El enfado de Alexia Putellas por la fractura provocada para abortar el motín en la Selección

Parafraseando el anuncio de un famoso brandy, "Soberano es cosa de hombres", puede decirse que el fútbol español sigue sin ser "cosa de mujeres". Aunque resulte paradójico, a pocos días de que se presente en sociedad la nueva Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF), de la que tanto pecho ha sacado el Gobierno de Sánchez, lo que se está viviendo en el seno de la Selección española demuestra que las futbolistas son las grandes víctimas de un caciquismo y oscurantismo que no deberían producirse, y mucho menos consentirse, en una institución tan importante como la Federación Española de Fútbol (RFEF).

Las ruedas de prensa de este jueves en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas fueron una exhibición de ambas. En lugar de comparecer junto a sus futbolistas, como en circunstancias normales podía haber hecho, Jorge Vilda lo hizo solo, sin límite de preguntas, pero con unas respuestas claramente prefabricadas e interpretando el papel de ofendido. "Me siento profundamente dolido con la forma de proceder", dijo en una clara referencia a la llamada de sus jugadoras al presidente de la RFEF para pedirle su destitución. "Se han traspasado las leyes del deporte, y la primera es que lo que pasa en el vestuario se queda en el vestuario", añadió el seleccionador.

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Como dijo John Toshack en cierta ocasión durante su primera etapa como técnico del Real Madrid, "es verdad que hay que lavar los trapos sucios en casa, pero cuando se lavan y la ropa no se seca, hay que abrir la ventana para que se aireen". Vilda acusó a sus futbolistas de las filtraciones, algo que es evidente, pues si había alguien a quien no le interesaba que se conociera lo publicado en El Confidencial, era a él. Además de la desconfianza y el poco crédito que tiene para la mayoría de las jugadoras, su palmarés en los siete años que lleva en el cargo lo dice todo, porque no ha ganado nada a pesar de contar con futbolistas cada vez mejores.

A diferencia del masculino, donde la presión sobre los entrenadores la ejercen aficionados y medios de comunicación, el fútbol femenino aún no es tan popular en nuestro país, de ahí la necesidad de las jugadoras de ser ellas quienes se reivindiquen e, incluso, quieran intervenir en la toma de unas decisiones que les afectan directamente. Este análisis lo hizo José Manuel Amorós en su cuenta de Twitter, precisamente, como indica él, donde ahora mismo está instalada la masa crítica del fútbol femenino, de ahí lo importante de tenerlas presentes o al menos no despreciarlas. Que el hashtag #VildaOUT, en referencia al seleccionador español, sea tendencia, no es casualidad.

Cuando le preguntaron si iba a seguir confiando en las capitanas, Jorge intentó no responder, aunque lo hizo: "No voy a entrar en eso. Vamos a buscar jugadoras cien por cien implicadas y que cien por cien remen a favor", dijo. La siguiente pregunta era evidente: ¿a favor de quién? ¿De todo lo que él diga? ¿De lo que le diga Rubiales? Si alguien ha demostrado implicación y que quiere remar a favor, esas han sido las ambiciosas capitanas del Barça con su llamada al presidente.

El problema vino después, cuando una vez que estaban en Las Rozas, el seleccionador cogió una por una a todas las futbolistas, y, por los motivos que ya están explicados en este diario, las del Real Madrid se fueron echando atrás y, de respaldar el paso dado por las capitanas del Barça, acabaron, si no apoyando la continuidad de Vilda, sí reculando. Fue de esta manera como en la RFEF lograron abortar el motín, generando una fractura entre las jugadoras que antes no había.

El apoyo público a Irene Paredes

Como es lógico, esto generó un gran malestar entre las capitanas, incluida la ausente Alexia Putellas, quien la tarde del martes acudió al entrenamiento de su equipo para hablar del asunto con el resto de compañeras y mostrar su enfado, con lo que estaba sucediendo en la concentración de la Selección. La reciente ganadora del trofeo The Best, como anteriormente del Balón de Oro, también quiso mostrar su apoyo a su compañera Irene Paredes, con un escueto "contigo" y una foto de ambas abrazándose en un partido de España. Aunque podía haber sido mucho más contundente, visto lo visto al tuit de Putellas solo le faltó el hashtag #VildaOUT...

Con todo lo que ha pasado y va a continuar pasando, por más que la RFEF intentara correr un tupido velo y los paniaguados habituales quieran hacer borrón y cuenta nueva, que el seleccionador dijera que se siente "más fuerte que nunca para seguir", tras el respaldo recibido por parte de la Federación, solo sirve para dejar claro lo desahogado que es Vilda. Aunque su cara tampoco era de estar precisamente disfrutando con el papelón que le tocó interpretar, mucho peor lo pasaron después las tres capitanas que comparecieron ante los medios. Bastó con ver la mirada huidiza y escuchar la voz quebrada de Irene Paredes.

"Hoy estamos aquí porque lo hemos pedido expresamente", empezó a decir la azulgrana sin que nadie le preguntara por ello. "En ningún momento hemos pedido la destitución de Jorge. Las capitanas hemos transmitido el sentir de las jugadoras", añadió la azulgrana. Lógicamente, este fue el mensaje que desde la RFEF se quería transmitir, si bien llegó un poco tarde, pues para entonces, tanto el propio Vilda como Rubiales habían confirmado la información adelantada por El Confidencial y secundada por otros medios, aunque ambos lo hicieran para dejar claro que el seleccionador había sido ratificado por el presidente y mostrar así quién manda en la RFEF.

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"Quisimos transmitir que somos un equipo superambicioso y que la gente quiere mejorar, ganar. Pensamos que algunos aspectos internos se pueden cambiar y por eso se habla con él", añadió Paredes en referencia a la reunión con Vilda, para a continuación liberarse por un momento de la enorme presión que tenía y asegurar que "a veces hay que decir las cosas, aunque no sean agradables para que cambien". Eso sí, su final volvió a ajustarse al guion: "Nos consta que va a haber modificaciones y que se va a intentar cambiar la situación. Nosotras ya hemos hecho lo que teníamos que hacer", dijo la azulgrana.

Jenni Hermoso, que se ha marchado a jugar a México, pero sigue estando en sintonía con las jugadoras del Barça, se limitó a comentar que: "estamos defendiendo a nuestra Selección. Transmitimos un mensaje de malestar generalizado y cada una, de ahora en adelante, debe ser consecuente y decidir si quiere seguir o no". Es cierto que algunas futbolistas no tienen muchas ganas de ir o estar en el equipo que dirige Jorge Vilda, aunque ya veremos si, después de todo lo sucedido y dicho, no es este quien decide por ellas...