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Jorge Vilda y Luis de la Fuente dan la espalda a Rubiales tras los aplausos de la Asamblea
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UNA SUSPENSIÓN DE 90 DÍAS

Jorge Vilda y Luis de la Fuente dan la espalda a Rubiales tras los aplausos de la Asamblea

El seleccionador masculino y el femenino han reculado después de aplaudir el discurso del presidente y apenas horas más tarde de que la FIFA lo haya suspendido del cargo

Foto: Luis de la Fuente y Jorge Vilda apoyan a su presidente, Rubiales, en la comparecencia. (EFE/RFEF)
Luis de la Fuente y Jorge Vilda apoyan a su presidente, Rubiales, en la comparecencia. (EFE/RFEF)

Luis Rubiales hizo historia en la Asamblea General Extraordinaria de la Federación Española de Fútbol convocada para tratar la peor crisis reputacional del presidente. Filtró que se trataba de una cita para dar explicaciones, disculparse por el beso no consentido con Jenni Hermoso y anunciar su dimisión, que a esas alturas no era honrosa. Luego, envalentonado, se presentó en el auditorio de Las Rozas para dar exhibir fuerza, señalar directamente a la campeona del mundo ("Yo le dije que si nos dábamos 'un piquito' y me dijo que vale. Luego ella me dio una palmada en el costado") y confirmar que no iba a dimitir.

Los presentes en la Asamblea aplaudieron como nunca el discurso de su jefe, pero los focos apuntaron especialmente a la primera fila del auditorio, donde estaban sentados juntos, Jorge Vilda y Luis de la Fuente. El seleccionador masculino, tras aplaudir las palabras de Rubiales, ha emitido un comunicado a través de Efe en el que ha censurado "sin paliativos el comportamiento equivocado y fuera de lugar del presidente de la RFEF".

Cuatro horas más tarde ha llegado la reacción de Jorge Vilda, que tampoco se ha quedado atrás. "Lamento profundamente que la victoria del fútbol femenino español se haya visto perjudicada por el comportamiento impropia que nuestro ahora máximo dirigente, Luis Rubiales, ha realizado y que él mismo ha reconocido", ha señalado en otro comunicado.

Los tardíos comunicados

"Los hechos protagonizados por Luis Rubiales no respetaron el mínimo protocolo que debe seguirse en estos actos de celebración, y no son edificantes ni apropiados para una persona que estaba representando a todo el fútbol español. Él mismo ha reconocido públicamente lo impropio de su comportamiento", ha reconocido el seleccionador masculino en un comunicado en el que también ha figurado su cuerpo técnico. Unas palabras que llegan 24 horas después de su imagen como máximo apoyo a Rubiales.

El seleccionador no se ha dejado nada atrás y ha apuntado directamente contra la persona que lo colocó en el cargo: "Deseo que este desagradable episodio se cierre cuanto antes por el bien del fútbol español y que los organismos competentes, resuelvan y tomen las decisiones pertinentes a la mayor celeridad posible".

Vilda, asimismo, no se ha guardado nada y ha cargado contra su jefe: "Los acontecimientos desde que España ganó por primera vez el Mundial femenino, y hasta el día de hoy, han sido un auténtico despropósito y han generado una situación inaudita, empañando un triunfo merecido de nuestras jugadoras y de nuestro país".

Rubiales se atrincheró en un cargo en el que cobra más 600.000 euros brutos anuales entre aplausos de sus fieles aliados. Los mismos que salieron en una fotografía que ha sido catalogada a nivel nacional e internacional como "vergonzosa". Y ahí se encontraba, en primera fila, Luis de la Fuente, seleccionador nacional absoluto, quien el próximo viernes 1 de septiembre dará a conocer la lista de convocados de cara a los partidos ante Georgia y Chipre, clasificatorios para la Eurocopa de 2024. Hoy, Rubiales ha sido inhabilitado provisionalmente por la FIFA. En ese momento, es cuando ha llegado la reacción del entrenador de España.

Foto: Rubiales anunció que no dimitirá. (EFE/Pablo García)

El discurso fue infame y se recordará a lo largo de los años. Recordó a ese fútbol de los 90 que parecía perdido y que se antoja cómico cuando se rememora... De no ser por la terrible imagen ofrecida por el hombre que, al menos hasta que llegó la inhabilitación de la FIFA, representaba al fútbol español como su cabeza visible. Rubiales soltó perlas como: "El falso feminismo no busca la verdad, busca ponerse la medalla y pensar que estamos avanzando. No les importan las personas". "En un momento de euforia me agarré esa parte del cuerpo que ya habéis visto". "El deseo que podría tener en ese beso [con Jenni] fue el mismo que podría haber tenido con mi hija".

Entre su repertorio, también tuvo palabras para los éxitos de Luis de la Fuente, asegurando que su triunfo en la Liga de Naciones era "el torneo más difícil de ganar", algo que reiteró. Como soldado fiel, el seleccionador nacional estuvo acompañando a su responsable directo, quien apostó por él cuando Luis Enrique fue cesado como técnico principal después de un buen trabajo en las categorías inferiores de La Roja. Lealtades aparte, la imagen del aplauso de De la Fuente a Rubiales, después de un discurso tan marcado y que sobrepasó tantas y tantas líneas rojas, dejó al seleccionador en una posición de absoluta debilidad y enfrentado al clamor social, político y deportivo... Tal vez por eso se haya pronunciado tras la suspensión de la FIFA.

placeholder Marcha contra Rubiales. (EFE/Pablo Ayerbe)
Marcha contra Rubiales. (EFE/Pablo Ayerbe)

Por el momento, jugadores de la talla de Borja Iglesias han decidido cortar por lo sano. No volverá a estar en la Selección Española hasta que la situación se resuelva y Rubiales esté fuera. Pero, la situación es tan grave que sus declaraciones y atrincheramiento condenan también a quien sale en la fotografía del aplauso. El protagonismo de Iglesias en La Roja no ha sido excesivo (dos partidos oficiales), pero su gesto señala a sus compañeros de profesión. En mitad de la oleada de críticas de los clubes, de sus compañeras del fútbol femenino (con un apoyo unánime a Jenni Hermoso, a la que, recordemos, Rubiales señaló públicamente, y que han decidido no regresar a la Selección hasta que se vayan sus dirigentes), el silencio de los futbolistas es atronador. El próximo viernes, y todavía con la tormenta sin amainar, 23 jugadores serán llamados a representar la camiseta española, y, por lo tanto, a la Federación Española de Fútbol dirigida por los hombres de Rubiales. Un papelón para todos, a la espera de reacciones, pero que supone un antes y un después en la fractura social del fútbol español.

Luis Rubiales hizo historia en la Asamblea General Extraordinaria de la Federación Española de Fútbol convocada para tratar la peor crisis reputacional del presidente. Filtró que se trataba de una cita para dar explicaciones, disculparse por el beso no consentido con Jenni Hermoso y anunciar su dimisión, que a esas alturas no era honrosa. Luego, envalentonado, se presentó en el auditorio de Las Rozas para dar exhibir fuerza, señalar directamente a la campeona del mundo ("Yo le dije que si nos dábamos 'un piquito' y me dijo que vale. Luego ella me dio una palmada en el costado") y confirmar que no iba a dimitir.

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