El informe Cueto desvela el pitorreo del Rubiales con piel de cordero y la connivencia del Gobierno

"No se trata de especular, pero tampoco de cerrar los ojos a la realidad. Unas elecciones a Presidente en este momento, con una Asamblea a la que le quedan poco más de tres meses de mandato, no sería ejemplo de buena gestión. Ni de democracia real, máxime teniendo en cuenta las tensiones generadas, tanto internas como externas, desde la dimisión del anterior Presidente (…). En consecuencia, habida cuenta de que las normas estatales y estatutarias permiten y aconsejan convocar elecciones en el primer trimestre o cuatrimestre de 2024, se considera que esta es la alternativa idónea, debiendo desechar la convocatoria electoral para elección de Presidente en el momento actual".

Sirvan estas últimas líneas del informe firmado ​"en Madrid, a 20 de septiembre de 2023" por Tomás González Cueto "sobre la exigencia y/o conveniencia de una eventual convocatoria de elecciones tras la dimisión de su Presidente el pasado 17 de septiembre de 2023", para demostrar cómo el considerado cerebro jurídico del inhabilitado Luis Rubiales manejó al testaferro de este, Pedro Rocha, para llevar a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a la esperpéntica situación en la que se encuentra casi seis meses después.

Un pitorreo en toda regla, que mantiene a un Rubiales con piel de cordero al frente del fútbol español. Tal y como veníamos informando en este diario y adelantó Iusport, el pasado jueves el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) emitió un informe negativo sobre el Proyecto de Reglamento Electoral de la RFEF, aunque el hecho de que este no sea vinculante, deja la decisión en manos de la Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes (CSD).

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"No sería ejemplo de democracia real"

Lo que es evidente, por más que González Cueto defendiera en el mencionado informe al que ha tenido acceso este diario que "no sería ejemplo de buena gestión ni de democracia real", es que si la Comisión Gestora de la RFEF tenía y tiene obligación de convocar elecciones a la presidencia, no puede hacer lo propio con las cuatrienales, como pretendía.

Ambas cosas son incompatibles, pues al convocar las primeras, como hizo la Federación Española de Baloncesto (FEB) tras la dimisión de Jorge Garbajosa, la comisión gestora desaparece. Es decir, se elige un nuevo presidente o presidenta, como fue el caso de la FEB en la persona de Elisa Aguilar, y es esta la que convoca las elecciones ordinarias para los próximos cuatro años.

Uribes hereda el desaguisado que permitió Francos

Esto es algo que, a diferencia de Víctor Francos, su antecesor al frente del CSD, José Manuel Rodríguez Uribes sí parece tener claro. De ahí que en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas ya se maneje el escenario de unas inminentes elecciones a la presidencia. Prueba de ello es que, por más que Rocha siga sin anunciar su intención de presentarse, si bien lleva meses haciendo campaña a costa de los recursos de la RFEF, incluido el jugoso sueldo de Rubiales, desde su entorno ya han empezado a intentar despejarle el camino.

Así, Salvador Gomar, presidente de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana (FFCV) y único barón que parece dispuesto a enfrentarse al extremeño, ya está recibiendo presiones para que no se le ocurra presentarse. A la espera de lo que decida la Comisión Directiva del CSD, esta guerra interna merecerá ser tratada en el contexto que se merece.

En unas primeras elecciones con la Asamblea de la RFEF actual, la misma que en gran parte aplaudió a Rubiales cuando hasta en cinco ocasiones aseguró que no iba a dimitir, para las que Rocha parte con ventaja.

El TAD deja en evidencia al socio director de GC Legal

Si algo deja el TAD claro en su informe es que "no hay duda de que esta Comisión Gestora es un órgano con una clara vocación de interinidad, llamado al ejercicio de su función durante una situación de excepcionalidad, desde que la Federación carece transitoriamente de presidente por haber este cesado por causa distinta de la conclusión de su mandato, hasta que se celebran elecciones a la Presidencia y se produce la efectiva provisión del cargo".

O sea, que puede interpretarse que todas las decisiones que han tomado Rocha y su comisión gestora no deberían tener validez. Empezando por una asamblea en la que se aprobó la subida de su sueldo, siguiendo por algunos despidos, pues los hubo que estaban directamente vinculados a la inhabilitación y posterior dimisión de Rubiales y las contrataciones o renovaciones que se han realizado, como, por ejemplo, las del Markel Zubizarreta o Luis de la Fuente, respectivamente.

El TAD también deja en evidencia a Cueto, quien cabe recordar que fue miembro de este tribunal, cuando dice que "la disposición del proyecto de reglamento electoral que atribuye competencia para convocar elecciones a órganos distintos del Presidente de la Federación o de la Junta Directiva, es contraria, no solo a la Orden EFD/42/2024, sino también a los Estatutos de RFEF".

Más sorprendente aún es que el TAD tenga que recordarle al socio director de la asesoría jurídica GC-Legal que "los estatutos, además de tener rango de reglamento superior al reglamento electoral (y, por tanto, como disposición general que son este TAD está obligado a aplicarlos en tanto no se declare su invalidez), son el instrumento esencial de ordenación y funcionamiento de la Federación". O que "el carácter excepcional e interino de dicho órgano obliga a que la determinación de sus funciones deba efectuarse mediante una interpretación restrictiva".

Cueto tiró la piedra y se lavó las manos

"No obstante, debemos recordar que la decisión corresponde a la Comisión Gestora, que es soberana a estos efectos, pudiendo decidir entre ambas opciones. Es cuanto me cumple informar". Así concluye el informe que elaboró Tomás González Cueto —al que, por cierto, se sumó el exsecretario general de la RFEF, Andreu Camps— para, de esta forma, lavarse las manos y dejarle a Pedro Rocha una decisión que, salvo pucherazo, debería pasarle factura en caso de presentarse a estas primeras elecciones, las cuales debieron ser convocadas en septiembre del año pasado y con su compromiso de no presentarse.

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Claro que esta tomadura de pelo no hubiera sido posible sin la connivencia de un Gobierno más pendiente de salir en las fotos con Jenni Hermoso o blanquear la imagen de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, con una camiseta de la Selección española femenina en pleno escándalo por el caso Koldo. Pero sin preocuparse y ocuparse de que un Rubiales con piel de cordero como es Pedro Rocha siga al frente del fútbol español. Y, lo que es peor, pueda seguir estándolo al menos durante un año sin estar legitimado para ello.