Al menos siete futbolistas no ceden y sacrificarían jugar el Mundial por defender su dignidad

Salvo cambio en las últimas horas y a falta de confirmación oficial, al menos siete de las quince jugadoras que se 'amotinaron' en la Selección española de fútbol se han negado a retractarse y solicitar por escrito su disposición para volver a ser convocadas por Jorge Vilda. Esta fue la condición que desde la Federación Española de Fútbol (RFEF) se les puso para poder regresar y solo así estar en la prelista que este lunes ofrecerá el seleccionador con vistas al Mundial que se disputa en verano, si bien la lista definitiva con las 23 que viajarán a Australia y Nueva Zelanda no la comunicará hasta el día 30, es decir, a solo veinte días de empezar el campeonato.

Las siete jugadoras que se mantienen firmes son Mapi León, Patri Guijarro y Claudia Pina, del FC Barcelona, Nerea Eizagirre y Amaiur Sarriegi, de la Real Sociedad, Lola Gallardo y Ainhoa Moraza, del Atlético de Madrid. "Hay cosas que se tienen que cambiar y, si no se cambian, no se irá al Mundial. Me joderá no ir, pero hay unos valores que están por encima", declaró Mapi, titular indiscutible en el equipo campeón de Europa y en cualquier selección del mundo. Por contra, y como adelantó TVE, las que sí han cedido son las otras tres jugadoras del Barça, Aitana Bonmatí, Sandra Paños y Mariona Caldentey, además de Ona Batlle y Lucía García, del Manchester United, Laia Aleixandri y Leila Ouahabi, del Manchester City, y Andrea Pereira, del América mexicano, aunque estas cinco no están confirmadas.

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Ahora queda por ver cuántas de estas ocho vuelven y, tanto o más importante, en lugar de qué futbolistas con las que Vilda ha contado durante su ausencia. Hay que recordar que el cuestionado seleccionador llegó a decir que "en un Mundial igual no es lo mejor llevar a las futbolistas que mejor juegan", de ahí que puede esperarse cualquier cosa. Además, y como desde la Ciudad del Fútbol Las Rozas avisaron en una emisora, con un tono que demuestra el trato del que se quejan las jugadoras, "ellas mandaron un correo diciendo que no podían ir y ahora tienen que hacer lo mismo para volver. Una vez lo manden, ya se verá". Así, como suena.

"Mandaron un correo diciendo que no podían ir y ahora tienen que hacerlo para volver. Una vez lo manden, ya se verá", avisaron desde la RFEF

Si, como dijo Aristóteles, "la dignidad no consiste en tener honores, sino en merecerlos", pocos ejemplos habrá mejores que el de las al menos siete futbolistas que a día de hoy se han negado a retractarse para volver a ser convocadas con la Selección de Vilda, al que su presidente, Luis Rubiales, no ha dudado en reforzar en su doble cargo. Aunque al principio fueron tildadas de caprichosas, incluso por quienes se supone que defienden sus intereses —como una presidenta y un presidente de sindicatos, casualmente cercanos a la RFEF— hay que poner en valor que, como consecuencia de una postura que les honra, se quedarán sin ir al Mundial.

A las 'amotinadas' se les tildó de caprichosas, pero no ir al Mundial les dejará sin los 30.000 dólares que la FIFA pagará a todas las futbolistas

Además de la experiencia deportiva, cabe recordar que cada jugadora recibirá de la FIFA al menos 30.000 dólares por estar en la cita de Australia y Nueva Zelanda. Es decir, casi el doble del actual salario mínimo del Convenio Colectivo del Fútbol Femenino, cuyas negociaciones siguen en punto muerto, mientras que las 23 campeonas recibirán otros 270.000 dólares más por cabeza. El crematístico es un argumento como otro cualquiera y parece evidente que alguna de las jugadoras que han cedido a la imposición de la RFEF de retractarse, pensará en el dinero.

Esto es lo que ha podido pasar con las veteranas Irene Paredes y Jenni Hermoso, quienes teóricamente les apoyaban, pero volvieron. Evidentemente, estaban en su derecho, pero no parece muy coherente con lo que ambas llevan tantos años pregonando y muchas jóvenes les habían comprado. En este sentido, mención especial requiere el caso de Alexia Putellas, quien tampoco figuró entre las 15, si bien les mostró públicamente su apoyo. Después de casi un año parada por una grave lesión de rodilla, su estado físico no es el mejor, de ahí que está por ver si Vilda cuenta con ella, pero también si ella está por la labor de ir a una Selección con ausencias.

El buenismo de Franco y el mutis de Montero

Además de una incomprensible indiferencia mediática, las futbolistas se han topado con el buenismo de José Manuel Franco, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) que este martes está previsto que deje de serlo para presentarse a las elecciones generales en la lista del PSOE al Senado. Haciendo bueno su apellido, Franco no solo ha dejado 'empantanado' el CSD, con las numerosas denuncias contra Rubiales metidas en un cajón, sino que en este caso se ha limitado a hablar de "diálogo" con su exquisito lenguaje inclusivo, así como desear que "al Mundial vayan las mejores". Vamos, los cuentos de Yupi y, por supuesto, de Yupa...

Mientras el presidente del CSD se ha limitado a hablar de "diálogo", la ministra de Igualdad no ha dado señales de vida en todo este conflicto

Claro que tanto o más triste ha sido el silencio del Ministerio de Igualdad, en el que a su máxima responsable no se le pasó felicitar a las jugadoras del FC Barcelona por su reciente título de campeonas de Europa, pero nada ha dicho y menos hecho desde que en septiembre del año pasado, es decir, hace ya casi nueve meses, estallara este conflicto a raíz de la noticia publicada por este diario de que las capitanas, precisamente del Barça, habían pedido a Rubiales cambios en la estructura del fútbol femenino español y, por extensión, de la Selección que dirige el asambleísta Jorge Vilda.

El hecho de que Irene Montero felicitara a Alexia Putellas por su segundo Balón de Oro, ya fue utilizado por muchos aficionados y aficionadas para echarle en cara su falta de apoyo a las futbolistas 'amotinadas' en la Selección. "Eres referente para el deporte, para el fútbol, para las mujeres, para todo el país y para el mundo entero", escribió Montero sobre la catalana. "Mucha felicitación, pero cuando tenías que estar con ella y con sus compañeras, no has estado apoyándolas en su conflicto con la Federación", fue una de las numerosas respuestas que recibió la ministra.

Partiendo de la base de que, como dijo Roosevelt, "la educación es señal de dignidad, no de sumisión", las futbolistas han mantenido una postura de respeto que posiblemente les haya terminado perjudicando. Claro que el problema ha sido que no han tenido a nadie que de verdad les haya defendido públicamente. Sobre todo porque al otro lado de este conflicto hay una federación que ha protagonizado varios episodios, especialmente el que tuvo lugar en un lujoso chalé de Salobreña, que no les dejen en buen lugar en lo que a la igualdad se refiere y ya empezó tergiversando el contenido de sus correos.

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Que nadie se extrañe si este lunes Vilda dice que tampoco pensaba contar con alguna de las futbolistas que no se han retractado. Es el gusto que al cuestionado seleccionador no le van a dar la portera y capitana del Atlético de Madrid, Lola Gallardo, o las realistas Nerea Eizagirre y Amaiur Sarriegi. La dignidad nunca puede ser arrebatada, a menos de que se entregue. Es lo que han hecho algunas futbolistas como la reivindicativa Aitana Bonmatí, quien, quizás cegada por conquistar el Balón de Oro, ha olvidado lo que dijo Martin Luther King: "Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda".