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Por qué Vilda aplaudió a Rubiales, pero su cuerpo técnico dimite en bloque: "¡Ole tus huevos, Jorge!"
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RENOVACIÓN EN DIRECTO Y PUÑALADA TRAPERA

Por qué Vilda aplaudió a Rubiales, pero su cuerpo técnico dimite en bloque: "¡Ole tus huevos, Jorge!"

El seleccionador femenino había comentado a sus allegados su intención de ceder el cargo a su segunda, Montse Tomé, pero el suspendido presidente de la RFEF trastocó todos sus planes

Foto: Rubiales y Vilda, tras ganar el Mundial. (Pablo García/EFE)
Rubiales y Vilda, tras ganar el Mundial. (Pablo García/EFE)

La justificación del suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de su beso, "pico" según él, a Jenni Hermoso solo la debieron de entender aquellos y aquellas que acudieron a la Asamblea con la consigna de aplaudirle. Claro que si había alguna duda, la propia afectada se encargó de disiparla. "Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte", aseguró la internacional en un comunicado. De ahí tal vez que la Comisión Disciplinaria de la FIFA se adelantara a las autoridades españolas y haya suspendido provisionalmente a Luis Rubiales.

El atrincherado presidente de la RFEF también intentó explicar su gesto de tocarse los genitales en el palco del estadio de Sídney nada más acabar la final del Mundial y al lado de la infanta Sofía y la reina Letizia, "cuando en un momento de euforia me agarré esa parte del cuerpo", según explicó. "Hemos tragado mucho, hemos estado juntos. Me emocioné mucho, hasta el punto de perder el control, porque fue lo primero que hiciste cuando ganaste, mirarme a mí, y te hice ese gesto, ¡ole tus huevos!", se justificó buscando la complicidad de Jorge Vilda, sentado al lado del seleccionador masculino, el arrepentido Luis de la Fuente, y Fede Vidal, de fútbol sala.

Foto: El ministro de Deportes Miquel Iceta y presidente saliente del CSD, José Manuel Franco, asisten a la toma de posesión de Víctor Francos Díaz. (EFE/Sergio Pérez)

Esta parte de su discurso bananero la hizo mirando a Vilda, ya que, según sus explicaciones, es a quien fue dirigido su obsceno gesto. "Hemos pasado mucho, pero hemos estado juntos. Te han querido hacer a ti lo mismo que ahora me están haciendo a mí", dijo en alusión a todo lo que el seleccionador tuvo que vivir desde que hace casi un año las jugadoras pidieron cambios en la estructura del fútbol femenino de la RFEF, los cuales lógicamente afectaban al también director deportivo. Una revuelta de la que las futbolistas del Real Madrid se desmarcaron por las presiones recibidas y desembocó en un motín de 15, de las que siete aguantaron hasta el final.

"Quiero hacer un anuncio aquí, que tú no sabes y perdóname, Jorge", dijo el todavía presidente de la RFEF en un momento de su incalificable comparecencia, cuyo momento cumbre se vivió cuando, hasta por cinco veces y subiendo poco a poco el tono de voz, anunció que "no voy a dimitir". Dirigiéndose de nuevo a Vilda, Rubiales añadió: "He activado los mecanismos para que Andreu (Camps, secretario general) comience una negociación contigo en la que te invito a que te quedes con nosotros por los próximos cuatro años cobrando medio millón de euros al año". Increíble, pero cierto.

placeholder El seleccionador femenino, Jorge Vilda, entre el masculino, Luis de la Fuente, y el de fútbol sala, Fede Vidal. (EFE)
El seleccionador femenino, Jorge Vilda, entre el masculino, Luis de la Fuente, y el de fútbol sala, Fede Vidal. (EFE)

De este modo, y aunque haya que leer entre líneas, el atrincherado presidente de la RFEF vino a confirmar lo que antes de la final adelantamos en este diario, pero que, por necesidades del guion, él no se podía permitir. Sí, aunque resulte muy fácil desmentirlo, y más después de lo sucedido. Jorge Vilda tenía pensado, y así se lo comentó a su círculo más cercano, ceder el puesto de seleccionador a su segunda, Montse Tomé, y seguir él como director deportivo. Es verdad que solo tenía firmado un año más de contrato, y ahora está por ver si los cuatro que le ofreció Rubiales podrá firmarlos al estar este suspendido, aunque el vicepresidente adjunto a la Presidencia, Pedro Rocha, es quien asume la presidencia interina.

Montse Tomé, de seleccionadora a dimitir

Pero ahí no quedó la cosa. Mientras la Asamblea, por cierto, con más invitados que asambleístas, pero todos igual de palmeros, aplaudían el anuncio, Rubiales volvió a dirigirse a Vilda para decirle, además de un efusivo "te lo mereces", incluso lo que iba a ganar. "Había gente que decía que cobrabas medio millón, pero no, lo voy a decir, cobrabas 160.000, 180.000, 170.000, no lo sé lo que cobrabas, Jorge...". Y prosiguió: "Eso sí, dejarás de ser director deportivo y me gustaría que la directora deportiva fuera Montse (Tomé), salvo que quieras seguir siendo segunda entrenadora", aclaró dirigiéndose a la asturiana.

"Creo que Montse ha hecho un gran papel y se merece también un buen contrato. ¡Oye!, yo no veo incompatibilidad en que seas directora deportiva y segunda entrenadora, es una cuestión que tendréis que hablar con Andreu", les espetó con su habitual chabacanería a Vilda y su segunda, ambos con caras de circunstancias, para concluir con un "y, por supuesto, todo el equipo ya sabéis que vais a renovar y que va a haber una mejora económica". Sin embargo, poco más de 24 horas después, una gran parte del cuerpo técnico de la Selección femenina anunció su dimisión en bloque, aunque literalmente no lo digan, además de condenar la actitud de Rubiales hacia Jenni Hermoso, denunciar que fueron obligados a estar en la Asamblea —aunque no se sabe si también a aplaudir, como hicieron alguno y algunas— y sentarse en primera fila y, por último, mostrar su apoyo al comunicado de las futbolistas.

placeholder Jorge Vilda y Montse Tomé, durante un entrenamiento. (EFE/Eloy Alonso)
Jorge Vilda y Montse Tomé, durante un entrenamiento. (EFE/Eloy Alonso)

Por un lado, la mencionada Montse Tomé, segunda de Vilda, sí, la misma a la que el suspendido presidente ofreció ser directora deportiva, Javier Lerga, asistente técnico de la Selección absoluta, Eugenio Gonzalo Martín, asistente técnico de la absoluta y seleccionador Sub 17 y Sub 16, Blanca Romero, preparadora física, Carlos Sánchez, preparador de porteras, y Rubén Jiménez, analista, Y, por otro, Sonia Bermúdez, seleccionadora Sub 19 y Sub 20, Javier Velázquez, preparador físico de las categorías inferiores, Javier Egido, analista, y Ander Ruiz Mitxelena y Elena Fernández Castaños, preparadores de porteras. Aunque Laura del Río, seleccionadora Sub 23, y López Vallejo, psicólogo, de momento siguen, es evidente que, visto lo visto, salvo a Vilda, al resto no les compensa seguir en estas circunstancias.

La dimisión a medias de Rafa del Amo

Como puede comprobarse, al igual que el resto de la bochornosa comparecencia de Rubiales, todo fue muy improvisado, sin ningún criterio, más allá de demostrar quién sigue mandando, disparando con pólvora del rey, con el único objetivo de hacer lo que a él más le conviene. Tan improvisada fue la oferta a Vilda que incluso el presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino, Rafael del Amo, confesó al tiempo que anunció su dimisión de este cargo, aunque no del de vicepresidente de la RFEF, que el anuncio de renovación y subida de sueldo a Vilda "no estaba en los puntos del día y no tenía ni idea de qué se iba a hablar. Me ha pillado de sopetón".

Aunque, como tantos otros, el navarro ha sido cómplice de todo lo sucedido en el seno de la Selección femenina, su testimonio al menos sirvió para demostrar lo solo que se está quedando Rubiales. "No me lo esperaba, ha habido muchas dudas de qué hacía yo ahí arriba. Yo no he aplaudido, no me he levantado, lo he pasado mal. Me he sentido incómodo, pensaba que iba a dimitir", explicó Del Amo, especialmente preocupado por la imagen que dio el atrincherado presidente de la RFEF en el palco en la celebración, aunque ahí solo se exhibiera como es en privado.

Para volver con Vilda, Rubiales alardeó de que "siempre he dicho que eres de los mejores entrenadores del mundo, y en el fútbol femenino digo que eres el mejor". El problema, y aquí viene la gran paradoja, es que, tras la bochornosa Asamblea de la RFEF en la que el presidente no solo no dimitió, tal y como estaba previsto, sino que inició una huida que, además de la suspensión de la FIFA, le conduce directamente a una suspensión o inhabilitación del Consejo Superior de Deportes (CSD) que debió llegar mucho antes, las futbolistas se plantaron y comunicaron que no volverán a una convocatoria de la selección "si continúan los actuales dirigentes".

Foto: Rubiales, junto a la Reina, en la entrega de medallas. (Reuters/Asanka Brendon) Opinión

Tal vez porque, sin jugadoras y sin cuerpo técnico, Vilda empezó a verse demasiado solo, el seleccionador no quiso ser menos y también emitió un comunicado en el que dijo que "lamento profundamente que la victoria del fútbol femenino español se haya visto perjudicada por el comportamiento impropio que nuestro hasta ahora máximo dirigente, Luis Rubiales ha realizado y que él mismo ha reconocido. No cabe duda de que es inaceptable y no refleja en absoluto los principios y valores que defiendo en mi vida, en el deporte en general y en el fútbol en particular. Condeno sin paliativos cualquier actitud machista, alejada de una sociedad avanzada y desarrollada". Sencillamente, lamentable, ya que esta puñalada trapera no vino acompañado de su dimisión.

Con el cinismo característico, la RFEF emitió un comunicado en el que, además de desmentir y amenazar con tomar medidas legales contra Jenni Hermoso y el sindicato Futpro, informó que "respeta, como ha respetado en todo momento, las decisiones de las jugadoras de querer participar o no con la selección española en los partidos internacionales, si bien deja constancia de que la participación en la selección es una obligación de todas las personas federadas si son llamadas para ello". Es decir, que si Vilda les convoca, deberán acudir, aunque ya vimos lo que pasó con las 15 amotinadas. Para lo bueno y para lo malo, claro está…

La justificación del suspendido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) de su beso, "pico" según él, a Jenni Hermoso solo la debieron de entender aquellos y aquellas que acudieron a la Asamblea con la consigna de aplaudirle. Claro que si había alguna duda, la propia afectada se encargó de disiparla. "Me sentí vulnerable y víctima de una agresión, un acto impulsivo, machista, fuera de lugar y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte", aseguró la internacional en un comunicado. De ahí tal vez que la Comisión Disciplinaria de la FIFA se adelantara a las autoridades españolas y haya suspendido provisionalmente a Luis Rubiales.

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