héctor Bellerín. "Es una vergüenza lo que está pasando. De representar a nuestro país con esa vulgaridad, tergiversar declaraciones de la víctima y encima tener el coraje de culpabilizarla a ella pasando a victimizarse por haber cometido un abuso, son hechos de los que no puede quedar impune", dijo el catalán.

Opinión

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Si algo ha sorprendido del caso Rubiales es lo poco que el fútbol masculino se ha movilizado en apoyo de las futbolistas, aunque no hay que olvidar que tampoco lo hicieron anteriormente, cuando hasta 15 jugadoras se amotinaron y siete incluso se quedaron sin ir al Mundial por mantenerse firmes en una postura que, después de todo lo sucedido tras ganar la final a Inglaterra, se ha demostrado que no era precisamente caprichosa. Ni siquiera el hecho de que muchos clubes profesionales tengan equipo femenino ha cambiado esto, al menos de momento.

Sin embargo, actitudes tan dignas como la de Borja Iglesias ayudan a ser optimistas, aunque sigan siendo la excepción que confirma la regla. Lo mismo que la valentía de Aitana Bonmatí, quien aprovechó la entrega del trofeo a la mejor jugadora del año en Europa que le entregó la UEFA para decir que "creo que como sociedad no debemos permitir que se produzca abuso de poder en una relación laboral, así como tampoco debemos consentir las faltas de respeto" y dedicárselo "a todas las mujeres que sufren lo que sufrió Jenni Hermoso". ¿Tomaría nota Aleksander Ceferin, quien mantiene a Rubiales como vicepresidente de la UEFA?