La imputación de Joan Laporta por cohecho dinamita su relato en el caso Negreira
El presidente del Barça se une a Rosell y Bartomeu, imputados desde el principio. Laporta sigue sin explicar por qué multiplicó los ingresos de Negreira en su primer mandato
"Somos los primeros interesados en que se investigue hasta el final, se identifique a los autores y se les juzgue. En este caso, el Barça sería víctima". Con estas palabras describió Joan Laporta la inquebrantable voluntad del FC Barcelona de hallar justicia por los pagos de más de siete millones de euros al vicepresidente en activo de los árbitros, Enrique Negreira. Seis meses después, el juez instructor atribuye a Laporta un delito de cohecho, uno de corrupción entre particulares en su modalidad deportiva, además de otros de administración desleal y falsedad documental, tras un recálculo del periodo de prescripción de la responsabilidad penal que extiende el periodo investigable hasta julio de 2008. El actual directivo azulgrana se une a los expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, imputados desde el principio.
La decisión del magistrado Joaquín Aguirre dinamita la estrategia judicial del club de Joan Laporta, que en las últimas semanas había solicitado poder tener una doble condición en el proceso judicial: investigado por el delito de corrupción deportiva y acusación por el delito de administración desleal al considerar que el club se había visto perjudicado por la actuación de sus expresidentes. Los tres expresidentes, que ya arrastraban disputas internas, nunca han construido un frente común en el caso Negreira, sino que se han enfrentado en público y en privado. De este modo, Laporta pretendía gozar de un as bajo la manga y poder, si así lo decidía, acusar a los expresidentes imputados (Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu).
Una postura que el juez rechazó al dictar un auto donde no permitió la personación del FC Barcelona como acusación particular al concluir que esa petición constituía un "fraude de ley" y que el propio Laporta habría participado en los mismos pagos al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros que pretendía reprochar a sus antecesores en el cargo, según recoge la resolución, a la que tuvo acceso El Confidencial. El magistrado también recordaría a Laporta que no se le había atribuido ningún delito hasta el momento por "la aplicación de las reglas de la prescripción delictiva" y que "la conducta de Laporta a este respecto es idéntica a la de los presidentes posteriores", subrayó el juez.
Los tiros en el pie del presidente
Ahora la situación ha cambiado con el paso del tiempo. La salida de Luis Rubiales de la Real Federación Española, el organismo que hizo de puente para enviar informes a la UEFA y que finalmente acabaron con el Barça jugando la Champions League, ha colocado a Laporta en la diana, tal y como explicó este periódico. A las puertas de la Asamblea General del FC Barcelona, que se celebrará este sábado y solo se podrá seguir telemáticamente, Laporta sigue sin responder a las preguntas principales del caso Negreira. En una trama que data desde 2001 y arrastra hasta cuatro presidentes distintos (Gaspart, Rosell, Bartomeu y Laporta), este último sigue sin explicar por qué se disparó el sueldo de Negreira bajo su mandato.
Preguntado en abril sobre si en su mandato nadie entendió que esto podría ser un conflicto de intereses: "Nosotros recibimos este asesoramiento de forma heredada. Cuando tenemos conocimiento de este asesoramiento, pensábamos que era una oportunidad tener estos informes por personas calificadas, por lo que a partir de ahí estos servicios se fueron realizando en el tiempo. [...] Afortunadamente ahora los clubes tenemos un área de tratar esos aspectos".
El informe inicial de la Agencia Tributaria que provocó la apertura del caso revela que el FC Barcelona pagó a Negreira y su hijo en 2004 —primer año completo de Laporta en la entidad— 67.625 euros. En 2005, las transferencias se redujeron a 29.629 euros, pero, al año siguiente, crecieron un 229% hasta situarse en 117.276 euros. Los abonos del Barça al entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) siguieron aumentando, situándose en 209.500 euros en 2007, 223.555 euros en 2008, 331.062 euros en 2009 y 477.222 euros en 2010. En total, Laporta habría pagado hasta 1.455.869 euros.
La misteriosa multiplicación de los pagos
Tampoco hay respuestas para la diferencia salarial que recibía el número dos de los árbitros y el actual encargado de su función desde noviembre de 2021, Ricardo García Segura, el cual cobra una nómina situada entre los 24.000 y los 30.000 euros. Muy lejos de los más de siete millones de euros repartidos en 17 años que percibió Negreira. "Se está fusilando a la junta directiva de Bartomeu, pero lo cierto es que quien no ha dicho por qué multiplicó por cuatro los ingresos de Enríquez Negreira es Joan Laporta", afirmó un exdirectivo de Laporta, Rosell y Bartomeu a El Confidencial.
"Se ataca a Bartomeu porque es la diana fácil, pero me parece muy injusto ahora sacarse el muerto de encima así. Laporta debería explicar qué le llevó a cuadriplicarle el sueldo. Por qué lo hizo, qué interés tenía detrás y por qué estaba tan contento con los servicios prestados. Ahora todo el mundo quiere desentenderse", añadió el exdirectivo por entonces.
Cabe recordar que José María Enríquez Negreira no aportó documentos, ni vídeos, ni comunicaciones que arrojen luz sobre la naturaleza de su vinculación comercial con el Barça. Sin pruebas físicas del asesoramiento del número dos de los árbitros al club catalán desde 2001 a 2018, puesto que eran "verbales", tal y como declaró el propio Negreira, Laporta trató de confundir los informes del hijo, existentes, con los del padre en la única rueda de prensa convocada por el caso Negreira.
"Los informes que no se encontraron en su momento, cuando lo requirió Hacienda [el Barça pagó casi un millón de euros para no incurrir en delito fiscal] finalmente se han encontrado desde 2014 a 2018, de antes no porque estos informes caducan y se destruyen a los cinco años por falta de almacenamiento", respondió. El presidente azulgrana intentó jugar al despiste con unas famosas cajas rojas donde se hallaban 629 de ellos y 43 CDS. El mandatario, en su segunda etapa al frente del club, defendió que eran documentos "útiles y bien elaborados" y remarcó que "el FC Barcelona no ha realizado nunca ninguna actuación que tenga como finalidad, como intención, alterar la competición a fin de obtener una ventaja deportiva a favor".
Hace una semana, el club emitió un comunicado en el que remarcó que "sigue siendo asediado externamente por una campaña de desprestigio institucional basándose en unos hechos que siguen sin estar acreditados en absoluto y que tiene como objetivo desestabilizar el club en todos sus ámbitos: deportivo, económico y social".
El magistrado explica ahora que "los pagos produjeron los efectos arbitrales deseados por el FC Barcelona, de tal manera que debió existir una desigualdad en el trato con otros equipos y la consiguiente corrupción sistémica en el conjunto del arbitraje español", tal y como ya habían apuntado otros autos dictados con anterioridad. "Dichos actos solo podían referirse a designaciones arbitrales tendenciosas o bien a admoniciones realizadas a los árbitros normalmente designados. A tal efecto, no debe olvidarse que el hijo del investigado Enríquez Negreira acompañaba a los árbitros durante su estancia en Barcelona cuando el FC Barcelona jugaba en el Camp Nou".
"Somos los primeros interesados en que se investigue hasta el final, se identifique a los autores y se les juzgue. En este caso, el Barça sería víctima". Con estas palabras describió Joan Laporta la inquebrantable voluntad del FC Barcelona de hallar justicia por los pagos de más de siete millones de euros al vicepresidente en activo de los árbitros, Enrique Negreira. Seis meses después, el juez instructor atribuye a Laporta un delito de cohecho, uno de corrupción entre particulares en su modalidad deportiva, además de otros de administración desleal y falsedad documental, tras un recálculo del periodo de prescripción de la responsabilidad penal que extiende el periodo investigable hasta julio de 2008. El actual directivo azulgrana se une a los expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, imputados desde el principio.
- "No quieren socios, quieren clientes". O por qué la próxima asamblea del Barça huele muy mal Albert Ortega. Barcelona
- El misterio de las comisiones a agentes en el Barça de Laporta que apunta a Zahavi y Deco Albert Ortega. Barcelona
- El juez pone en la diana a Laporta y el presidente del Barça se queda sin escudo en la RFEF Albert Ortega. Barcelona