Negreira ya no está, pero en el fútbol español sigue habiendo 'manos' que deciden algunos partidos
El colectivo arbitral se queja de que haya crispación, pero es su falta de criterio la que indigna a los aficionados y empuja a los clubes a buscar otro modelo al que Rubiales se opondrá
Aprovechando la celebración de una asamblea general extraordinaria para que el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, explicara el inexplicable caso Negreira, LaLiga realizó una encuesta anónima entre los 41 clubes que la componen para conocer su opinión sobre el arbitraje español. Según los resultados, el 86% creen que los profesionales no tienen claro cuándo interviene o no el VAR y el 93% considera que el número de expulsiones está siendo excesivo en comparación con otras ligas y que no se corresponde con el nivel de agresividad de la competición española. Además, un 78% piensa que se está alterando el normal desarrollo de los encuentros y el 81% que se están señalando penaltis por contactos leves, mientras otros más claros no se pitan, con la confusión y crispación que esto genera.
Sin embargo, y siguiendo esa vieja estrategia del ‘El arte de la guerra’ de que no hay mejor defensa que un buen ataque, la víspera de la citada asamblea de LaLiga el Comité Técnico de Árbitros (CTA) emitió un comunicado para trasladar su "profunda preocupación por la lamentable situación que se ha generado en torno al colectivo que representamos y que se impulsa y promueve desde diferentes frentes del fútbol profesional en lo que consideramos una campaña perfectamente medida y organizada". De esta forma, el CTA quiso "dejar clara nuestra autonomía, que debe serlo y lo será siempre de La Liga y de los clubes, a pesar de la confusión en la que se ha tratado de sumergir al aficionado". Es decir, un mensaje claramente diseñado desde la Federación Española de Fútbol (RFEF), de la que depende.
Y es que por mucho que los árbitros quieran ver una mano negra, como durante 17 años pudo serlo la de Enríquez Negreira, las manos que realmente están influyendo en la competición española son las que ellos pitan o dejan de pitar, en función de quién sea el equipo beneficiado o perjudicado. Prueba de ello es la unanimidad en la citada encuesta de LaLiga, pues el 100% de los clubes cree que los profesionales del fútbol no entienden el criterio de cuándo una mano es penalti y cuándo no. Aunque ha habido muchos, el más reciente fue el de Busquets, que pudo cambiar el resultado del Barcelona-Atlético de Madrid (1-0). "Lo único que puedo decir es que con el Almería me lo iban a pitar y me salvó el fuera de juego", comentó José María Giménez. "Es una realidad y no podemos hacer nada", añadió el rojiblanco.
📺 Iglesias Villanueva se marchó antes de tiempo del VAR.
— Archivo VAR (@ArchivoVAR) April 23, 2023
Busquets, que salta a la disputa del balón con los brazos abiertos, intercepta el balón dentro del área.
Al estar la mano a la altura del hombro, por reglamento, es penalti. ❌ pic.twitter.com/SS5AeWOz6m
Sin ir más lejos, una semana antes, en el derbi vasco disputado en San Mamés, un tiro de Mikel Merino desde la frontal impactó en la mano de Vesga, pero el árbitro no la vio y desde el VAR tampoco le avisaron. En ese momento, el Athletic de Bilbao ganaba 1-0, con un gol que sí revisó el VAR por posible mano de Iñaki Williams, por lo que la Real Sociedad podía haber empatado un partido que acabó perdiendo por 2-0. Antes de la existencia o la implantación del VAR, podía entenderse el famoso error humano. Es decir, que el árbitro podía no ver una mano. Sin embargo, con el videoarbitraje puede verse todo en alta definición y las veces que sea necesario, de ahí que el error pueda ser de interpretación... o intención. Y es aquí donde los clubes, en este caso hasta Real Madrid y Barcelona, creen que no hay un criterio claro.
📺 El VAR se lavó las manos en el Athletic Club - Real Sociedad.
— Archivo VAR (@ArchivoVAR) April 15, 2023
Vesga, con la mano ocupando un espacio y haciendo su cuerpo más grande, desvía el remate de Merino dentro del área.
El brazo está pegado el cuerpo pero la mano no. La acción es penalti y tarjeta amarilla. ❌ pic.twitter.com/Sc4tgMNFuT
En esta misma encuesta, el 88% de los clubes de LaLiga apoyan la instauración de un órgano independiente de la RFEF, con estructura propia para la gestión y organización del arbitraje. Este modelo ya existe en otros países como Inglaterra, Alemania y Estados Unidos, donde participan las federaciones y ligas correspondientes. "Queremos un modelo de autogestión, que se forme una sociedad mercantil que nombre un director y que sea el que tome las decisiones", explicó Javier Tebas. "Nuestra intención es sentarnos con todos los agentes implicados, como son la RFEF, el CTA y los jugadores, para estudiar esta vía. Además, es un modelo permitido tanto por la FIFA como por la UEFA, de ahí que no habría ningún problema", añadió el presidente de LaLiga.
El modelo inglés que Rubiales dinamitará
Sin embargo, no es casualidad que en vísperas de la reunión de los clubes hubiera titulares como 'Tebas propondrá a los clubes arrebatarle los árbitros a la RFEF', acompañados por mensajes claramente lanzados desde la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, donde sabido es que Rubiales nunca aceptará un modelo como el de Inglaterra, donde los arbitrajes están gestionados por la Professional Game Match Officials Limited, con representación la FA (Federación Inglesa), la Premier League y la English Football League, que engloba a los clubes de la Championship, League One y League Two.
El hecho de que el CTA que actualmente preside Medina Cantalejo sea "el órgano que atiende directamente el funcionamiento del estamento arbitral nacional, y le corresponde, con subordinación al Presidente de la RFEF, su gobierno, representación y administración" es un arma demasiado valiosa para Rubiales como para renunciar a ella. Lo mismo que el hecho de que en la Asamblea de la RFEF haya once puestos, con sus correspondientes once votos, reservados para los árbitros, un estamento que también controlan las federaciones territoriales, de ahí el reparto equitativo que se intenta hacer a la hora de tener representación en Primera y Segunda. Vamos, que no siempre están los mejores, pero sí los más obedientes a quienes no solo les pagan (eso sí, con el dinero de los clubes), sino que incluso están en nómina.
De ahí que Rubiales no vaya a sentarse siquiera a negociar y que incluso se permita decir que "somos la única federación del mundo, de las 211 que tiene la FIFA, en el que LaLiga está integrada en el Comité de Designación de los árbitros, pero ni una liga ni un club deben formar parte de un órgano así, por una cuestión de gobernanza y equilibrio". Efectivamente, para gobernar y equilibrar ya está él y el colectivo que no preside, pero sí dirige. De ahí que, aunque ya no esté Negreira como vicepresidente del CTA, pueda decirse que en el fútbol español sigue habiendo 'manos' que deciden los partidos y, por consiguiente, alteran la competición.
Aprovechando la celebración de una asamblea general extraordinaria para que el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, explicara el inexplicable caso Negreira, LaLiga realizó una encuesta anónima entre los 41 clubes que la componen para conocer su opinión sobre el arbitraje español. Según los resultados, el 86% creen que los profesionales no tienen claro cuándo interviene o no el VAR y el 93% considera que el número de expulsiones está siendo excesivo en comparación con otras ligas y que no se corresponde con el nivel de agresividad de la competición española. Además, un 78% piensa que se está alterando el normal desarrollo de los encuentros y el 81% que se están señalando penaltis por contactos leves, mientras otros más claros no se pitan, con la confusión y crispación que esto genera.
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